Salgado le saca los colores a Rajoy en el debate presupuestario

Los del PP están que braman. Un año y medio de más  zapaterismo, cuando tenían la victoria al alcance de la mano, les ha sacado de quicio y en su crítica al gobierno nos han metido a nosotros por pactar con el PSOE. No saben que con este pacto logramos que no haya mayoría absoluta del PP, además de reforzar Euzkadi logrando se cumpla una ley orgánica como es el estatuto.

En el debate de ayer martes estuvo presente el acuerdo al que llegamos en 1996  con Aznar para su Investidura. Y es verdad. Tan verdad como que hubo un pacto secreto, la creación de Euskaltel como segundo operador de telefonía, que conté en mi libro “Agur Aznar”. Y ya se sabe. Si quieres guardar un secreto, escríbelo en un libro. Y lo escribí y resulta que catorce años después ha salido a la palestra y dejado muy tocado al líder del PP. Y es que con el PP además de lograr la eliminación del servicio militar obligatorio y de los gobernadores civiles llegamos a acuerdos en desarrollo estatutario, formación continua, concierto económico, devolución del patrimonio y Euskaltel.

Europa Press informaba de este pleno y del forcejeo de esta manera:

Salgado tacha de «torpe» a Rajoy por criticar acuerdos con nacionalistas cuando el PP los hizo en 1996.

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, ha tachado de «torpe» al líder de la oposición, Mariano Rajoy, por salir «en tromba» a criticar en el Pleno del Congreso los acuerdos del Ejecutivo con PNV y Coalición Canaria para aprobar los Presupuestos de 2011, y le ha recordado que el primer Gobierno del PP, en 1996, se sustentó en acuerdos con nacionalistas.

En su turno de réplica a Rajoy durante el debate del proyecto de Presupuestos Generales del Estado en el Congreso, Salgado le ha reprochado que aquellos acuerdos serán recordados porque el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, dijo hablar «catalán en la intimidad». Según la vicepresidenta, el catalán se hablaba «en la intimidad» porque, a la vez, los concentrados ante la sede del PP en Génova «insultaban» al entonces presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.

Y además, Salgado ha recordado que en 1996 el portavoz de CiU, Joaquim Molins, dijo que con esos acuerdos Aznar se había «dado la vuelta como un calcetín» y que el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, presumió de haber obtenido más de Aznar en dos semanas que de Felipe González en sus 13 años de gobierno.

«Acuerdos legítimos»

Dicho esto, Salgado ha insistido en que con «esos antecedentes», no esperaba que Rajoy fuera «tan torpe» como para criticar el acuerdo alcanzado con PNV y Coalición Canaria para apoyar los Presupuestos, cuando, según ha dicho, «son acuerdos legítimos dentro de la mayor normalidad democrática». «Y un Gobierno tiene la obligación de sacar adelante unos Presupuestos, más en un momento como éste, que son Presupuestos tan importantes y tan definitivos para la economía española», ha enfatizado.

Es más, Salgado ha sacado a relucir el acuerdo alcanzado con el PNV en 1996 para el «pleno desarrollo del Estatuto de Gernika» aunque, ha admitido que cuando el PP logró mayoría absoluta en el año 2000 aplicaron la teoría del «si te he visto no me acuerdo». «Pero  ¿lo que entonces era un avance histórico para la gobernación de España es hoy una cesión mezquina para conservar el poder?», ha preguntado a Rajoy.

Y ha aprovechado para criticar la «falta de transparencia» del PP y del propio Rajoy -que formaba parte de aquel Gobierno de Aznar- por «pactar» con los nacionalistas vascos que Euskaltel se convertiría en el segundo operador de telefonía vasca, según se recoge en un libro del senador nacionalista Iñaki Anasagasti. «Lo acordaron y no lo dijeron. Usted estuvo en persona en la reunión en la que se pactó y además se pactó no contarlo», ha resaltado, ante las muecas de asombro de Rajoy.

Salgado también ha echado en cara al líder del PP que cuando ocupaba la cartera de ministro de Administraciones Públicas utilizara el artículo 150.2 para ceder las competencias de tráfico a Cataluña. «Y en una contestación al señor Rodríguez Zapatero le dijo que iba a transferir el tráfico y todo lo que hiciera falta. A eso se llama doble moral, mucha gente lo entenderá así», ha recalcado.

