Jueves 1 de noviembre de 2012
El martes salía yo de Sabin Etxea a la una y media del mediodía. Entraba Andoni Ortuzar, presidente del BBB. En la puerta coincidimos varios, entre ellos veteranos que hablan trabajado el voto por correo, uno de ellos y en el pasado en Benidorm. Comentamos la importancia de cada voto y de cómo tenemos en todas partes gentes-hormiga que trabajan con un entusiasmo y dedicación infinitos y son también parte de la victoria electoral.
Ese día habían estado por la mañana en Sabin Etxea Laura Mintegi con su equipo y Patxi López con el suyo. Este último, menos de media hora. Yo les recordé aquella imagen de Pastor, Arriola, Prieto y Egiguren avanzando seguros y sonrientes por la Plaza Albia como los hombres de Paco. En aquella oportunidad quien había de ser lehendakari no estuvo en Sabin Etxea. Y Ortuzar recordaba a Egiguren diciéndoles a los comisionados del PNV presentes, entre ellos Andoni, que no tenían nada contra Ibarretxe sino contra el PNV y que no pactarían con nosotros. Se había percibido la noche electoral cuando López apuntó su acuerdo con Basagoiti tras haberse pasado la campaña diciendo lo contrario. Y eso les ha pasado factura. Ahora dice que su partido está viejo. Viejo es hacer estas cosas, porque hay viejos como los voluntarios que he mencionado que son oro molido.
Seguramente no le hizo la menor gracia a Patxi López visitar Sabin Etxea el martes. Fue de todas maneras un gesto aunque le supiera a aceite de ricino. El 5 de marzo de 2009 no estuvo, ni le felicitó a Ibarretxe que le había sacado una diferencia de ochenta mil votos y treinta escaños. Bien es verdad que Bildu no se presentó, pero Ibarretxe ganó ampliamente aquella elección.
El lunes pasado en la SER, Benegas me negaba que el PNV les hubiera ofrecido nada. No es verdad. El PNV les ofreció un pacto de coalición o de legislatura y que ese acuerdo se extendiera a Ayuntamientos, Juntas Generales y Madrid. No lo quisieron. López quería ser Lehendakari por encima de cualquier otra consideración. Es legítimo. Ahora Ramón Jáuregui alaba las bondades del pacto con Ardanza cuando él fue vicelehendakari. Lean ustedes su libro y lean entrevistas varias que ha hecho diciendo exactamente lo contrario. Su conclusión era que les diluía. Y que no valía la pena. La prueba es que de la Vicelehendakaritza se fue a Madrid a hacer política y abandonó esto para siempre salvo para venir una vez cada cuatro años y ser diputado por Araba.
Patxi López lo único que ha dicho es que no presentará su candidatura a Lehendakari. En campaña dijo lo contrario. Tres años y medio después el abertzalismo está más fuerte, ha perdido un tercio de sus votos y su socio está en la carraplana. Pero él ha sido Lehendakari. Que es lo que quería.
Pues bien, el país ya se curó. Ya no se podrá decir que el PNV ha ocupado siempre la lehendakaritza. Al parecer eso es lo que se buscaba. Cumplido esto, ahora solo queda poner al país en su sitio, ordenarlo, y colocarlo nuevamente en su rampa de lanzamiento. Y de eso se trata.