Bildu volvió a caer en la trampa.

Jueves 22 de octubre de 2020

Los jabalíes fueron un grupo de diputados de extrema izquierda que se destacaron por su política antigubernamental durante las Cortes Constituyentes de la II República. Recibieron este nombre tras un discurso pronunciado por José Ortega y Gasset el 30 de julio de 1931 en el que afirmó que “es de plena evidencia que hay sobre todo, tres cosas que no podemos venir a hacer aquí: ni el payaso, ni el tenor, ni el jabalí”.

Los jabalíes se distinguían por su bronco discurso político donde era destacable  su agresividad y su demagogia.

Los jabalíes en la Moción de Censura  han sido Abascal, Espinosa de los Monteros y Garriga franquistas sin reciclar de la derecha y ultraderecha española. El payaso, fue, como casi siempre Joan Baldoví, y el tenor o la soprano, Mertxe Aizpurua que representando una fuerza política muda cuarenta años  se equivocó agotando hasta el último minuto su tiempo de exposición. Como dice el Eclesastés, hay un tiempo para todo y el del miércoles era el tiempo de hacer honor a lo que se había acordado en el Parlamento Vasco en relación a Vox. Ni puñetero caso.

Y es una pena pues siguen  sin saber hacer política en serio, no eligen bien los discursos y caen en la trampa de un Abascal  al que pusieron en bandeja su grosera puesta en escena contra ellos. Si  todos hubieran hecho el miércoles lo mismo que el PNV, Abacal se hubiera quedado colgado de la brocha de su infamia política. Pero Bildu, por sacar cabeza, por tener su media hora como  gran defensora de los derechos humanos y de los derechos de los vascos solo demostró su poca visión de la jugada , su carencia argumental y su falta de tino para elegir el momento, sobre todo ,vuelvo a repetir, cuando  había habido un acuerdo sobre ello en el Parlamento Vasco.

La intervención de Mertxe Aizpurua que no pasará a los anales del parlamentarismo  solo demuestra que  les faltan muchas millas  para navegar con acierto en aquellas aguas turbulentas y sobre todo para hacerse con un discurso creíble. Lo del miércoles solo fue  el clásico manoteo de una diputada como queriendo decir que aquí estamos para lo que usted Sr. Sánchez guste mandar. Somos los antifascistas verdaderos. Pues no. La Sra. Aizpurua solo estaba haciendo de soprano. Lo que decía Ortega y Gasset que no hay que hacer. No  aprenden.

Abascal realizó la enésima manipulación de las víctimas. Ahí Matute estuvo bien recordándole los muertos de las cunetas pero harían bien los de Bildu en no dar pábulo a esta derecha salvaje y disolvente  dándoles argumentos con  sus recibimientos a los presos que vuelven a casa tras cumplir sus condenas. Siguen sin asimilar que todo aquello fue un horror y que ponen en bandeja manipulaciones como la que vimos hacer a Abascal recitando una a una  las víctimas de ETA, no así las del GAL y otros horrores.

¿Cuándo los Iker Casanovas, los Julen Arzuaga, las Maddalen Iriarte se van a tomar este tema en serio su gran asignatura pendiente si quieren que les respeten  y no manipulen el pasado cuando caen cada semana en un blanqueamiento de aquella tragedia?. Nunca van a lograr les respeten si miran para otro lado y le ponen al partido socialista en un aprieto al recibir toda la carga artillada de la Brunete Mediática y del PP y Vox.

¿Cuándo terminarán de hacer bien sus deberes?.

No me imagino a la Sra. Merkel cayendo en la trampa del neonazismo en el Bundestang y entrando al  trapo y al cuerpo a cuerpo con ellos. No les da la menor oportunidad para que absolutamente ninguna de sus bravatas, amenazas  e insultos tengan asiento en el templo de la palabra. Solo así se gana credibilidad y respeto.

