Domingo 16 de agosto de 2015
El hombre se nos apareció en Illumbe para apoyar la “fiesta nacional” y en auxilio de la Marca España. Y allí estuvo todo feliz con su hija y con sus nietos, menores de edad en una corrida de toros. Muy edificante.
En su jubilación el hombre se aburre y se la pasa en su ruta gastronómica de Restaurantes de cinco tenedores, nunca menos, y en sus escapadas a Beverly Hills, Palm Beach o la Costa Azul ver partidos de fútbol, carreras de Fórmula Uno, galanterías de viejo verde y cosas sin sustancia.
Si me preguntara cómo creo que debería pasar el día le sometería a un programa para este mes de agosto que podría consistir en lo siguiente:
1.- Hacer público su patrimonio en virtud de la ley de Transparencia. Tiene muchísimo y lo puede perder en el futuro si hay una investigación seria.
2.- Ya que en las casas de muchos españoles y de muchos vascos se acogen a niños saharauis ir a visitarlos y viajar a Marruecos y hablar con su “sobrino” Mohamed y presionarle para que dé una solución al contencioso sahariano como dijo que iba a hacer en aquel viaje de 1975.
3.- Recorrer los distintos comedores de Cáritas esparcidos por la piel de todo y no solo restaurantes de super lujo.
4.- Hacer las paces con su mujer y comprometerse a respetarla.
5.- Preocuparse por los derechos humanos en América Latina ya que la Constitución le encarga específicamente de ello. El ¿Por qué no te callas?, habría que reconvertirlo en ¿Por qué no dejáis hablar a la gente?.
6.- Embarcarse en alguna operación de Unicef para dar educación a los niños del mundo.
7.- Ir al circo con los nietos/as a ver elefantes y no disparar contra ellos.
8.- Leer un libro.
9.- Ir a un concierto.
No hará nada de lo que altruistamente le propongo pero si lo hiciera demostraría que una pizca de sensibilidad le queda en su abotargado cerebro e incluso, si lo hiciera, podría pasar a la historia un poco mejor de lo que el nefasto juicio que los libros de texto darán a su reinado.