El impactante discurso de la amnistía de XABIER ARZALLUZ

Viernes 19 de noviembre de 2021

Vuelve a ser noticia la Amnistía de 1977. ERC pide su derogación y solicita  sean juzgados los asesinos, torturadores, ladrones y extorsionadores de la dictadura. Han pasado 44 años y la mayoría cultivan malvas, pero no está mal exigirlo para que esa terrible página de la historia no quede impune aunque dudo mucho prospere.

Y ante el debate abierto conviene ponernos en los zapatos de 1977. Yo estaba en el EBB, Garaikoetxea era su presidente y Xabier Arzalluz diputado en el Congreso. Tuvimos un debate. Nuestra preocupación en ese momento era vaciar las cárceles de gentes de ETA a los que se les acusaba de  delitos de sangre. Pensamos que para que desapareciera ETA había que empezar de cero. No calculamos la maldad del hacha y la serpiente. ETA al poco se encargó de nuevo de llenar las cárceles. Y todavía hay presos de ETA y todavía  resuenan en mis oídos expresiones de gentes que les apoyaron gritándonos que la lucha continuaba. Les respondíamos que si, pero en las instituciones. No lo quisieron ver. ETA duró hasta el 2011. Hoy nos dan clases.

Sabemos que jamás agradecerán nada al PNV, obsesionados como están en nuestra destrucción, pero conviene recordar lo que hizo el PNV para normalizar la situación y ese mundo se integrara en la política. De  eso nos encargamos a través del Grupo Vasco en el Congreso que tenía 8 diputados.

Y es que las elecciones del 15 de junio de ese año habían limpiado de franquistas las Cortes, pero no habían tocado la arquitectura del régimen, y por eso estaba costando tanto lograr la Amnistía. Aquella vez con el apoyo de todos los partidos. El 14 de setiembre de 1977, en el Congreso se vieron todas las mociones que se le habían dedicado al caso Blanco y una del PNV, especialmente importante. Fue aquella en la que se solicitaba la AMNISTIA TOTAL.

Le tocó defenderla al portavoz del Grupo Vasco, Xabier Arzalluz y su intervención fue seguida con un sepulcral silencio. La pieza, tras su exposición, fue considerada la mejor intervención parlamentaria de aquella legislatura constituyente. Eran otros tiempos, pero la apuesta institucional que se había hecho para ir a las elecciones tenía que lograr cumplir esa primera promesa hecha a la ciudadanía, y, aquello se logró. Las cárceles se vaciaron.

Entre otras cosas, Arzalluz, dijo lo siguiente: “No hemos hecho más que transmitir reiteradamente aquí esta preocupación de nuestras gentes, y si en la lucha por la amnistía el Pueblo Vasco ha tenido una prioridad, un protagonismo claro, debemos olvidar este protagonismo porque la reconciliación no debe admitir ningún protagonismo. Para nosotros la amnistía no es un acto que atañe a la justicia o a la equidad, atañe a la política, atañe a la solución de una situación difícil en la que de alguna manera hay que cortar un nudo gordiano; es simplemente un olvido como decía el preámbulo de nuestro Proyecto de Ley, una amnistía de todos y para todos, un olvido de todos y para todos, aunque hay que recordar, aunque sea, y, así lo desearía por última vez, que aquí nos hemos reunido personas que hemos militado en campos diferentes y hasta nos hemos odiado y hemos luchado unos contra otros.

 Esto que pasa en este hemiciclo donde se sientan gentes que han padecido largos años de cárcel y de exilio junto a otros que han detentado responsabilidad de Gobierno y de Gobiernos que causaron esos exiliados o esas cárceles, es la imagen de la realidad de nuestra sociedad. Señores, la amnistía no es sólo sacar presos de las cárceles o que los exiliados puedan volver con tranquilidad, sin medios y sin miedo a represalias a sus hogares sino que vayamos profundizando en esta democratización, establecer libres cauces de expresión y asociación, sin que se den paradojas, repito, algo que dije en esta Cámara hace ya tiempo que haya diputados que estén aquí representando un apoyo determinado popular y sin embargo pertenezcan a organizaciones que no están legalizadas.

