A menos impuestos, peor sanidad

Martes 17 de mayo de 2022

Me parece interesante  este trabajo de la Federación  de Asociaciones  para la Defensa  de la Sanidad Pública. Los datos hablan por si solos.

Desmiente esa bonanza que anuncia la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sobre la rebaja de impuestos. Lo hizo en Gasteiz ante una “claque” que irritó a la mayoría de la gente. Lo mismo en Andalucía.

Todos queremos pagar menos impuestos. Faltaría más. Pero esta lista es elocuente. El PP y sus políticas tienen los presupuestos más bajos en Sanidad. Es toda una ideología, pero conviene ofrecer datos para que aquellos empresarios que legítimamente abogan por ello, comenten también estas cifras cuando saben que en un momento de emergencia y no les llegue la camisa Madrid y Andalucía tocarán la puerta de papá estado para que tape sus agujeros, cosa que el Concierto no permite.

Y con la Sanidad no se juega.

La demagogia es gratis, pero conviene que no nos engañen.

EITB no invita a quienes hace cuarenta años la pusieron en marcha

Lunes 16 de mayo de 2022

ETB cumple cuarenta años. Radio Euskadi no. Radio Euskadi nació en 1937, se reinició en 1946 en Bayona y posteriormente en 1963 en Venezuela. La actual Radio Euskadi es la cuarta si somos mínimamente rigurosos, que no lo somos. Si tenemos respeto por la historia, que no la tenemos. Si admiramos en algo el trabajo de la gente que hacía estas cosas sin cobrar sueldo y aun a riesgo de su tranquilidad. Si se tuviera una mínima sensibilidad. Me da que la BBC en algo así no actuaría con tanta brutalidad.

Ayer falleció en Donosti Miren Jone Azurza. Monja. Misionera. Periodista con carrera. Directora de Zeruko Argia. Secretaria del Obispo Setién. Euskaltzain de honor. Se busca mujeres para los callejeros y para destacar su obra pero  al parecer no con las monjas. Y Miren Jone fue toda una personalidad de la cultura vasca  de mucha entidad y la traigo a colación pues fue hermana de José Joaquin Azurza, más conocido como Jota Jota. ¿Y quién fue Jota Jota Azurza? Pues quien puso en marcha la radio Euskadi en Venezuela y el que puso en marcha EITB en 1982. Que no es moco de pavo.

El actual ente EITB no se entiende sin Ramón Labayen, José Joaquin Azurza, Iñigo Agirre y Josu Zubiaur. De todo esto escribió un libro magnífico Iñaki Agirregomezkorta, profesor universitario que creo los archivos de EITB y sin cuyo trabajo hoy no se verían las imágenes de aquellos años. Todavía espera le reciban para lograr se edite esa joya de libro en euskera, libro que los organizadores del cuarenta aniversario ni habrán leído, siendo Agirregomezkorta quien más sabe sobre el actual ente público. El que más pues lo ha estudiado desde muchísimo antes de sus inicios.

Le he preguntado a Iñigo Agirre, ex diputado del PNV si le había invitado a los actos del aniversario. ”Jamás me han invitado a ningún acto en EITB”. Invito a leer el libro de Agirregomezkorta para que se sepa cuál fue el papel tan clave  de los mencionados, que no son solo los mencionados sino que abarca  todos los intentos de poner en marcha tan importante instrumento. Se ignora y a esta supina ignorancia nunca nadie le pasa factura.

Inmaculada Boneta era ese año 1982 Vicepresidenta del Parlamento Vasco. Me ha escrito lo siguiente: ”Veo los “festejos” que va a organizar EITB para celebrar su 40 cumpleaños. Choca que no se acuerden de aquel gobierno, del Consejero de Cultura ya fallecido, al menos nombrar a Labayen, y del Grupo y Comisión que llevaron adelante la ley de creación del Ente Público. A mí, de verdad, me da igual, pero siempre me ha sorprendido el desapego hacia los pioneros/as que pusimos en pie, cada cual en su ámbito, los pilares de lo que es hoy la Euzkadi institucionalizada. No es nada personal es simplemente preocupación por un legado y porque hasta me parece un error de marketing de País”.

Pues si Inmaculada. Y no solo eso. Irrespeto al Parlamento Vasco pues nació en el Parlamento Vasco cuando HB denostaba aquel parlamentutxu y resulta que Maddalen Iriarte y Jasone Agirre, presentadoras de ETB hoy son parlamentarias de BIldu, ¡curioso!, no? y quienes recibían los denuestos y las risas de aquella gente tan progre y quienes trabajaron para que aprobara la ley son invisibilizados e irrespetados absolutamente.

Quizás por eso no han invitado a nadie de la Comisión que aprobó la ley en 1982 que viven todos, ni al primer Consejo de Administración del que por cierto fui el primer presidente, así  como de la Comisión. No existimos, no somos parte del país.

