Aquí no pueden pasar esas cosas

Domingo 4 de noviembre de 2018

La Selección de fútbol de Euzkadi nació en 1937 por impulso del Lehendakari Aguirre y del ex presidente del Athletic Manu Sota. Organizaron una Selección llamada de Euzkadi con el fin de recaudar fondos para la Asistencia Social del Gobierno Vasco y dar a conocer la situación política vasca en el exterior. Debutó ganando en el parisino Parque de los Príncipes al campeón de la Liga francesa, el Racing de París, por 3-0 y posteriormente al Olympique de Marsella por 5-1. Y se movieron por todo el mundo. Desgraciadamente hasta el 16 de agosto de 1979, y tras acabar aquella primera Selección por motivos de la guerra mundial, no volvería a jugar ningún partido debido a la dictadura franquista resurgiendo ese año con el nombre de Euzkadi en San Mamés con victoria frente a Irlanda 4-1. El 29 de diciembre de 2007 jugó contra Catalunya bajo el nombre de Euskal Herria, empatando con los catalanes y siendo rechazado este nombre que a partir de 2009 se decidió llamar Euskal Selekzioa -Selección Vasca.

Aquel debate así como la anulación del nombre de Euzkadi por parte de la Izquierda Abertzale nos ilustra sobre la fijación de ésta de borrar e ignorar irrespetuosamente todo aquello que diga que el nacionalismo vasco como tal no nació con Sabino Arana sino con ETA en los años sesenta. Son los nuevos adanes.

El último partido de la Selección de Euzkadi se jugó este pasado 12 de octubre en Mendizorrotza ganando Euzkadi a Venezuela por cuatro a dos, considerándose un pequeño y tenue avance que el partido se jugara en tiempo Fifa, con lo que no se consigue la justa reivindicación de tener una Selección vasca reconocida internacionalmente pero apunta un camino interesante para ir consolidándolo.

Todo en Mendizorrotza fue muy bien salvo un hecho colateral lamentable como fue la manipulación de una pancarta con los ojos de Hugo Chávez y otra con la leyenda “Imperialismoaren gainetik” exhibida en el estadio y obligada inmediatamente a ser retirada pero que le sirvió a la dictadura venezolana para hacer su propaganda e incluso a que Maduro lo agradeciera, a pesar de la pérdida futbolística de la llamada “vinotinto” que al parecer era lo de menos. Pero es preciso señalar que dicha pancarta no fue exhibida por venezolanos chavistas, en Euzkadi que no los hay, sino por jóvenes de Sortu que apoyan aquel régimen de oprobio. Los herederos de Jarrai ni han aprendido nada, ni han olvidado nada de lo que hicieron y apoyaron durante la existencia de ETA y reivindican como suyo un sistema que sojuzga al pueblo venezolano y maltrata a los vascos de aquel país sin libertades y, aquí, sin pensiones para los vascos que allí cotizaron. Pero, puño en alto, ésto les parece a ellos una minucia mientras en Euzkadi solo reivindican derechos y viven como grandes burgueses con su sanidad, educación, vivienda, alimentación y seguridad resuelta, algo imposible en la Venezuela que reivindican. Por cierto, la Comisión Antiviolencia le ha puesto una multa de 60.001 euros a la Federación Vasca de fútbol.

Antes de fundarse el centro Vasco de Caracas en 1942, los vascos llegados a aquel país, fundaron la Asociación de Socorros Mutuos con el lema de “Vasco, ayuda al vasco”. Los de la pancarta la hubieran redactado de otra manera. ”Vasco, persigue al vasco que huye de la dictadura de Franco”. Y quizás por esta limpia trayectoria de nuestra Euzko Etxea caraqueña, la directiva se vio en la obligación de puntualizar las cosas y ponerlas en su sitio, aunque aquí en Euzkadi parece estar prohibido hablar de Venezuela. Se puede hablar del asesinato de Khashoggi en Estambul pero no de Fernando Albán un opositor a Maduro que fue arrojado de un séptimo piso por la policía represora del madurismo, aunque este caso haya estado en el repudio de la OEA, ONU, Parlamento Europeo y de la mayoría de los países con un mínimo de decencia y sensibilidad democrática. Pero de estas cosas en Euzkadi no se habla. Ser progre es ser chavista. ¡Jaungoikoa!

