El cancionero de Juventud Vasca

Viernes 22 de marzo de 2024

D. Manuel de Irujo decía que Juventud Vasca de Bilbao en la calle Bidebarrieta era un horno de nacionalismo. Charlas, debates, excursiones, enseñanza del euskera, grupos de bailes y de mendigoixales, idilios…todo.

Mi aita con sus hermanas se la pasaban allí yendo y organizando cosas. Mi aita   era el enlace de Juventud Vasca de Bilbao con Emakume Abertzale Batza y  por eso le llamaban Emakumo. Siempre con chavalas en alegre biribilketa. Pero no solo eso, sino promoviendo la Escuela  Vasca.

He encontrado este pequeño libro editado por Juventud Vasca. Estaba desconchinflado y María Esther me lo ha encuadernado primorosamente. Se titula Euzko Abestijak y tiene en la portada un dibujo del gran pintor Nicolás Martinez Ortiz que hizo con Nik Kintana esos preciosos carteles de los Aberri Egunak, de fiestas y concentraciones. En su interior un cancionero.

Comienza lógicamente con el Himno Vasco, le sigue la resurrección de Itxarkundia, el Himno de San Ignacio, el himno de los mendigoixales y sigue con los cantos patrióticos, comenzando con ¡Euzkotar´ak Gara!, Jagi, Jagi, Lenago il, cantos amatorios, cantos religiosos, cantos de navidad, cantos populares, canciones de Cuna y así hasta 144 páginas.

El objetivo era que se cantase, que se aprendiesen las letras en euskera, que se entonaran en grupo, que se dejara huella.

Ojalá hoy los Batzokis resucitaran estas canciones con los mismos objetivos. A la gente le sigue gustando cantar.

Mañana se cumplen 64 años del fallecimiento del primer Lehendakari

Jueves 21 de marzo de 2024

Fue el 22 de marzo de 1960. Nadie lo esperaba. Tenía 56 años. Pleno de vitalidad y de planes. Insuflaba optimismo y mantenía la llama del exilio y del interior. Era la gran referencia vasca, de unos y de otros. Y de repente cuatro palabras fatídicas: ”Ha fallecido el Lehendakari”. Fue un bombazo con el legado de un absoluto sentimiento de orfandad. Recuerdo a mis aitonas en Donostia. ¿”Qué  va a ser de nosotros”? Lloraban desconsoladamente.

La fotografía es de la multitud ante la casa de Telesforo de Monzón donde se estaba velando su cadáver.

A sus funerales pasaron a Donibane Lohizune los que pudieron. La policía española obstruyó el paso de la oprobiosa frontera. Dejaban  pasar v a cuentagotas. Y les hacían ficha. Pero pasaron y estuvieron en aquel magno funeral y luego en el cementerio. Allí mismo, bajo la lluvia, Jesús María de Leizaola juraba su cargo de segundo Lehendakari ante el ataúd del Lehendakari Agirre.

Es una imagen poderosa. Nos informa la voluntad de aquella generación de seguir la lucha y posteriormente rendir cuentas. El mismo Lehendakari Leizaola que, tras la aprobación del estatuto de Gernika, en diciembre de 1979 volvió del exilio y entregó su mandato, su fiel y leal mandato al presidente  del Consejo General Vasco en Gernika, Carlos Garaikoetxea.

Es una historia triste pero de la que nos debemos sentir muy orgullosos. Pocos tienen semejante acervo humano y humanista.

La obligación que tenemos es que no se pìerda, como se está perdiendo.

Tres Diputados Generales y un Alcalde cuentan lo vivido en 1986

Miércoles 20 de marzo de 2024

En esta mesa hay tres antiguos Diputados Generales y un alcalde de Bilbao (Bergara, Pradera, Gonzalez de Txabarri y Ortuondo), aparte de Iñaki Agirregomozkorta que trabaja en la segunda parte de su libro sobre la división del EAJ-PNV en 1986. La primera fue vendida y promocionada por Deia. La segunda trata de buscar testimonios de una y otra, llamémosla trinchera, para ir entendiendo aquel desastre político que dejó tantos girones en el camino y solo sirvió para debilitar al nacionalismo.

Todos los presentes han contado su partecita de la historia destacando Josu Ortuondo que era burukide del EBB y fue un hombre clave en todo aquel proceso tan duro. En pedir y volver a  pedir a Garaikoetxea que no se fuera, en trabajar la candidatura de Ardanza y lograr su sí, y  el día a día. Pero lo mismo Pradera haciendo hincapié en la confederabilidad, que Bergara desde el Parlamento, que Gonzalez de Txabarri, miembro del primer GBB tras la división.

Y es que una división no se puede reducir a una pelea de dos “gallos políticos” de aquel momento boreal. Era el modelo de gobernanza con un gobierno sin muchas capacidades, unas poderosas diputaciones, un enfrentamiento paulatino de personalidades que va surgiendo con la doble presidencia de Garaikoetxea en el EBB y en el Consejo General Vasco, en la pelea sindical, la defenestración del Bizkai presidido por Antón Ormaza, la retirada de  las Cortes en 1980 de diputados y senadores, el boicot a Suárez a cuenta del Concierto Económico, el acuerdo con el PP en Navarra, la expulsión de los representantes navarros, la leña al fuego arrojada por medios de comunicación que querían tanto al PNV que trabajaron para que hubiera dos PNV, la elección de la capital, la paridad territorial, la ley de territorios históricos y una falta evidente, por ambas partes, de aceptar las reglas del juego de un partido con sus más y sus menos. Faltó democracia y faltó mano izquierda y el resultado está en la historia. Nada para estar orgullosos de ello. Dividió un partido, dividió familias, dividió amistades.

De eso hemos ido hablando desde la veteranía y de ver que todo ese acervo hoy no es tenido en cuenta. Se echa en falta una Zestoa 2. Una pena.

Ortuondo ha contado pormenorizadamente como fue la discusión del EBB y de Javier Atutxa para que Garaikoetxea no dimitiera y como la designación de Ardanza. Nunca estuvo en el guión que Garaikoetxea dimitiera y aquello fue un auténtico mazazo al que se le hubo de dar frente entre otras cosas la formación de un gobierno con un PNV, ganador en votos aunque perdedor en dos escaños. Y aquellas reuniones maratonianas donde por estar cerrada la casa Amadora, Olazaran e Intxausti llevaron al edificio Granada unos pollos comprados en La Palanca. Viejas historias humanas y políticas.

Nos han tenido que echar del comedor pues hubiéramos estado hasta la madrugada como cuando el EBB, tras la dimisión de Garaikoetxea, se le pidió a Ardanza que fuera al edificio Granada para que aceptase la candidatura de Lehendakari y contestó negativamente. En fin. Historias reales con conclusiones, no cuentos del abuelo cebolleta. El actual partido es heredero de  aquellas decisiones. Y es bueno saber de donde venimos para saber a donde vamos.