Este miércoles el PSOE, Podemos, ERC, PDCat y Bildu cayeron en la trampa. El PNV, Aitor Esteban y el Grupo Vasco, no. Minuto y medio fue suficiente para despachar  la patochada agresiva de Abascal.

Y es que la democracia tiene sus reglas que es preciso conocer a riesgo si no de  hacer el jabalí, el payaso o la soprano.

El agur de Mujika y Sanguinetti

Miércoles 21 de octubre de 2020

Fue el martes 20 de octubre en el grandioso parlamento uruguayo. Dos monstruos de la política de aquel país, en polos ideológicos contrapuestos, se despidieron de la política en primera línea con sendos discursos hechos para ser recordados. Me enteré de ellos buscando un dato en Facebook y apareció Mujica en su escaño, masticando las palabras y diciendo adiós a una acción política empujado por la edad y la pandemia después de una vida en la que ha visto y sufrido de todo. Apunté algunas frases que me gustaron.

Dirigiéndose  a los jóvenes les dijo que “triunfar  en la vida no es ganar. Triunfar en la vida es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae”.

Sobre su vida. ”¿Qué es lo que le llama la atención al mundo?. ¿Que vivo con poca cosa, una casa simple, que ando en un autito viejo, esos son las novedades?. Entonces este mundo está loco porque le sorprende lo normal”.

“En mi jardín hace décadas que no cultivo el odio. El odio termina estupidizando”.

“La política es la lucha por la felicidad humana  aunque sea una quimera”

El otro gran orador, más barroco y menos coloquial, pero igualmente eficaz era Julio María Sanguinetti que dijo que “dedicar la vida a la política tiene que ver con que te duelen las injusticias”.

“Vivir es tener causas, vivir es luchar, vivir no es sobrevivir”.

Me gustó ese buen espectáculo de dos hombres de 84, Sanguinetti y, 85, Pepe Mujica, rodeados del respeto de toda la cámara leyendo en vida el discurso fúnebre de dos vidas dedicadas a los demás. Y los dos han sido presidentes del Uruguay.

Lástima que aquí estos buenos espectáculos no sean noticia.

Sobrevolando el Campo de Concentración de Gurs.

Martes 20 de octubre de 2020

Encuentro esta fotografía del Campo de Concentración de Gurs, cerca de Bayona. A mi aita junto a todos los jóvenes refugiados vascos de la guerra los iban a encerrar en este siniestro lugar al inicio de la II guerra mundial en abril de 1939. Acababa de finalizar la guerra civil y los tambores de guerra alemanes e italianos sonaban con fuerza. De ahí que eligieran ir al exilio a América, pensando en volver cuando la guerra terminara. No fueron momentos fáciles.

La foto fue obtenida el 9 de abril de 1939 a bordo del avión especial del periódico “La Petite Girtonde”, pilotado por Pierre Obrecht siendo el cámara George Berniard.

En este campo habían estado burukides, diputados y consejeros del PNV así como sacerdotes y autoridades varias. Posteriormente fue utilizado para encerrar judíos perseguidos. Hoy en este lugar se recuerda aquel horror con un pequeño monumento que no hace honor a la importancia de este lugar en el museo de la represión.

La fotografía tenía este pie:

El tranquilo pueblo de Gurs (Basses-Pyrénées) no sospechaba, hace un mes, que conocería hoy la animación de una gran ciudad de guarnición. Sin embargo, su verde llanura, que se extiende hasta las primeras estribaciones de los montes pirenaicos, desapareció en pocos días. Por todas partes crecieron barracones como setas, se trazaron kilómetros de carretera, se colocaron canalizaciones, un castillo de agua elevado. Y por fin, el campamento, que albergará quince mil refugiados españoles, se agita febrilmente.

Mientras mil soldados franceses han venido a ocupar la localidad, los camiones de material se suceden hacia el campamento, acompañados de automóviles de turismo, de ciclistas curiosos, de visitantes a pie, que, detrás de las largas colas de alambre de púas, mirando curiosamente el paisaje que se parece extrañamente a un pueblo de retaguardia.