Los organizadores de estos actos no tienen la menor visión de país, de su cohesión, de su sentido histórico y lo peor es que este peligroso adanismo no va a menos, sino va a más.

Nos quedamos con la anécdota, el chascarrillo, lo superficial sin poner en perspectiva lo que fue aquel hito con el poder mediático español en contra y con Herri Batasuna y ETA más en contra todavía.

¡Pobre Euzkadi!. Y luego hablamos de identidad.

No te equivoques, Putin no bebe.

Domingo 15 de mayo de 2022

El 26 de diciembre de 1991 colapsó la Unión Soviética. Felipe González y el PSOE habían apostado fuertemente por la Perestroika de Gorbachov y ante el golpe de estado encubierto, una delegación del Congreso de los Diputados viajó a Moscú presidida por J.M Benegas. Formé parte de ella. Nos recibieron Gorbachov en el crítico momento en lo que todo iba a estallar así como un jovial Boris Yeltsin  en el Kremlin. Fue la última reunión de ese tipo en aquel palacio. A la semana se arriaba la bandera roja con la hoz y el martillo y se izaba la bandera rusa. Putin dijo posteriormente que fue la mayor tragedia vivida por su país. Pero el hecho le vino de cine.

Al regresar de Moscú me tocó en el avión el asiento contiguo a Javier Rupérez. Me hizo una confesión. Él y Fernando Álvarez Miranda habían sido enviados a Alemania, Bélgica, Venezuela y Estados Unidos en 1979. Suárez no estaba dispuesto a admitir la Disposición Adicional del Estatuto de Gernika y consideraban la posibilidad de enfrentarse frontalmente al PNV y debían explicarlo a estos países donde se suponía teníamos amigos y entrada. La Disposición es la que dice que “la aceptación del régimen de autonomía que se establece en el presente estatuto  no implica renuncia  del Pueblo Vasco a los derechos que como tal le hubieran podido corresponder en virtud de su historia….” No era admisible. Sin embargo tras quince días viajando por el mundo, al llegar a Barajas compraron en la terminal El País que decía con grandes letras en su portada que Suárez había aprobado el proyecto de ley estatutario con Disposición incorporada. Casi les da algo. Un dato para la historia. Como lo que me dijo Suárez delante de Benegas. ”Solo cuando estuve dispuesto a dimitir abordé la devolución del Concierto para Gipuzkoa y Bizkaia. Hoy no sería posible”. Otro dato.

Pasado el tiempo conocí personalmente a Vladimir Putin y lamento  hoy haber dado la mano a este gran  criminal de guerra. No hay jabón Lagarto para limpiar este hecho. Curiosamente este ex espía de la KG8, el tipo aparentemente más hermético que pueda presidir nada, en sus  dos  visitas, una en el Congreso y otra en el Senado, quiso someterse, sin restricción alguna, a las preguntas de los diputados y senadores, como Rabin y como Thatcher. Viví las dos pero constatamos un  cambio de actitud. Muy dialogante la primera, junio de 2000, más despótico  en la segunda.

En la sala de Ministros, tuvimos una reunión con él, flanqueado por el ministro Ivanov y el jefe de la oposición, Primakov. Nos habló por encima de la situación rusa. Ese día era noticia la detención de Gusinki, presidente de un importante grupo mediático. Cuando tocó hablar a los portavoces, todo fue obsequiosidad. Luis de Grandes, PP, le felicitó por preservar la unidad política de Rusia, Martínez Noval, PSOE, le agradeció su presencia, Trías, CIU, le ilustró sobre los seis millones de catalanes, el de IU no dijo nada. Cuando me tocó el turno le saqué la palabra maldita en aquel momento: Chechenia. Un temblor sacudió la sala. Me miró fijamente con sus penetrantes ojos azules y me soltó todo un tratado diciendo que él no quería vencer a los chechenos, pero que se había producido un vacío de poder llenado por islamistas y extremistas, que habían propiciado la intervención armada rusa porque los chechenos querían llevar sus propuestas a otros estados limítrofes. Hizo hincapié en que había nombrado a un rnufti, antiguo colaborador de Dudadiev, etc. El hombre se empleó a fondo en la respuesta. Y terminó de forma curiosa. Me dijo: “Ayer estuve hablando con Aznar de los vascos. Y usted debe saber que no tengo nada contra los vascos. Todo lo contrario. Yo nací en San Petersburgo. Viví y estudié en San Petersburgo y voy siempre que puedo. Y allí, siempre, he vivido en una calle que se llama “de los Vascos”. Le pregunté a Aznar si sabía por qué. ¿Lo sabe usted?”. “Pues no-le contesté-, pero si usted no lo sabe habiendo sido jefe del KGB, entienda que yo no lo sepa”. Se rio.

En la despedida le dije que trataría de averiguar y si alguien conocía algo de esto, se lo haríamos llegar. A la salida el ministro de Exteriores, antiguo embajador durante doce años, a quien había conocido durante el colapso de la URSS, me dio recuerdos para gentes del PNV. Luego, en otra oportunidad y no siendo embajador, contactó conmigo ya que su mujer representaba asuntos culturales y artísticos varios. Le puse en contacto con el alcalde de Bilbao.

