Habrá que reconocer a Pedro Sánchez, o sea, a sus negociadores, es decir, al zar Ivan Redondo, su excelsa genialidad en el billar político a las bandas que hagan falta. De prórroga en prórroga, los artistas del alambre monclovitas han ido superándose y saliendo siempre victoriosos en escenarios cada vez más complicados. La que se vota hoy, que es la sexta y juran que última, va a salir adelante con el respaldo, ya sea en forma de sí a la llana o de abstención afirmativa, de Ciudadanos, ERC, PNV y —supongo— EH Bildu.
Vive Dios que es una extraña macedonia de siglas, aunque lo verdaderamente prodigioso no es que fuerzas tan diversas coincidan en el mismo objetivo, sino que cada una ellas vaya dando a entender que se ha llevado al huerto al PSOE. Eso, incluso cuando al atender una a una las explicaciones de lo pactado, resulte que se han firmado cuestiones abiertamente contradictorias. Así, tenemos a los naranjas presumiendo de una última fase del estado de alarma ejecutada desde Madrid y, naturalmente, a las otras formaciones asegurando que por fin las decisiones se tomarán en cada territorio
¿Cuál es la verdad? Creo que ninguna. Si algo ha demostrado Sánchez desde la moción de censura de hace dos años es su capacidad de prometer lo que sea para luego incumplirlo sin mayores efectos adversos.
Ana Rosa, la reinona de la telebasura matinal está rabiosa con Euzkadi.
Ella, que presumía de amistades peligrosas como la de Villarejo, o plagiaba libros acusa a los vascos de privilegiados para buscar el enfrentamiento con los españoles.
Ayer Ortuzar le pegó un corte light.
Por cierto ¿ qué hace el Presidente del EBB siendo entrevistado por esta lagarta ?
Pedro Sánchez es uno de los políticos más inteligentes que tenemos, por no decir el más inteligente. Y el que lo ha minusvalorado, lo ha acabado pagando. Pensemos un poco. Lo eligieron como al Ken-Sánchez del partido, al que iban a manejar a su antojo y, cuando vieron que no podían con él, se lo intentaron cargar y se los cargó él a todos ellos. Ni la Susani, ni la vieja guardia de Isidoro y diversos social-falangistas han podido con él y mirad dónde estaban y mirad dónde están. Y parece que improvisa, pero, excepto donde la propia naturaleza cambiante de los acontecimientos exige improvisación, éste no improvisa nada. Parece que está pensando en las musarañas y, al día siguiente, te presenta una moción de censura que gana y en dos minutos te saca de la chistera un equipo de gobierno con todos los miembros designados. Este no improvisa nada. Este tiene plan A, B, C y hasta Z.
Bueno, no lo veo yo tan complicado. En cuanto a los votos del “bloque de la investidura”, yo creo que existe un “pacto de hierro”, que incluye a ERC y EHBILDU. Nunca van a permitir una votación que de por resultado un revolcón ni mucho menos una caída del “gobierno progresista”. Tienen claro que no se lo pueden permitir. Todos los aspavientos que se han hecho en estas sesiones parlamentarias sobre negociaciones, pretendidas rupturas, etc, sobre todo con ERC, han sido para que este partido pudiese soltar la presión que sufre por sus bases, por pactar con el PSOE, coadyuvante en la aplicación de articulo 155. En esto ha sido determinante Ciudadanos, que yo creo que sigue buscando su espacio al sol, creo que va a ser la segunda jugada de Pedro Sanchez, intentando desestabilizar los gobiernos autonómicos y municipales del PP y Ciudadanos en toda España.
En todo esto el PNV juega un papel que, por mucho que lo disimule, es subordinado. No sé si por “contrición” o por “atrición” no le cabe otra, hoy por hoy, que “tragar” con todas las iniciativas de Pedro Sanchez; la sombra del TRIPARTITO en Euskadi es alargada y, aunque al PSE le de vértigo cambiar de socios, hoy por hoy y salvo vuelco electoral, es el que tiene la llave de la gobernabilidad en la Comunidad Autónoma. Y lo dicho, el PNV y Pedro Sanchez puede “vestir el santo” como más les guste y vender cada apoyo de los jeltzales como un hito histórico, pero hay que analizar los supuestos logros del PNV en estos tres meses y se verá que, realmente, han sido “nada con sifón”. Además con esa escenificación de pactos con los “separatistas”, Pedro Sanchez consigue otro de sus objetivos: “encabronar” aún más a la “ultraderecha”, embarrando el terreno político, aunque hay que reconocer que tampoco hace falta mucho esfuerzo para conseguirlo, con la Cayetana y el Santiago dispuestos a tensar la cuerda hasta el límite.
«Si algo ha demostrado Sánchez desde la moción de censura de hace dos años es su capacidad de prometer lo que sea para luego incumplirlo sin mayores efectos adversos.»
En efecto, es la ventaja de que la oposición se haya ido tanto al extremo que es simplemente inaceptable para mucha gente, porque dan miedo de verdad. Cuando la alternativa son, o podrían ser, o no es inimaginable que sean, las cámaras de gas, habrá que seguir aguantando promesas incumplidas, qué remedio.
También se podría pensar que es un logro de Pedro Sánchez el Maquiavélico haber conseguido extremar tanto a la oposición que se garantiza gobernar durante lustros. Pero no creo que Abascal y Casado necesiten ayuda externa para irse a los extremos.