Domingo 10 de mayo de 2015
Como todos los años, incluso en tiempos de la clandestinidad, se ha celebrado el recuerdo anual de aquella batalla entre David y Goliath en el Golfo de Bizkaia. El crucero Canarias ganó la partida a aquella Marina Auxiliar de Euzkadi, bous pesqueros de la Pysbe, mal armados para combatir contra aquel gigante llamado El Canarias. Pero fue una batalla épica donde aquellos gudaris defendieron a pelotazo limpio (dejarnos acabar este partido de pelota) a la ikurriña. Y perdieron, pero un oficial español se portó bien con ellos, el contraalmirante Manuel Calderón y pudieron salvar sus vidas porque su valentía le había llamado la atención.
Es una historia bonita, de las pocas que hay, que ya tiene sitio y recuerdo en el remodelado Museo de Bermeo.
Falta el del Museo Marítimo de Bilbao, porque me da que ya no tendremos ninguna Marina Auxiliar de Guerra y todavía queda un gudari vivo, Juan Azkarate, del Bou Araba que allí ha estado, cerca de Gaztelugatxe, en el monumento a aquella gesta. El director Ruizgómez seguro lo tiene en su agenda.
Antes había allí una especie de gran piedra con la fase de Walshingam que resumía bien aquella batalla. «Porque fueron rudos de corazón, prefirieron morir antes que rendirse». Ahora hay un mamotreto hecho por Néstor Basterretxea, que sigue sin gustarme, pero es lo que hay.
Ante ella se le ha bailado el aurresku a Juan y el presidente de Matxitxako Elkartea, Javier Olabeaga (hijo de un primo de mi aitona) ha dirigido unas palabras recordando lo que fue aquello, los familiares que han desaparecido este pasado año, y al gran Juan Pardo, alma y vida de la Asociación, historiador e impulsor del recuerdo, fallecido hace dos años y cuya memoria está siempre muy presente. Sin él, quizás, el acto de hoy no se hubiera celebrado.
Es de destacar que allí han estado su viuda, su hermano, y su hija con su novio. La otra hija, en Shangai este año ha organizado una exposición sobre aquella gesta. ¡En China!.
Ha estado ETB que ha cubierto la noticia, pero sin mucho entusiasmo.. Ha narrado la ceremonia. pero le ha faltado énfasis y una entrevista a la familia de Juan Pardo y explicar mejor lo que fue aquello. No es de extrañar que con informaciones tan planas los jóvenes no se apunten a actos de este tipo. Y es que es este el reto de esta Asociación. Conectar no solo con los hijos, sino con los nietos y con los amigos de los nietos. Este hito debería ser mimado por el Gobierno Vasco y por todos aquellos a los que se les llena la boca al hablar de la identidad vasca pero nunca acuden a actos de estos porque o están en una carrera ciclista o chiquiteando.
Izaskun Bilbao y Jon Goikolea han hecho un buen trabajo para la página de la eurodiputada. Seis entrevistas a gentes de todo tipo hablando del acto y de lo que supuso aquello.
La sencilla ceremonia ha terminado entonando todos los presentes el Euzko Gudariak.
He echado en falta a los maquetistas de Portugalete que han trabajado en las reproducciones de los bous y a gentes a los que les gusta el mar y sus historias.
Y la de la batalla de Matxitxako es bellísima.