Un decepcionante desayuno con Pedro Sánchez

Jueves 2 de octubre de 2014

Pedro Sánchez Foro EuropaEl miércoles por la noche estuvimos los senadores del PNV hablando de todo. Habíamos pasado una jornada de mucho tajo con una ley portaviones de un gobierno que no había admitido una sola enmienda y comentábamos lo bloqueada que estaba la política española.

Dos de los senadores comentaron que iban a acudir este jueves al desayuno de Pedro Sánchez. Les comenté que seguramente estaría muy concurrido pero verían  actuar a un dirigente sin consistencia.

Efectivamente. Tras la cita me han comentado que las salas estaban llenas (hay mucho meritorio suelto), pero le han visto a Sánchez  sin reflejos y sobre todo sin liderazgo. Tópicos, improvisaciones, y como única novedad el que hará trabajar a sus diputados y senadores de lunes a viernes. Magro bagaje para un país en crisis.

«En lo formal ha estado correcto. Sabe expresarse, domina la escena, es agradable, pero carece de un mensaje nuevo y sobre todo en asuntos de nervio contesta como contestaría Rajoy. No hay diferencia en el tema catalán más que una supuesta reforma constitucional que no explica en qué consiste ni como la haría, ni para qué».

Ante las fuerzas emergentes surgidas tras las elecciones europeas el discurso se resume en «más de lo mismo».

El PSOE durante cuarenta años ha tenido la patente de una izquierda civilizada pero eficaz. Pero el paso del tiempo y sus múltiples corrupciones, sus pactos con la derecha para ahormar una justicia sumisa, su monarquismo trasnochado, su falta de coraje ante los banqueros a los que indultan han convertido el socialismo del primer Pablo Iglesias en parte de una moneda con dos caras. Una, la del PP, la otra, la del actual PSOE.

Mis compañeros han salido decepcionados. Yo, como ya lo había advertido, no me he extrañado de su inconsistencia. Lo vengo escribiendo.

Cuando un dirigente fía su acción al marketing, se rodea de personajes inconsistentes como Antonio Hernando y Luena, repesca a Chacón y a Trinidad Jiménez, no incorpora a la gente de Madina y Pérez Tapias, después de haberlo prometido en campaña, cree que llamando a Sálvame se acerca al pueblo, es que apuesta por la mediocridad. Y la gente se da cuenta.

Allá él y los que llenaron el jueves las salas del Ritz. Otra cosa es que llenen las urnas.

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