De todas formas, aquel viaje evidenció que había sido una auténtica vergüenza el doble rasero internacional del gobierno Aznar ante los hechos  ocurridos en Chechenia. En ese momento y a pesar de las barbaridades que estaba cometiendo Putin en Chechenia  le consideraban un moderado  comprendiendo los argumentos de Moscú al hablar de la existencia “de terrorismo y de movimientos separatistas” por lo que el gobierno Aznar apoyaba su derecho a “combatir a los terroristas en defensa de la integridad territorial de Rusia”. La famosa “unidad de destino en lo universal” de Primo de Rivera. A eso se le unía el deplorable servicio diplomático español que había sido un desastre con la Perestroika. Cuando fuimos a Moscú en la primera delegación los diplomáticos españoles se habían rebelado contra el embajador José Cuenca por su absoluta incompetencia y falta de realismo al informar que a pesar de las tensiones no pasaba nada. Al  muy poco cayó todo el tinglado. En el segundo viaje de Putin el servicio diplomático español asimismo se lució. Había que confiar en Putin porque “a diferencia de Yeltsin, me dijeron, Putin no bebe” y Aznar minimizó cualquier reproche sobre los derechos humanos cuando en Chechenia se estaba produciendo todo un genocidio.

En ese viaje oficial y en el Senado tuvimos otra reunión con él. Me lo recordaba recientemente el entonces presidente Javier Rojo, tras los graves sucesos de Ucrania con un Putin invadiendo el país en febrero, me llamó para recordarme la pregunta que le volví a hacer sobre Chechenia y lo mal que me contestó. Ya no era aquel Putin simpaticón y escuchador sino un chuleta autoritario, nada que ver con la primera vez. No acabamos a mandobles de milagro, lógicamente con la buena paliza que seguramente estuvo tentado de darme, él, cinturón no sé qué color de sus artes marciales.

Era evidente que el tipo era todo menos un demócrata pero occidente le seguía dorando la píldora. Ante aquello le hice la prueba del algodón hacia esas moderaciones que nos anunciaban los diplomáticos españoles y le hice la clásica pregunta para sacarle de quicio y conocer de verdad si era de verdad  ese demócrata pasivo que nos decían. Por eso volví a recordarle la situación de Chechenia y su devastación, algo que no tenía nada que ver con lo que me había dicho en la reunión en el Congreso hacía seis años.

Terminada la traducción, no se puso de pie de milagro y me contestó enfurecido de  muy mala manera, diciendo que el gobierno español hacía bien en aplastar el terrorismo vasco y poco menos que no sabía qué hacía yo allí y que él lo tenía muy claro. Siempre actuaría contra cualquiera que pusiera en peligro la unidad de Rusia. Ante aquello Rojo trató de calmarle y no me dio la palabra para replicarle porque veía que de allí no salíamos por nuestro pie. Y eso que como me dijo el diplomático español, Putin era un moderado y no bebía.

Javier Rojo al comentar todas estas vivencias  con Putin recordaba que le tocó representar al gobierno español en los actos conmemorativos del 60 aniversario  del cierre  del campo de exterminio de Auschwitz con presencia del presidente Reagan y de Putin y también del líder ucraniano Viktor  Yushchenko, que fue envenenado con dioxina y se le quedó la cara hinchada y marcada por grandes cicatrices en un atentado donde seguramente la larga mano de Putin dio la orden. Recordaba Rojo la tensión que había en aquella cena oficial donde bajo el mismo techo, con el motivo de un genocidio, se vieron de lejos víctima y verdugo.

Occidente, y en particular Europa, por un análisis equivocado de la figura de Putin y su régimen de oprobio han dado alas a este criminal de guerra  y no me refiero solo a Alemania comprándole el gas y enfeudando su compra de energía a un país con semejante dictador sino la ejemplar España que  ha  sido asimismo culpable  viendo en la inmensa Rusia un gran mercado al que vender de todo. En mi caso y ante aquellas dos experiencias y viendo como el entonces Rey Juan Carlos se entrevistaba continuamente con Putin y éste le invitaba a cacerías y a saraos varios me hinché a preguntar al gobierno sobre este tipo de relación y de que hablaban. Siempre me contestaban que el Rey era inviolable y por tanto no objeto de control parlamentario. Ante aquello preguntaba por sus acompañantes, ministros, embajadores, escoltas, secretarios que si son objeto de control parlamentario pero me contestaban lo mismo y ante la incomodidad de las preguntas, me silenciaban.

De ahí que cuando decimos que España tiene una democracia de baja calidad nos referimos también a esto, sin meter ahora en el saco la cloaca del Cesid y del CNI, que se las trae y que Margarita Robles perpetuará.

La unidad de Rusia y de España ante todo. Pero Putin, no bebe.