Ortuzar. Mozkorra borroka e Iceta

Jueves 28 de enero de 2021

En Onda Vasca han entrevistado este jueves al presidente del EBB, Andoni Ortuzar. La primera parte, como no podía ser menos ha girado sobre el cese y dimisión de los directores de Basurto y Santa Marina. El propio Ortuzar ha pedido no seguir dando vueltas a la manivela de algo que ya no da más de si, salvo para una oposición que cree encontrar en el tema el gran argumento para erosionar al Gobierno Vasco y al PNV. Y eso que fue inmediato el cese y la dimisión. Si en lugar de ocurrir esto y haber actuado como se actuó se hubiera procedido como lo hace ELA, tendríamos música hasta el verano, pero es que tenemos una oposición rodillo no un gobierno rodillo.

También ha hablado sobre lo ocurrido en Donostia y Santurtzi en relación a los incidentes con la ertzaintza que ha bautizado como «mozkorra borroka» dos palabras con muchas erres que son muy gráficas. También ha hablado del nombramiento de Iceta y de la marcha de Illa.

He aquí el tratamiento a los dos asuntos.

La reflexión que hacíamos es que siempre pasan cosas que nos acaban haciendo quitar el foco de lo importante. Lo anterior a esto fue todo lo que hemos vivido, todos los incidentes que hemos vivido en diferentes localidades, donde curiosamente confluían, no sé si llamarles negacionistas o jóvenes que no quieren acatar las normas con otros que, según ustedes, no perteneces a ese colectivo y que habían ido al ruido.

En Euzkadi nos conocemos todos y más en los pueblos. Lo que a nosotros nos llega es que, efectivamente, detrás de esos incidentes hay una amalgama de gentes muy diferentes, pero todos ellos con un denominador común, que es el antisistema y el oponerse a las normas establecidas y al buen gobierno en este momento de crisis por la pandemia, el oponerse a establecer una reglas que hay que cumplir por el bien de todos y por el bien de la salud pública. Me da igual si son negacionistas de extrema derecha o antisistemas de extrema izquierda, me da igual, porque el resultado final es el mismo, es ese tipo de altercados que son muy tristes. Son doblemente tristes porque no debieran de tener lugar nunca en la vida, en la convivencia de un país como el nuestro, y, segundo, es gravísimo que se produzcan en este momento. Y también es muy grave que haya gente que quiere mirar a otro lado o señale a quien no hay que señalar, porque yo estoy seguro de que la Ertzaintza no tiene ningún interés en desplegarse por las calles de nuestro país pero lo tiene que hacer cuando suceden este tipo de cosas. Y no creo que haya gente que, por mucho que esté frustrada por no poder salir, tenga que andar quitando alcantarillas o tenga que ir con los bolsillos llenos de piedras a hacer botellones. No entiendo qué tiene que ver una cosa con la otra, salvo que alguien quiera que haya lío.

¿Quién quiere que haya lío?

Pues no lo sé, pero hay gente que está buscando el lío. Y hay gente que está dando coartadas a los que parece que solo buscan el lío.

Sea más concreto.

Hemos oído declaraciones de dirigentes de una determinada formación política, y hemos asistido a votaciones de comunicados de condena de algunas instituciones en las que uno o dos partidos políticos o se han abstenido o han votado en contra. Es incomprensible que esto suceda a estas alturas, no puede ser, no podemos. Nunca ha sido legítima esa clase de lucha pero ahora sería tremendo que en el año 2021 y en la situación en la que estamos alguien legitimará la ‘mozkorra borroka’. Esto es gravísimo, y no creo que es propio de una sociedad sana tener gente así. Ese tipo de conductas tienen que ser denunciadas y tienen que ser claramente reprobadas, sobre todo por aquellos que se supone que tienen algún ascendente moral o político sobre esa gente. Que yo les diga a los que estuvieron en la Parte Vieja de San Sebastián o el otro día en Mamariga (una zona que conozco muy bien y sé de que pie cojea la gente que andaba ahí porque son conocidos), que yo les diga que no lo hagan, no va a tener ningún efecto. Ahora, que se lo digan otros y otras, a lo mejor sí. Pues, por favor, que lo hagan.

Ese mensaje me imagino que iba a los nombres propios de Maddalen Iriarte y Arnaldo Otegi, pero hay otra formación, decía usted, que también se ha escabullido de condenar, que es Elkarrekin Podemos. ¿Eso le ha sorprendido?

Sí. Yo creo que en la política vasca empezamos a tener algunos tics y algunos complejos propios de otras latitudes. Las cosas están bien o están mal, y punto. No están bien pero si me viene mal a mí, están mal. O no están mal pero…. Un partido político tiene que saber abstraerse de los entornos y de los intereses electorales, y tiene que decir las cosas claras: esto ha estado mal. Lo mismo que yo he dicho que ha estado mal la conducta inadecuada e inaceptable de las dos personas de las que hemos hablado antes, pues alguien tendrá que decir que eso estuvo mal y que la actuación de la Policía fue la que tuvo que ser en esas circunstancias.

