NO HAN APRENDIDO NADA, NO HAN OLVIDADO NADA

Domingo 3 de septiembre de 2017

La Izquierda Abertzale, superada la violencia de ETA, tenía la asignatura pendiente de convertirse en una organización progresista, ética, democrática, viva y con propuestas. Visto lo visto, no lo están consiguiendo. Sus tics antisistema, su banalización de la violencia, su poca visión de la jugada, les pueden llevar con el tiempo a la marginalidad, porque no es eso lo que la sociedad vasca demanda. Parecen adolescentes acomplejados  sin capacidad de llamar pan al pan, y al vino, vino. El primer tirapiedras, los lleva al huerto y como tras cuarenta años de apoyar el terror y el crimen y de usar semanalmente manifestaciones, y simbología tercermundista, el poso que esto deja, no es algo menor, y siguen sin sacudirse el pelo de la dehesa.

Salió Rafa Diez Usabiaga de la cárcel del Dueso el pasado 17 de agosto. Su discurso de salida fue una decepción. Creí que años injustos en prisión, le habían enseñado algo porque lo dicho sonaba muy viejo, como de hace cuarenta años. Ni una sola idea nueva y mucho puño cerrado, símbolo de uno de los totalitarismos asoladores de Europa, como la mano extendida del fascismo, que deberían dejarse en el desván de la historia. El que un líder sindical use argumentos de Ernai, da el nivel del culto a ese mundo antisistema, más propio de la Cup, que al de una persona seria como se presume de Diez Usabiaga. El mensaje irresponsable del todos tienen la culpa menos yo, hoy, ya solo es alpiste para enfervorizados tirapiedras, no para una organización solvente.

Algo parecido organizó el secretario de Sortu, Ekaitz Rodríguez tras el fallecimiento de Fidel Castro en un acto en el puerto de Donosti, delante de un cartel del dictador más sanguinario que ha tenido el Caribe en su historia, y que al morir dejó a su hermano en el poder y ahora preparan el puesto al hijo en un país sin democracia, libertad de expresión, presos políticos y miseria arrocera. Pues allí estaba Ekaitz poniéndonos a Castro como su mentor internacional.

Lo vimos en el aniversario de Hipercor. Otegi no fue al acto conmemorativo a decir lo que expresaron con dolor algunos de sus compañeros tras aquella tragedia. Tampoco a la reunión de partidos políticos celebrada en Madrid, poco después de los atentados yihadistas de Catalunya. El PNV sí estuvo manteniendo su reivindicación de no apostar por una cadena perpetua revisable, pero habiendo obtenido para la Ertzaintza la posibilidad de estar informada y siendo miembro del Grupo de países firmantes del acuerdo de Schengen. Salvo competencias extra y supra comunitarias, que dentro de poco serán europeas, la Ertzaintza es ya una policía integral igual que la de cualquier estado independiente. Y eso no gusta en Sortu, que la ha comparado con aquella Guardia Civil represora.

Con la solicitud de comparecencia de Rajoy en el Congreso para explicar el caso Gurtel el PNV logró molestar a dos polos opuestos. A Rajoy, por comparecer, y a Bildu y Podemos, porque su discurso infantil de decir que el PNV y el PP es lo mismo, se derrumbaba. Ese descoloque les irrita. Quieren hacer vudú con un partido de 122 años, y no pueden. No lo reconocerán como no han reconocido que el apoyo del PNV a los presupuestos de Rajoy eran buenos para Euzkadi a través de desatascar la negociación del Cupo, Schengen, vías férreas de la margen Izquierda, precio de la electricidad, cierre de Garoña….y lo que vendrá. La invisibilidad de Bildu en Madrid les hace irrelevantes y decir que estamos enfeudados al poder central, cuando es precisamente lo contrario, es solo su pataleta. Lo único que han hecho es enviarle un telegrama a Donald Trump y pedirnos que demos carpetazo al tema de sus presos.

Por cierto, nos acusan de la política de dispersión cuando logramos en tiempos de Múgica, lo contrario. Acercamiento y reinserción, rota por Mayor Oreja y ETA. Pero lo tienen fácil. Díganle a ETA que desaparezca y esa asignatura pendiente que les ancla al pasado, dejará de existir. No lo hacen por dogmatismo y buscan culpables en los demás, mientras permiten que su logo ensucie campañas y actos miserable como lo ocurrido en las fiestas de Bilbao en la txozna de Hontza.