Y ha concluido su discurso subrayando que están «contentos» con los acuerdos que han cerrado con el PNV y Coalición Canaria porque «son buenos» para España, para Canarias y para el País Vasco. El Ejecutivo, ha proseguido, «está ejerciendo su responsabilidad» y «hace lo posible para que los presupuestos generales del estado puedan ser aprobados y surtan los efectos que pretenden». «No contamos con su colaboración pero me atrevo a decir que mejor para todos sería que usted siguiera sin hacer nada», ha asegurado a Rajoy.

Salgado “se confunde”

En su turno de réplica, el líder de la oposición ha replicado a Salgado que «se confunde» al hacer referencia al pacto con el PNV porque, según ha añadido, fue «un pacto de investidura, no de presupuestos» y fue «público y transparente».

«Por eso usted lo ha podido leer aquí pero, sin embargo, yo no he podido leer el pacto al que ustedes han llegado con el PNV porque han engañado a la opinión pública y no lo han dado a conocer», ha espetado a la ministra de Economía, a la que además ha recriminado que traiga el discurso escrito y «preparado en un papel».

Rajoy ha dicho que, aunque Salgado haya sacado a relucir los pactos de los gobiernos de Aznar en 1996, él había venido a hablar «de lo que toca hablar hoy»: la política económica del Gobierno socialista y sus «resultados». Según ha destacado, el Ejecutivo socialista ha hecho 192 propuestas hasta el mes de mayo y los 4,7 millones de parados «es el resultado».

La «Seducción Democrática» que a Arnaldo le produce Egiguren

El domingo se publicó en El País una larga entrevista a Arnaldo Otegi, éste en la cárcel. Si Mac Luhan decía que «el medio es el mensaje», la cosa, estaba clara. La entrevista no se produjo en las páginas de Berria o de Gara, sino en El País, con permiso de Pérez Rubalcaba y dirigida a la pa­rroquia socialista y a la cúpula del PP.

La entrevista no era personal. Era un cuestionario y, en la cárcel, se tiene todo el tiempo del mundo, por lo que cada palabra estaba pesada y medida. Esa era otra de las peculiaridades del mensaje de Otegi.

Me llamó la atención las muestras de aprecio por Jesús Egiguren, presidente del PSE. A nadie más hizo carantoña alguna. A Egiguren si. Incluso corroboró algo que se sabía, aunque no se había confirmado y que era el que tras el atentado de la T-4, inmediatamente tuvo un encuentro con Egiguren.

Me llamó la atención la confirmación de lo que en su día se le dijo a Otegi y él recha­zó que fue que toda la propuesta de Anoeta, la de la rama de olivo y la de sacar la violencia de las calles, no tuvo la suficiente maduración y cocina. Ahora reconoce que se equivocaron.

Me llamó la atención de que habla que los socialistas les impiden presentarse a las elecciones porque estos tienen miedo a “un bloque popular nacionalista”. Mi pregunta es ¿con quienes y entre quienes?.

Me llamó la atención que Otegi utilizara una palabra maldita. Por lo menos lo fue para Josu Jon Imaz cuando habló de que había que seducir a España. Otegi utiliza la de “seducción democrática”. A Imaz le montaron una gran bronca. A Otegi no. Y no hay cosa más seductora que la democracia.

Otegi se opone a la violencia, pero no la condena. Lo suyo es no romper con ETA y no condenar. Podemos estar así otros quince años, aunque no lo parezca. Darle vueltas y más vueltas al molinillo.

Lo que más me gustó fue leer en sus labios que la violencia debe desaparecer de forma «unilateral, permanente y verificable». Me hubiera gustado que hubiera añadido: “por razones éticas y humanas”, pero ya sé que esto es mucho pedir. Lo de ellos no es centrar la acción en el ser humano, sujeto de derechos.

Y al final lo suyo es “la lucha por la independencia y el socialismo en Euskal Herria». Lo de la independencia como señuelo, como papel de regalo. Lo del socialismo real me lo creo. Y para eso hay que cambiar al nombre a Euzkadi por Euskal Herria. Que no tenga el menor toque sabiniano. Pero eso será, en breve, la gran discusión. De qué tipo de Euzkadi estamos hablando.

De todas formas mejor esto, que no lo que hemos visto en el pasado reciente.