Pues lo que se ha dicho es justamente lo contrario y el foco se ha puesto sobre la Ertzaintza.

Antes hablábamos del dedo y la luna. En este caso, el dedo es la Ertzaintza y la luna son los incidentes.  No hay que dar pie a esos incidentes, esa es la clave.

Vamos a mirar un poco a Madrid y a los cambios que ha habido en el Gobierno español. Parece que le dan la bienvenida a Miquel Iceta como Ministro de Política Territorial.

A ver, Miquel Iceta es un dirigente socialista, no es nacionalista y no es soberanista, no nos equivoquemos, no hagamos una sobreestimación y esperemos milagros de donde no se van a producir. Pero dicho esto es verdad que Miquel Iceta tiene algunas características buenas para el momento político en el que está y para el Ministerio al que va. Miquel Iceta, sin ser soberanista y sin ser nacionalista, es una persona que respeta y entiende a los que pensamos de esa manera. Va a un Ministerio que en este momento, en esta legislatura y probablemente en la que venga, va a ser un Ministerio crítico porque hay que abordar de una vez por todas el modelo de Estado, que hace aguas por todos los lados. Y creo que es bueno que dirija esos designios del Ministerio una persona de la periferia y que entiende el Estado de otra manera, que no es la nuestra, pero que la entiende de una manera más abierta, la participación o la existencia de naciones como Euskadi, como Catalunya, etc, que tienen que tener un reconocimiento… Ahora, enfrente tiene una tarea enorme y va a tener muchos y poderosos enemigos con inercias centralizadoras, con inercias negacionistas, ahora que se utiliza tanto la palabra, inercias negacionistas de los hechos nacionales… Yo le deseo mucha suerte y mucha fuerza, porque va a necesitar mucha fuerza, mucha voluntad y mucho tesón para vencer todas esas inercias y esos tics y esa resistencia al cambio que va a encontrar en su propio Ministerio.

Y la prueba, porque hechos son amores y no buenas razones, podría estar en marzo con Prisiones…

Claro, en marzo hay que sacar adelante Prisiones, el Ingreso Mínimo Vital y otras, creo que son cinco o seis materias las que están ahí pendientes. Y está en octubre con el siguiente paquete, y está el tercer plazo, en el que supuestamente acabaríamos cuarenta y tantos años después con el cumplimiento del Estatuto de Gernika. Ojalá sea el ministro que cerró el Estatuto de Gernika y su cumplimiento. Creo que para él, que lleva Iceta como apellido y sus antepasados, su abuelo, sus tíos y tías eran nacionalistas vascos, militantes del Partido Nacionalista Vasco, pues yo creo que sería bonito.

Y en 40 segundos, ¿qué le parece la maniobra que ha provocado todo esto, que es el abandono de Illa de Sanidad para ser candidato?

Bueno, en este momento de políticas líquidas y en que las encuestas y los test electorales mandan más que la capacidad de acción política… pues es normal. Creo que el Partido Socialista de Catalunya y el Partido Socialista Obrero Español han visto que tenían un activo electoral importantísimo y han decidido mandarlo. Yo conozco a Salvador Illa, creo que es una persona también de buen talante y no voy a criticarle, porque en política seguramente estaba en un sitio complicado y probablemente le han mandado a otro más complicado, pero en la forma de hacer política del PNV no creo que eso se habría producido así.

La relación de Iceta con el PNV

Miércoles 27 de enero de 2021

Conocí a Iceta en el Congreso de los Diputados. Es una persona cercana y amable.

Siempre que hablábamos de Euzkadi me decía que no tenía nada que ver con el obispo de Bilbao, Mario Izeta sino con su abuelo que era del PNV. Y cuando le preguntaban cuántas naciones había en España, respondía que nueve, para horror de sus compañeros de la calle Ferraz.

Nueve. Nada menos que nueve. Es lo que contestaba  el líder del PSC cuando le preguntaban  cuántas naciones hay en España. Guerra y Rodríguez Ibarra echaban fuego por la boca.

Una nación  es Catalunya, la de su abuelo Octavi, un simpatizante de Esquerra que vendía máquinas de escribir. ¿Otra? El País Vasco de su abuelo Miguel, que trabajó en la maquinaria bélica del Gobierno Vasco durante la guerra. Y está incluso la nación de Plácida, su «tata» aragonesa Aquí la historia familiar, y ‘plurinacional’, de Miquel Iceta, el gran contorsionista que quizás empuje al PSOE a reconocer a Cataluña como nación desde su puesto de ministro. Y su pasado en el partido, siempre entre bambalinas. Hasta fue ponente del polémico Estatut.