Ahí anduvo claro Rafa Lareina que les espetó: ”Ya es hora de decir, desde la Izquierda Abertzale, que lo de Hontza no es libertad de expresión, ni laicidad, es poca cultura democrática. Cultura democrática es respetar y no es necesario faltar a nadie para defender, los principios, opiniones, convicciones o creencias”. Quizás le faltó decir que si la libertad de expresión es mofarse del cristianismo, deberían ser valientes y hacerlos con el yihadismo. Pero Sortu y Bildu avalaron esta conculcación sobre algo que Benito Juárez definió muy bien al decir que “el respeto al derecho ajeno, es la paz. Con el apoyo a este cutrerío parecería que siguen asociados a la bronca, y al irrespeto a los valores mayoritarios de una sociedad. Lástima que el secretario general de EA, Pello Urizar, que nos dijo que iba a marcar bien su terreno, solo lo hace para criticar al PNV.

Algo como esa pintada de Sortu en Ondarroa, ”Maduro, dales duro”, en un municipio cuyo alcalde, José M. Solabarriera, tuvo que exiliarse en 1937 en Venezuela tras la guerra, y tras votarle a Aguirre, ante la posibilidad de ser fusilado. Hoy sus descendientes, han huido de ese “Maduro, dales duro”, al convertirse el país más rico de Sud América en el más pobre, en el más aislado, aquejado de una crisis humanitaria imposible de ser descrita, bajo un dictador que ha abolido la elegida Asamblea Nacional, encarcelado a sus opositores, cerrado sus medios de comunicación y obligado a exiliarse y a emigrar a dos millones de venezolanos, cientos de vascos entre ellos, que huyen de un país inseguro, depauperado, sin derechos. ¿Es ésto lo que quieren para Euzkadi?. ¿Es este el modelo que nos quieren aplicar aquí?. Que lo digan o desmientan esa infamia de “Maduro, dales duro”.

No lo harán. Se asustan como aquel cazador que lo hizo con la piel tras matar al tigre. Aprobaron y enmendaron la ley de Turismo y al poco sus juventudes organizaron una deplorable, ridícula y manipulada campaña contra los visitantes que ahora vienen a Euzkadi tras cuarenta años de silencio por culpa de una ETA que ellos apoyaron. Y ahí le tenemos a Iker Casanova que desde su escaño de parlamentario dice que es una buena ley y, al muy poco, cuando comienza la campaña de Ernai, saca su taparrabos de portavoz de Jarrai y dice cosas incomprensibles sobre hechos que pueden y deben ser mejorados parlamentariamente. Esa dualidad, esa esquizofrenia, esa falta de cultura democrática, agresiva hasta contra el tren Chu-chú es lo que me hace decir que siguen sin despegarse del discurso justificador de la violencia. O no tiene control sobre la situación, o no tienen discurso. Esa actitud no es propia de una plataforma política seria, solvente, con valores con la que se puede pactar. Argumentar que echar basura a los batzokis, insultar con pintadas tercermundistas y decir que no es tan grave como en lo que ocurre en Alepo o lo que ocurrió en Pearl Harbor, es banalizar el mal. ¿Todavía no se han enterado que por ahí se empieza?.

Bien es verdad que convertida Sortu en el cerebro y correa de transmisión del discurso de Txiki Muñoz es comprensible que estén ahí desorientados creyendo que hacer política es hacer hincapié y repetir el discurso antisistema de Podemos, todo esto apoyado por un diario como Gara, verdadero panfleto más propio del Granma de la revolución cubana donde no hay hechos, sino opiniones y deformaciones de la realidad. Harían pues bien en oxigenarse leyendo Deia o cualquier otro periódico del Grupo Noticias o de otro medio. Entiendo que quedarse solo con lo panfletario de dicho medio es que nos expliquemos el por qué andan tan desnortados y tan ausentes de la realidad.

¿Obedece ésto a una ideología que como las Farc han de construir tras la noche negra del terror apoyado y vencido?. Probablemente, pero sería bueno se aclararan. Indalecio Prieto, que conoció de cerca a los comunistas y a su partido dijo de ellos: ”Los comunistas son gente capaz. Tienen un modo peculiar de trabajar. No quiero comunistas entre mis propios subordinados, porque el comunista no es un ser humano, es un partido, una línea. Cuando un comunista trabaja contigo, no sabes con quién tienes que tratar; con una persona o con el invisible comité que hay detrás de ella”.

Pasa algo parecido con todos estos ejemplos que he puesto y con lo que el espacio no me deja explicar. Mi conclusión, por ahora, es la del titular: ”no han aprendido nada, no han olvidado nada”. Y así les va. Y así nos puede ir.

 

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *