La opacidad genera corrupción

Domingo 26 de febrero de 2012

Todas las aguas estancadas se pudren. Todos los sistemas sin control político manejando dinero público se corrompen. Está en el ADN de todas las sociedades y es bueno recordarlo ahora ante un hecho singular e insólito que ha ocurrido el sábado 25 de febrero en Mallorca. El yerno del rey, imputado en un proceso, se ha sentado en el banquillo de los acusados por su conducta «poco ejemplar» como así la definió públicamente su suegro.

Se ha hablado y se hablará mucho de este proceso, del caso en sí, de si en verdad «la ley es igual para todos» como dijo el rey en su mensaje de Navidad, pero solo deseo con estas líneas apuntar en la causa inicial del por qué todo ésto se ha producido y que es lo que hizo falta para que un joven deportista de familia de clase media alta, habiendo formado una lucida familia y teniendo su futuro asegurado haya caído en semejante agujero negro.

Dice el viejo refrán español que la «ocasión hace al ladrón». No siempre, pero es verdad que si se junta hidrógeno y oxígeno, sale siempre agua. Si usted junta un joven ambicioso con un ejecutivo aún más ambicioso y ambos están convencidos que nadie va a juzgar sus conductas porque la impunidad y la inmunidad son totales, hay que ser alguien de principios muy recios para no morder en semejante manzana.

El ex ministro y ex presidente de Baleares, Jaume Mata, le contestaba al periodista Jordi Evole el por qué había aceptado sin concurso público la oferta del Instituto Nóos para organizar unas Jornadas sobre De­porte y Turismo. “Le viene a usted nada menos que el Duque de Palma- decía Matas- con una Asociación sin fines de lucro y desea organizar algo que en sí es bueno para promocionar el turismo de las islas y no va a decir usted que no». Evole le replicaba. «Bueno, pero, si por ejemplo vengo yo con la misma propuesta ¿qué hubiera hecho?». «Pues pedirle se presentara usted en un concurso público. Usted no es el Duque de Palma» cerraba el ex presidente encausado asimismo por varios pre­suntos delitos.

En este simple dialogo está el meollo y el modus operandi y la excusa perfecta en una sociedad sin controles: “Me lo ha pedido el Duque de Palma». Pero, ¿quién es el Duque de Palma más que usted y más que yo?. Pues nadie. Absolutamente nadie. Solo le distingue el trabajo y la representación de su suegro, pero nada más. Lo mismo que las Infantas y lo mismo que el hijo del rey que solo aparece en la Constitución a efectos sucesorios. Para nada más. Todo eso de los Premios Príncipe de Asturias, de sus viajes a las tomas de posesión, de sus inauguraciones, son simples delegaciones de su padre pero él, por si mismo, no existe a efectos políticos para nada más que para la sucesión, sucesión que por otra parte presumiblemente se hará, conculcando los derechos de sus hermanas pues todavía la Constitución no ha sido reformada en este desigual punto. Algo también muy poco ejemplar.

Hace cuatro años escribí a petición de una editorial catalana un libro al que titulé «Una Monarquía protegida por la censura». El detonante de mi desencuentro con el rey fue la guerra de Irak pero durante años fui acumulando experiencias sobre dos datos que se ponían siempre de manifiesto como señas de identidad del actual sistema de monarquía parlamentaria.

El primero era que la monarquía, “es la institución más valorada por los españoles”. Todas las en­cuestas del ClS, con preguntas dirigidas, siempre arrojaban este dato mientras ponían a los políti­cos como lo peor reconocido por los encuestados, algo normal por otra parte, cuando todos los políticos nos ponemos pringando a todas horas unos a otros, cuestión asimismo normal en una democracia. Pero ha hecho falta que estalle el escándalo Urdangarin para que la monarquía, con algo más de luz encima, pase al puesto cuarto de la tabla.