Esta historia podría empezar el 3 de octubre de 1959 en un salón del hotel Avenida Palace de Barcelona. Allí se celebra un banquete de bodas en cuyas mesas principales están sentadas dos familias.  La de la novia, los Llorens Ulargui, catatanes, burgueses bien situados y simpatizantes de Esquerra Republicana;  y la del novio, los Ice­ta Soto, vascos, burgueses venidos a menos y del PNV. Allí sonaron canciones vascas, catalanas y tam­bién castellanas. Y de aquel matri­monio, un año después, nacerá el hombre que acabará manejando los hilos del socialismo en el polvorín catalán. Se llama Miquel Iceta Llo­rens y, para, incomodidad de algu­nas federaciones socialistas, en ple­na negociación con ERC para que el partido independentista facilite la investidura de Pedro Sánchez, empujó al PSOE hacia el reconoci­miento de Catalunya como «nación» dentro de una España federal.

En aquellos lejanos días, todo va muy deprisa, la palabra maldita colocó en el foco al primer secretario del PSC. Es lo que dice la ponencia marco que el parti­do debatió entre el 12 y el 15 de di­ciembre en su 14° congreso: Catalunya es una «nación» que debe ser re­conocida y España, un Estado plurinacional. ¿Una nación? Sostie­ne Miquel Iceta que él no es nacio­nalista, y que no puede serlo, en buena medida, por sus orígenes.

—Yo lo decía en broma en casa: ¿pero cómo voy a ser nacionalista?, ¿Qué soy?, ¿nacionalista vasco o ca­talán? —contó Iceta a Crónica.

Esta es la historia de los apellidos (catalanes, vascos y castellanos) de Miquel Iceta Llorens Soto Ullargui Zubiaur Corredor Olalde Aguiló Castelló… Y de cómo el político que lleva 45 años en la maquinaria del PSC —con todos sus bandazos—, el catalán que susurró a Narcís Serra, a Josep Borrell, a José Montilla, a José Luis Rodríguez Zapatero, a Al­fredo Pérez Rubalcaba y ahora a Pedro Sánchez, pretende resolver «el encaje» de Catalunya en la Espa­ña de las «nueve naciones».

Año 1936, Bilbao. Golpe militar. El PNV forma junto a los socialistas y otros partidos un Gobierno Provi­sional liderado por el lehendakari Aguirre. Dentro de su Departamen­to de Defensa, crea la sección de In­dustrias Movilizadas: un conjunto de fábricas que prepararán material de guerra para los republicanos.

Entre ellas está Firestone, que produce neumáticos. Su consejo de administración, probablemente de ideas conservadoras, no se reúne, y su consejero delegado huye en bar­co a Estados Unidos. De modo que el Gobierno vasco se incauta de Fi­restone y en marzo de 1937 nombra a un ingeniero como delegado suyo en la empresa. Se llama Miguel Ice­ta Zubiaur —el abuelo de Miquel Iceta—y estará al menos tres meses al mando de la producción bélica encargada por el Ejecutivo, hasta la caída de Bilbao, según ha podido documentar el investigador de la Universidad del País Vasco Xabier Herrero.

El certificado del PNV

El Archivo del Nacionalismo Vasco que custodia la Fundación Sabino Arana posee dos documentos a nombre de Miguel Iceta Zubiaur. El más valioso es un certificado expe­dido por el Gobierno vasco durante la contienda y con el sello del Euzkadi Buru Batzar (PNV) corno «aval político», que detalla que el abuelo Iceta trabaja­ba como ingeniero industrial «al servicio de Industrias Movilizadas».

En el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, en un paquete de recibos referentes a los gastos del PNV de cara a los comicios de 1936, Crónica descubrió otra pista: un pequeño recibo a nombre de «Miguel de Izeta», domiciliado en la alameda Recade  en eI que se indica que «contribuye con 5 pesetas para atender a los gastos electorales del PNV.

¿Y qué fue del Ingeniero naciona­lista? Su nieto completa el relato: «Le aplicaron la Ley de Responsabilidades Políticas y fue encarcelado. Salió de la cárcel enfermo de tuberculosis y murió poco después, a finales de los años 40. Yo no le conocía. El equipo de investigadores del Instituto de Historia social Valentín de Foronda localiza a petición de este suplemento el expediente de un consejo  de guerra que concuerda con el caso. La ficha dice «Miguel Iceta Julián», probablemente por error; el resto de los datos encajan.