Pero me gusta más el camino del PNV. Ciento quince años luchando por Euzkadi, día a día. Y respetando a las personas.

Zapatero contento, Rajoy cabreado.

Este domingo ha estado Zapatero en Ponferrada con los suyos. Llenazo. Se le veía distendido y retador.

Hace quince días estaba hecho polvo. El acuerdo del viernes con el PNV le ha dado año y medio de tiempo político  para recuperarse. Y año y medio en política es una eternidad. Estoy seguro de que se puede recuperar si hace los deberes europeos, cumple lo que ha pactado con nosotros y coge dos o tres banderas de fuste. Nos ha agradecido a nosotros y a Coalición Canaria, nuestro “sentido de responsabilidad”. Bueno, eso es  relativo. Hace un año nos mandó a galeras  fuera de Ajuria Enea y del Gobierno Vasco y hemos tenido que hacer de la necesidad virtud. Entre un Zapatero débil y un Rajoy con mayoría, ningún nacionalista vasco sensato busca al PP en La Moncloa, de no ser que quiera la confrontación total bajo el grito de guerra “cuanto peor, mejor”.

Pero si Zapatero está relajado Rajoy está cabreado. Y Cospedal, su secretaria general dice que hay que ponernos encima luz y taquígrafos para saber que hemos firmado los del “sindicato de intereses PNV-PSOE”. Que diga misa esta señora  que siempre está  cabreada.

Nosotros a lo nuestro que es Euzkadi, Zapatero a sus zapatos, que son la economía y Rajoy a hacer una oposición sensata a la que hemos echado un jarro de agua fría por el acuerdo, entre otras cosas, por la prepotencia de un PP que hasta ayer casi no sabía que existíamos.

Pese a que el PP lo tenía más que descontado, el pacto estable alcanzado entre el PSOE, el PNV y Coalición Canaria ha irritado  mucho a los populares. Una de las claves de su estrategia es incidir en la soledad parlamentaria del Gobierno, y si este pacto se concreta, eso desaparecerá. A Rajoy le molesta eso, que trastoca en parte sus planes de oposición, pero lo que más le preocupa es el coste político de ese pacto con el PNV. En público y en privado, el entorno de Rajoy insiste en que el problema es que con este pacto se favorece la posibilidad de que el PNV regrese rápidamente al Gobierno Vasco y trunque así uno de los experimentos políticos más novedosos  y más injustos y sucios de los últimos años, el Gobierno del PSE  en  Euzkadi con apoyo del PP con un frentismo españolista disfrazado de normalidad. Falsa normalidad.

En el  mitin  del PP en  un hotel de lujo en San Bartolomé  tuvieron un gran ambiente de total entusiasmo, Rajoy comparó este pacto con el que Zapatero alcanzó sobre la reforma del Estatuto de Catalunya en 2006 con Artur Mas, líder de CiU, también en la oposición, como el PNV. Rajoy cree que Zapatero ha vendido a Patxi López como antes vendió a Pasqual Maragall. No se acuerda del suyo de 1996. Alli, sin ser necesarios, pactamos la Investidura de Aznar. Y lo hicieron porque nos querían cerca. El PSOE tiene munición para darles en el cocorote.

Erre que erre

“Los pensionistas, las pymes y España pierden en este pacto para que Zapatero siga un año más y el PNV deje en posición de enorme debilidad al Gobierno de Patxi López. Ya pasó con el Estatuto. Zapatero pactó con Mas y dejó de lado a Maragall y luego engañó a Mas. Ahora debilita a López y transmite el mensaje de que para los temas importantes lo que cuenta es el PNV. Al final engañará al PNV, y si no al tiempo. Esto es un sindicato de intereses particulares contra el interés general”, dijo el líder del PP. También criticó el “apoyo vergonzante” de Coalición Canaria , que le hace “corresponsable” de la situación económica.

Miren que argumento utiliza. Los que gobernamos somos nosotros. Nadie se lo cree. La semana que viene, se verán en el congreso las enmiendas a la totalidad de los presupuestos. No van a prosperar. Allí verá el PP su inmensa soledad. En democracia un solo voto es decisivo y de oro. Y ellos, por mucho que les digan las encuestas que tienen 14 puntos de diferencia con el PSOE, esa distancia, a partir de esta semana, comenzará a cambiar y a achicarse.

Al tiempo.