Estos contrasentidos deben desaparecer, debe oírse a todos sea cual sea su opción, las libertades de los pueblos del Estado, uno por uno están reclamando el derecho a su vida propia, el cambiar las estructuras de la producción y la de la participación en esa producción y en sus beneficios, el que poco a poco vayan desapareciendo los ciudadanos de segunda o de tercera. Esta es una tarea larga, pero es nuestra tarea. Fundamentalmente esto es completar la amnistía, esto y otras cosas es ir creando una sociedad democrática, nuestro sentido aquí es hacernos eco de las preocupaciones y de los problemas de nuestros pueblos, de nuestra sociedad, llegar a un acuerdo con todos los intercambios y comprensiones que haga falta y en la medida en que dejemos intereses de partido a los que tan proclives son un determinado tipo de democracias iremos creando una auténtica amnistía, la auténtica convivencia”.

Intervención políticamente antológica de Arzalluz hecha en aquel momento. Ahora seguramente hubiera sido distinta, pero hay que ponerse en los zapatos de  aquellos diputados en 1977.

En nombre del grupo de UCD, que sustentaba al gobierno de Adolfo Suárez, intervino Salvador Sánchez Terán que se comprometió, en nombre del Gobierno, a promulgar aquella Amnistía en cumplimiento de la Moción del PNV que había sido aprobada.

Hoy 44  años después, se vuelve a solicitar la Amnistía, pero hay que recordar que tras aquella Amnistía, estaba toda la sociedad vasca y casi toda la sociedad española y que se logró vía institucional. No creo se logre pero está bien solicitar la derogación de aquella ley de punto final.

La diferencia en organizar una manifestación Sortu o Archipielago.

Jueves 18 de noviembre de 2021

Es bueno observar lo que ocurre  en el mundo para poder comparar. La política es diferenciación y aquí hay muchas manos que no quieren comparemos. Yo sí. Hay mucho ingenuo suelto. Esto funciona como los trucos de feria: solo funcionan  como reclamo para entrar en la barraca. Una vez dentro, no hay manera de salir.

Maddalen Iriarte, con el ceño fruncido, comentaba  el miércoles muy molesta, tras la reunión con Azpiazu y nos decía que ya está bien les digan como han de ir a la manifestación que han organizado este  fin de semana. Ortuzar había comentado que no dudaba iban a ir todos con mascarilla y Bingen Zupiria les recordaba el que deben respetar las instrucciones sanitarias. Eso le molestaba a la Sra. Iriarte porque hay actos del PNV y del PSE que no tienen esas admoniciones, según ella. Olvida que no es lo mismo una manifestación presumiblemente numerosa que actos organizados con sillas separadas, pero bueno, la Sra. está en su derecho de quejarse. Vivimos en democracia y esta es una sociedad donde al parecer solo hay derechos. Ellos han organizado una manifestación, entre otras cosas para tener al personal en activo y decirnos que quieren una Euskal Herria independiente. Muy bien. Están en su discurso  y quien   quiere ir, irá y el que no hará otra cosa. Podía de paso agradecer la publicidad gratuita que los demás y los medios están haciendo a convocatoria tan extraña en pleno rebrote.

En esa manifestación no se va reivindicar la democracia para Euzkadi quizás porque en democracia hay que respetar los derechos humanos, todos y tener como referencias a países democráticos cosa que no hace Sortu. Sus referencias, y no se oye jamás que abjuren de ellas, son dictaduras y aunque suene cansino, como las vacunas, hay que alertar al ciudadano vasco sobre la entelequia que es reivindicar lo que reivindican en una sociedad democrática  a hacerlo, o no hacerlo porque lo impiden, en su paraíso cubano. No me canso. Hay que decirlo y repetirlo porque hay mucho ingenuo suelto que se entusiasman con estos cantos de sirena puño en alto, algo que puede hacer Sortu en una sociedad que con todos sus defectos respeta el derecho de manifestación, de reunión y de expresión. Su referencia castrista, no. Y nunca lo denuncian. Curioso ¿no les parece ?.

Mientras la Sra. Iriarte nos regañaba, a  Yunior Garcia  le hacían coger un avión y salir para Madrid. El artista fue uno de los promotores de la manifestación del 15N en Cuba. Estaba encerrado en su casa en La Habana, después de que el régimen comunista le impidiera la salida durante toda la jornada de protesta.

¿Se imaginan que  aquí les hicieran lo mismo?

García, de 39 años  estuvo encerrado en su casa en La Habana durante toda la jornada del lunes bloqueado por agentes seguridad del régimen comunista y apartado de los medios por una bandera cubana que tapaba su edificio.

El artista, que fue convocante de la protesta del 15N frustrada por las autoridades con un gran despliegue de las fuerzas de seguridad, llegó a España junto a su esposa con un visado de turista y en un vuelo comercial.