Como digo, la Junta Directiva del Centro Vasco de Caracas se vio en la obligación de puntualizar esta irrupción y a tal efecto dijo: ”Nos dirigimos a nuestros socios y allegados para rechazar a quienes intentan provocar, no solo a la comunidad vasca en el exterior, sino a la diáspora vasca que reside en Venezuela. Sabemos que dicha pancarta no fue colocada por venezolanos sino por vascos. Si alguna de esas personas lee estas líneas, nos gustaría se acerquen a Venezuela y comprueben como malviven los vascos y venezolanos en este país y cuántos han tenido que retornar por las condiciones actuales de vida y cuáles son las estrategias y hasta peripecias que hacemos para mantener una Eusko Etxea y la cultura vasca en Venezuela. Somos una Euskal Etxea plural, con libertad de pensamiento pero que no acepta, ni aceptará provocaciones de ningún tipo por lo que rechazamos rotundamente lo mostrado el pasado 12 de octubre en Mendizorrotza”.

Inauguración en 1950 del Centro Vasco de Caracas con presencia del lehendakari José Antonio Aguirre. Es el Centro Vasco más grande de América

Hay que decir que en Euzkadi hasta la llegada del militar golpista Chávez al poder se puede decir que no había venezolanos emigrantes, sino vascos que habían vivido en Venezuela o sus familiares. Hoy hay censados unos 5.600 en un solo año y siguen llegando despavoridos huyendo de aquel régimen que ha roto cualquier legalidad y normalidad institucional, mientras la inseguridad es permanente, la inflación se lo come todo, las colas son propias de aquella Unión Soviética, los maestros se van del país así como los médicos y enfermeras y de Venezuela ya han salido por emigración forzosa más de dos millones y medio de venezolanos, solo un millón de ellos en Colombia. Son datos objetivos corroborados por Naciones Unidas y denunciados por todos los organismos internacionales..

Frente a eso solo cabe solidaridad, ayuda humanitaria, información democrática y no silencio y propiciar unas elecciones libres   que logren poner las bases para recuperar un estado democrático hoy fallido por una cruel dictadura que apoyan los de la pancarta en la capital de Euzkadi.

Hace años, cuando en la rica y petrolera Venezuela, los partidos se peleaban entre sí por futilidades y les llegaba un militar mesiánico a arreglarlo todo en 1998 se decía que la sociedad estaba lo suficiente formada y era lo suficientemente inteligente para no caer en el sistema cubano de miseria repartida y dictadura compartida. Sin embargo la actual situación venezolana es aún peor que la que se vive en Cuba que, por cierto, vive del petróleo venezolano y tiene quince mil hombres tutelando el proceso chavista desde Caracas. Eso si es injerencia y no la de Trump.

Eso se dice también en Euzkadi. ”Aquí no puede ocurrir lo que ocurre en Venezuela”. ¿Por qué no?. Los que exhibieron esa pancarta tienen la misma mentalidad tiránica y totalitaria de los actuales camaradas del régimen madurista. Lo de ellos es llegar al poder, atrincherarse en él, utilizar toda esa fraseología ridícula tercermundista y actuar, si pudieran, porque hay gente en Sortu, afortunadamente no todos, muy peligrosa, muy totalitaria, muy impositiva, muy irresponsable, nada solidaria con lo que sufren los vascos en Venezuela y con los que aquí no cobran pensiones, y con el suficiente cerebro de mosquito, ignorancia histórica, fanatismo, negación del otro, insolidaridad e inhumanidad para decir que la actual democracia burguesa vasca hay que destruirla poniendo como modelo la chavista de la pancarta y el puño en alto del marxismo leninismo más cutre, el chavista. Y se quedan tan panchos y aquí, algunos, encima, les jalean. Que se vayan a Venezuela, como les piden en Euskal Etxea.