Martes 30 de noviembre de 2021
El conocido periodista Xabier Lapitz escribió ayer un tw que decía.
“Hoy es un buen día para recordar que merece la pena invertir en obra pública para minimizar riesgos. Zorrozaurre, La Peña, Martutene…y aún faltan otras por hacer”.
Ese texto acompañaban unas imágenes impresionantes de la Ría de Bilbao entre el puente de San Antón y el Arenal donde se veía una ría embravecida a punto de desbordar con su agua marrón a gran velocidad y hasta con olas.
Y tenía razón Xabier aunque él sabe mejor que nadie que este tipo de obras millonarias no son precisamente muy agradecidas y aceptadas cuando se apuesta por ellas aunque hay que hacerlas y es lo que se ha venido realizando estos años. En los actuales presupuestos el EAJ-PNV ha logrado se aprueben varias enmiendas sobre soterramiento de vías, llegada de trenes, encauzamientos, paseo marítimos y diversas obras que han pasado totalmente desapercibidas, entre otras cosas porque no se publicitan. Soy del criterio de darlas y darlas a conocer. Se ha hecho muchísimo pero falta otro tanto.
Casado yo con la entonces directora de aguas me recitaba diariamente la lección de la urgencia de la transferencia de aguas que ya llevaba catorce años de retraso y solo la logramos cuando el PSOE necesitó un diputado del PNV para la presidencia de la Comisión de Investigación del caso Mariano Rubio en 1994 negociándose todo en dos días. Así funciona aquel patio como aquí funcionaba el de que nos vendíamos por un plato de lentejas.
Gracias a ese plato de lentejas y a las obras realizadas a pesar de la intensidad de estas lluvias los vecinos de Romo no han tenido que salir de sus casas en Zodiac ya que se había construido indebidamente sobre el cauce del río Gobelas y éste, cuando llovía como estos días, se salía de madre y lo anegaba todo. Sin embargo estos días ha llovido como en el Diluvio y no ha ha habido grandes tragedias. Desgraciadamente aquellos que montaron una agresiva plataforma no han dicho ni mú, porque todos consideramos que es obligación de las instituciones hacer ese tipo de trabajos públicos. Es verdad, pero los partidos tienen prioridades y si el PNV no hubiera tenido aquella, hoy se hubieran anegado muchos vecinos que hoy viven sin preocupación.
Hubiera pasado seguramente con Deusto y San Ignacio si no se hubiera abierto la isla de Zorrozaurre y su canal. Fue una apuesta discutida, pero ha sido buena para todos. Lo mismo en Basauri, que aunque han sufrido afecciones en los bajos de algunas casas, de no haberse realizado la sustitución de puentes y la apertura del cauce en aquellos lugares donde se podía, la avería hubiese sido muchísimo mayor y gracias también al tanque de tormentas de Etxebarri y a la corta de la Peña que han ayudado a Bilbao a no haber tenido mayores problemas.
Queda mucho por hacer. Por ejemplo en la actualidad se está actuando en el Ibaizabal en la zona de Galdakao y eso ha ayudado también: El plan de inundaciones señala claramente las zonas más vulnerables de la Comunidad donde se ha venido actuando y se necesita seguir avanzando y resolviendo. No nos podemos olvidar de obras de interés general que finalmente después de treinta años parece haber llegado el momento de su ejecución y me estoy refiriendo al Saneamiento del Alto Nervión.
Este es un debate interesante que solo sale en los medios cuando las aguas se salen de cauce, nunca antes, y son muchos de los partidos que más vociferan y van de ecologistas los que no destinan los medios suficientes para seguir apostando por este bien público al que tildan de cemento por una parte y en la otra no se apuesta por ellas porque son obras que no se ven, y eso políticamente no es rentable.
Nadie habla hoy de la Incineradora de Zabalgarbi ni pasa factura a la irresponsabilidad de colectivos que nos anunciaban un muerto cada hora.
Como bien dice Lapitz hoy es un buen día para recordar que merece la pena invertir en obra pública aunque ninguna de las enmiendas presentadas a los presupuestos vascos de Bildu, Podemos y el PP se refieran a estos temas.