Y la segunda cuestión era que la monarquía española es una de las más baratas de todas las monarquías. Ha hecho falta que estalle el escándalo para que el rey de cuenta de lo que gana y desglose algo sus gastos viéndose como los casi nueve millones de presupuesto global hay que multiplicarlo por cinco habida cuenta que Patrimonio Nacional y los Ministerios de Exteriores, Interior, Defensa y Presidencia pagan la mayor parte del gasto diario de palacios, mantenimiento, personal, desplazamientos, actos oficiales y demás.

No ha hecho falta más que poner un poco de luz para que dos de los estandartes de la Casa, caigan al suelo.

Pero no es lo que ha ocurrido aquí estos 35 años. Tanta opacidad, tanto ditirambo, una nula capacidad de con­trol parlamentario y político, ley del silencio, y cerco total a cualquier información negativa dieron un caldo de cultivo adecuado para que un avispado jugador de balonmano acompañado por un avispado personaje sin escrúpulos hicieran lo que hicieron. Y no hay más.

Si en España hubiera habido como en Alemania, una prensa y una política escrutadora y valiente, otro gallo hubiera cantado. El viernes 17 de febrero, el presidente alemán dimitía de su cargo. El 25 de febrero el yerno del rey ha comparecido ante la Justicia. Y es que no puede existir un sistema democrático sin luz, sin taquígrafos y sin preguntas indiscretas. Es la esencia del sistema. Buena esencia.

La Superprotección de la Casa Real y la tonta discusión sobre el paseíllo a pie.

Sábado 25 de febrero de 2012.

Nos hemos pasado un mes discutiendo, argumentando, opinando, sobre si Urdangarín debería entrar en coche o andando al Juzgado de Mallorca. Y todo porque desde la Casa Real y la policía decían que le iban a tirar huevos, insultar, e incluso agredir. Al final el juez Pedro Castro, muy en contra de su voluntad y para que no se dijera que tenía animadversión al imputado, accedió el viernes  a que entrara en coche y bajara esos cuarenta metros, donde no hay público sino cámaras de fotos y de televisión, superpotegido. Y toda esa presión policial y de la Casa Real en el fondo era  para que no saliese una fotografía de un miembro de la real familia bajando una cuestecita del Juzgado.

Afortunadamente, para nada. Nos podían haber ahorrado la pérdida de tiempo.

Iñaki Urdangarín, demostrando que todas las prevenciones  de esos malos funcionarios de la Casa Real en su exceso de celo eran falsas, ha decidido bajar la cuesta andando  y decirles a los periodistas que es inocente. Y no ha pasado nada.

Pues muy bien. Ha hecho lo correcto. Y ha desmentido el mal trabajo de esos paniaguados cuyas sucias manos  ponen siempre  el caldo morado. Los escoltas de Felipe de Borbón no dejan a la gente ni acercarse a este señor ni a dos metros en evidente acto de abuso de poder.

.A mi, en una oportunidad, tras una cena y queriendo salir de Palacio, me dijo uno de ellos que no podía salir porque el rey todavía no lo había hecho. Le miré y solamente le dije:”Le voy a demostrar como si puedo salir”.Y me fui escaleras abajo.

Todo ésto me ha recordado algo que no lo digo yo, sino nada menos que el Tribunal de Estrasburgo.

La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, no revisó la condena a España por haber vulnerado la libertad de expresión de Arnaldo Otegi. El recurso presentado por la Abogacía del Estado fue rechazado, lo que implica que el exportavoz de la ilegalizada Batasuna debería ser indemnizado por el Estado Español con 20.000 euros.

Los Servicios Jurídicos del Estado Español intentaron que la Gran Sala, compuesta por 17 magistrados, revisara la sentencia de marzo en la que el tribunal declaró que España había vulnerado el derecho a la libertad de expresión de Otegi, por haber sido condenado a un año de prisión por los tribunales españoles por un delito de injurias al rey.