Según la causa número 251/37 el consejo de guerra se celebró en Bilbao el 23 de julio de 1937 (cuatro días después de la entrada de los franquistas en la ciudad). Miguel, de 39 años, consta como “afiliado al PNV” y le condenan por un delito consumado de “aceptación de empleo de los rebeldes”. “Durante el dominio rojo-separatista fue gestor de la casa Firestone como representante de Industrias Movilizadas”. La pena: inhabilitación de cargos públicos por seis años y un día.

Cuando murió antes de cumplir los 50, el ingeniero Iceta dejó viuda (Elisa Soto Olalde) y ocho hijos. La situación económica de la familia, buena antes de la guerra, empeoró. El líder del PSC relata que, con la muerte del cabeza de familia, su primogénito –el padre de Miquel Iceta, también llamado Miguel, entonces con 18 años, y su hermano gemelo, tuvieron que ponerse a trabajar. Así pasó el tiempo hasta que a los 28 años el hijo del ingeniero conoció a la mujer con la que iba a casarse: una catalana llamada Montserrat Llorens.

Confiemos que con Iceta se termine por cumplir el estatuto de Gernika como quizás lo haría su abuelo.

Tres comentarios. Programa de libros – EA – Sabino, el luchador.

Martes 26 de enero de 2021

1.- Mi comentario de ayer sobre la necesidad de un programa de libros en ETB, algunos lo han considerado  razonable y la propuesta necesaria. No todo tiene que ser el Conquis y las películas del programa de Linares, que bastante mérito tiene. Pero para eso hace falta una voluntad política en este sentido que no veo por ninguna parte. Y lo lamento.

Hay que crear hábitos, desos, necesidades orientadas hacia el consumo de cultura. Es una tarea larga, vocacional y muy difícil, pero si ETB hiciera un buen programa sobre libros o sobre cultura, con presentadores competentes y en una hora adecuada -para que la gente se familiarizara- estoy seguro que funcionaría.

Sobre este tema de los libros y de la transmisión de cultura intergeneracional tengo decenas de experiencias negativas de la insensibilidad de la dirección de ETB.  Y no veo en el momento actual remango para hacerlo. Y eso no fue lo que diseñamos en 1982 para el Ente Público. Muy lamentable.

2.- He oído hoy en Radio Euzkadi por la mañana una buena entrevista de Ander Arzak a la secretaria general de EA. La secretaria estaba a la defensiva. Se entiende. Su postura es impresentable. Su discurso más parecía de Sortu que de EA salvo en relación con la violencia. Se quejaba Eva Blanco de que no se le pregunte al PSOE sobre el GAL. Si se le pregunta. Y si se recuerda aquella imagen impresentable ante la cárcel de Guadalajara. En un programa de los sábados, el Parlamento de las ondas, Iker Casanova lo hizo y Eneko Andueza lo condenó con absoluta claridad. Andueza le pidió hiciera lo mismo a Casanova sobre ETA. Se negó. Y es que los Comisarios de Sortu siguen considerando que su experiencia humana fue válida. Normal en una ideología totalitaria. No es la socialdemocracia de EA, sino el marxismo leninismo. Y tienen un chollo. Mientras la Sra. Blanco les siga apoyando, nunca harán  la necesaria  reflexión ética, imprescindible para actuar en democracia con todos los reconocimientos. Por otra parte decir que es la primera vez que le escucho a esta señora hablar. Está diluida en la sigla Bildu, sin marcar  nunca perfil  de EA en ese autobús. Y ese es el problema que tienen.

3.- Hoy se cumplen 156 años del nacimiento en Abando de Sabino Arana. Su legado es una fórmula  condensada  en  siete palabras. ”Euzkadi es la Patria de los Vascos”. Nadie hasta entonces lo había dicho con criterio político dotándole de una bandera, un himno y un nombre. Fundó un partido para llevarlo a cabo.

Les guste o no a la IA es la principal figura nacional vasca, aunque no lo reconozcan. Hay otros que lo analizan en el contexto de sus peleas y luchas dialécticas de finales del siglo XIX. Se equivocan.

Recibo un correo de un representante de la derecha vasca que nos pide prescindamos de él. Sabino no creó un partido racista, creó un partido democrático y de valores y me enorgullezco de que un buen día, de hace muchos años, Koldo Mediavilla, Iñigo Camino y yo en reunión en mi casa creamos los Premios Sabino Arana para seguir perpetuando su memoria.

Ojalá algún día sea asumido como figura nacional por todos los vascos, aunque discrepen de sus planteamientos de hace  siglo y medio. Lo importante es la esencia de su mensaje y la esencia es la fórmula de la Coca Cola en esas siete palabras.

La fotografía es de los años treinta. Juventud Vasca organizaba visitas a la tumba de Sabino en Sukarrieta. El joven que está a la izquierda con gafas y la mano en la cintura es mi aita, que fue quien me transmitió su respeto por la figura de Sabino Arana.