Al haber sido prohibida la protesta, anunció que marcharía un día antes en solitario por una céntrica avenida de La Habana, para minimizar los riesgos de violencia. No le dejaron ni asomarse a la ventana.

García es conocido por sus obras teatrales y guiones para televisión y cine. Después del 27 de noviembre de 2020, cuando cientos de artistas manifestaron  mayor libertad de expresión, se convirtió en el representante de una nueva generación crítica del gobierno, que incluye a artistas, periodistas independientes y académicos, la mayoría ajenos a partidos políticos.

Como era de esperar siempre hay un culpable y por eso el  gobierno comunista lo acusó de estar manejado por Washington, tres meses después de las históricas manifestaciones del 11 de julio.

García creó Archipiélago, un grupo de debate político en Facebook que pretende ser un laboratorio para una «Cuba plural», en un país donde el único partido permitido es el Partido Comunista. La convocatoria para la protesta del 15N nació entre sus casi 27.000 afiliados.

Ya ven. La Sra. Iriarte molesta porque le dicen que vaya a las manifestaciones con mascarilla y en Cuba no les dejan salir de casa y si salen les apalean. Pero para Sortu no pasa nada y si lo comentas te dicen que estás obsesionado. Si, lo estoy, con la verdad y la denuncia a tanta patraña  y a  tanta manipulación en la que vivimos en Euskadi.

Esa es la diferencia entre organizar una manifestación en La Habana o en Bilbao. Pero jamás lo admitirán, como no admiten condenar a ETA.

Es lo que hay Sra. Baronesa.

En Cuba hay una creciente brecha generacional

Miércoles 17 de noviembre de 2021

Las manifestaciones cívicas en Cuba contra el gobierno de Miguel Díaz-Canel reflejan una “brecha generacional” a favor del cambio político y social de la isla que tendrá repercusiones en el resto del continente.

Miles de cubanos estaban convocados este lunes a manifestar su descontento con las condiciones de vida actuales en su nación, mientras el gobierno y sus partidarios reaccionaron con amedrentamiento, detenciones y restricciones de movilización contra activistas y periodistas que preveían contar la protesta.

La policía bloqueó las inmediaciones de las casas de algunos de los líderes de la convocatoria, como el dramaturgo disidente Yunior García Aguilera, que había promovido manifestaciones cívicas y pacíficas en La Habana, la capital, para “sacudir un país” mediante la promoción de un debate sobre cambios políticos. Puede que esté llegando un punto de inflexión de la revolución castrista que aquí no están viendo ni Bildu ni Podemos, a la que apoyan irrestrictamente con toda su carga de opresión y conculcación de derechos humanos…

Existe ahora mismo una ruptura generacional entre las generaciones de la era castrista, los principios de la revolución cubana y el comunismo, todo este sueño que terminó siendo una pesadilla, y las generaciones millennials y Z.

Es muy parecido a lo que pasa en Venezuela con el chavismo, al infiltrar gente para que ataquen a los manifestantes, controlen las manifestaciones y otros agentes del Estado trabajan de la mano para neutralizar cualquier tipo de movimiento que tenga que ver con reivindicaciones libertarias.

La protesta del lunes en Cuba es “una acción valiente” que refleja cuán harto está el pueblo cubano de las restricciones impuestas oficialmente en sus vidas. Además de lo generacional se resalta cómo la protesta reciente en Cuba emergió del sector cultural. “Eso es una de las cosas que ha sorprendido más al gobierno y a la élite política cubana, que no se trató del movimiento de un partido, sino de un movimiento que pide ‘patria y vida’, que es todo lo contrario a lo que la revolución le ha dado”, se  afirma.

Hastiados de la crisis económica y sanitaria, miles de cubanos tomaron las calles de al menos 40 ciudades y poblados de Cuba el 11 de julio para protestar contra el gobierno del presidente castrista Miguel Díaz-Canel.

Los manifestantes exigieron libertad y el fin de la “dictadura”, mientras denunciaban sus carencias sociales.

Como era de esperar y sin cambiar el viejo  discurso del “imperialismo yanqui” culpable de todo el gobierno cubano dijo que las protestas fueron planeadas desde Estados Unidos por grupos que buscaban desestabilizar el país y el presidente Diaz-Canel dio una orden en televisión nacional de salir al «combate» contra los manifestantes.

Hubo centenares de detenidos, decenas de heridos y al menos un muerto durante la represiva respuesta del oficialismo.