La condena se basó en que Otegi que en 2003 era parlamentario de Sozialista Abertzaleak hizo unas declaraciones en las que se refirió al rey como el «responsable de los torturadores», durante una visita que Juan Carlos I realizó a Bizkaia en 2003. Los responsables del diario Egunkaria que luego fueron absueltos por la Audiencia Nacional acababan de denunciar torturas durante su detención.

El objetivo de la impugnación de la Abogacía del Estado era determinar los límites impuestos por Estrasburgo a la protección del jefe del Estado dispensada por la legislación española, así como para la libertad de expresión de los políticos ante la existencia de terrorismo.

La decisión adoptada por cinco magistrados de no elevar a la Gran Sala la impugnación supone una ratificación de la sentencia del tribunal europeo que enmendó la plana a las más altas instancias judiciales españolas, el Tribunal Supremo y al Tribunal Constitucional.

Incluso fue más allá, al calificar de «sobreprotección» la prevista en el código español para el monarca y que supera con creces la fijada para el resto de instituciones del Estado.

La resolución concedió 20.000 euros a Otegi por daños morales, al entender que la pena que le habían impuesto los tribunales españoles por un delito de injurias graves al rey había sido «particularmente severa» y «desproporcionada».

Conviene recordar estas cosas a ese mundo cerrado y sin oxigenar que es el de esos malos funcionarios a los que Estrasburgo les dice que sobreprotegen al monarca. Que es lo que han hecho con toda esta estéril discusión de las últimas semanas. Y que ha sido la tónica de treinta años.

Y finalmente recordar una vez más lo que intentó hacer sin éxito esta misma semana el senador Jordi Guillot cuando formuló estas tres preguntas:

1.- ¿Considera el Gobierno que es función de la Casa Real dirigirse a los juzgados de Palma con el objetivo de permitir al imputado Iñaki Urdangarín no acceder el sábado 25 de febrero a pie como lo haría cualquier otro ciudadano?.

2.- ¿Considera el Gobierno que el imputado Iñaki Urdangarín corre riesgos de seguridad el día citado a declarar en los juzgados de Palma?.

3.- ¿Qué opinión le merece al Gobierno que la declaración del imputado Iñaki Urdangarín no sea grabada ni se permita tomar imágenes como la de cualquier otro ciudadano?.

¿Y qué pasó?.

La Mesa del Senado ni las admitió a trámite.

Y luego se quejan de que Urdangarín se creyera tan inmune y tan impune como su suegro. Con semejante  vasallaje a su lado de gente tan roma de inteligencia, como para no caer en la tentación de la manzana envenenada.

Comienza la operación “Cortafuegos”.

Ha comenzado, tras los primeros momentos de  duda, la gran campaña cortafuegos. ¿En qué consiste?. En lograr centrar toda la atención en Urdangarín. En lograr que el asunto prescriba. En llevar al ánimo de quienes son Juancarlistas que ha podido haber errores de gestión, pero no robo. En que la pareja Cristina-Iñaki es sólida y aguanta el oleaje. En que Felipe de Borbón está cabreado y a él ésto no le afecta. En seguir con la agenda del rey inaugurando cosas y leyendo malamente sus discursos, y, en definitiva, en que aquí no pasa nada. Ya están el PSOE, el PP, Prisa, Recoletos y el ABC, para garantizar la vida de esta modélica “monarquía parlamentaria”. Y, a vivir, que son dos días. Eso si. A cuerpo de rey.

La censura de TVE

Viernes 24 de febrero de 2012

Pregunté el martes por el Tratado pesquero de la Unión Europea con Marruecos al ministro de Agricultura y Pesca, Miguel Ángel Arias Cañete con quien había estado cuatro años, en la IX legislatura, trabajando en Asuntos Europeos y manteniendo 72 reuniones de la Comisión Mixta, sobre la Unión Europea. La pregunta y la respuesta la publiqué aquí el miércoles.

Bien es verdad que le noté seco y cortante para lo que es él de carácter. Tenía su explicación. Arias Cañete viajaba al día siguiente a Marruecos y ratificaba el acuerdo, desdiciendo todo lo hecho por el PP en la anterior legislatura en relación con los derechos de los saharauis a ser ellos quienes autoricen la pesca en sus aguas. Marruecos no está legitimada para ello.

Pues bien. De mi pregunta, de mi petición de consideración a los saharauis, de la respuesta del ministro, RTVE no dijo nada de nada. No existió. Nadie se enteró.

Al día siguiente Arias Cañete viajó a Marruecos y TVE allí estuvo y sacó sus imágenes y declaraciones, ante un ministro marroquí satisfechísimo.

TVE tiene obligación de informar- Es un Ente público, no una televisión privada de partido, pero solo informa de aquello que afecta e interesa al gobierno central. Nada que ver con los derechos saharauis, ni con nuestra pregunta y argumentación. Y a eso se le llama con palabras feas: censura y manipulación.

No dejan preguntar sobre Urdangarin

El Congreso y el Senado tienen la obligación de controlar al gobierno. Pero éste no se deja con­trolar y, a través de las Mesas del Congreso y del Senado, impide todo control parlamentario que tenga algo que ver con el rey.

A mí me lo han hecho reiteradamente. Al senador Guillot se lo han hecho esta semana. Y así como TVE manipula, a todo lo que tenga que ver con el rey, se le impide el control.

La Mesa de la Cámara Alta rechazó en su reunión del martes 21 por la mañana admitir las tres preguntas al Ejecutivo que presentó el grupo Entesa pel Progrés de Catalunya -que integra a PSC, ICV y EUiA- sobre el escándalo que ha salpicado a la Casa del Rey, al entender que esa cuestión no es competencia del equipo que preside Mariano Rajoy.

El veto lo recomendó el letrado mayor del Senado durante la reunión de la Mesa que tuvo lugar antes del pleno de este martes. Y todos los partidos presentes en dicho organismo, PSOE, PP y CiU, acataron esa decisión a pesar de que, al tener la última palabra, podían haberlo incluido en la sesión plenaria.

Las preguntas que había registrado el senador de ICV y portavoz del grupo de Entesa, Jordi Guillot, se interesaban principalmente por las supuestas injerencias de la Casa Real en el caso. Una de ellas preguntaba sobre la petición que hizo la institución monárquica a los juzgados de Palma de Mallorca «con el objetivo de permitir al imputado Iñaki Urdangarin» no acceder el próximo sábado a su declaración ante el juez «a pie como lo haría cualquier otro ciudadano».

Guillot también quiso conocer la opinión del Ejecutivo acerca de los riesgos que podría correr el duque de Palma el día de su declaración, y sobre que Urdangarin no vaya a ser grabado durante la vista «como cualquier otro ciudadano».

“No todos iguales ante la ley»

En este caso se demuestra que no todos somos iguales ante la ley», consideró el senador, tras conocer la decisión de la Mesa. Y restó importancia al hecho de que fuera el letrado mayor de la Cámara Alta, un funcionario independiente de intereses políticos, quien decidiera vetar sus preguntas. «Es el letrado mayor, pero la decisión la toma la Mesa», recordó.

Todo se debe, en su opinión, a la «actitud de sobreprotección a la figura del rey» que mantienen los principales partidos españoles pese a que la institución, según el parlamentario ecosocialista, «está trasnochada» desde hace años. Guillot denunció, además, la actitud «nada ejemplar» que ha demostrado la monarquía ante el caso Urdangarin, al no «presentar los hechos por los que está imputado el duque cuando tuvo conocimiento de los mismos».

El rey y el 23-F también son intocables en el Congreso. La Mesa de la Cámara Baja vetó las preguntas de la Izquierda Plural acerca de ambas cuestiones. Laia Ortiz, diputada de ICV, se había interesado por la información publicada por el semanario alemán Der Spiegel, acerca de la comprensión del rey hacia los golpistas.

Final de copa

Para animaros un poco, que falta nos hace:

Estamos preparados!!!