La Sexta blanquea a Juan Carlos

Lunes 23 de noviembre de 2020

El programa se llama Salvados. Lo hacía Jordi Evole, ahora Gonzo. Y este domingo abordó la figura de Juan Carlos de Borbón. Comenzó con Cebrián y Pedro J. Ramírez, siguió con un debate entre Bono y Margallo y terminó con Alfonso Guerra. Todo ellos monárquicos juancarlistas. La mera elección de estos personajes nos indica lo que se buscaba. Ninguno iba a poner en cuestión la monarquía y las posibles críticas a Juan Carlos, eran pecados veniales frente a los pecados mortales que el de Abu Dabi ha cometido. Decir que se aborda el tema, sin hacerlo y manipulándolo.

Particularmente asquerosa me pareció la intervención de José Manuel García Margallo. Su arrogancia, sus continuas mentiras, su ironía chulesca eran vomitivas. Mintió cuando le pregunté en su día y en el pleno dos veces por su conocimiento de Corinna y lo que había dicho que era una gestora de los intereses del estado. A las dos semanas reconoció haber estado con la amante del rey en el Mundo. Demócrata de boquilla no le importó mentir en sede parlamentaria como no le importó mentir el domingo por la noche en la Sexta ante un Gonzo que no se había preparado el programa. Salió vivo uno de los seres más repelente del panorama político hispano.

La entrevista a Guerra fue patética. Yo recordaba aquel Guerra que jugaba a progre y que no iba a las cenas de palacio ni se ponía frac y fue chocante  verlo convertido en un vasallo juancarlistas diciendo que el hecho de que Felipe VI no dijera nada de las cuentas en Suiza de su padre y mantener el silencio por un año, lo remitía a unos jueces que no han dicho nada porque él sabe mejor que nadie  que no pueden actuar. Todo era eso. Los jueces no han dicho nada.

También le recuerdo a Guerra pidiendo las cintas de la trama civil del 23 F, que no han aparecido ni aparecerán y escucharle en la Sexta alabar la actitud del rey aquella noche, sinceramente me dio la foto de lo endeble que es una España que no puede resistir la verdad. También  fue increíble por su chulería la entrevista en 2012 a uno de los ponentes constitucionales, Gregorio Peces Barba que decía con displicencia que los rumores sobre la vida privada del rey  y los negocios solo era ”basurilla de las redacciones”.

La Sexta va de progre pero actúa como instrumento de ciertas fuerzas empeñadas en obstaculizar que una de las etapas más vergonzosas de los últimos años no se investigue ni tengan la menor consecuencia, sobre todo para Felipe VI. Toda una estrategia.

El Edadismo político y la eterna juventud de Castells.

Sábado 21 de noviembre de 2020

Edadismo. Es una nueva descripción. Suena raro, pero cada vez la oiremos más. Se trata de la discriminación por edad. Es el estereotipo contra personas o colectivos por motivo de su edad. Engloba una serie de creencias, normas y valores que justifican la discriminación de las personas según el año en el que nacieron. Fue acuñado en 1968 por el gerontólogo y siquiatra Robert Butler para referirse a la discriminación contra las personas mayores basándose en los términos sexismo y racismo.

Esta semana lo hemos visto en toda su crudeza y contradicción. La portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, ante las críticas de políticos socialistas retirados  contra los pactos de Sánchez en  lugar de argumentar una respuesta política respetuosa se limitó a llamarles viejos chochos con estas palabras. ”Yo siempre escucho atentamente a nuestros mayores, pero ahora nos toca a nosotros. Somos una nueva generación a la que le toca dirigir el país y la dirección del PSOE”. Es una buena portavoz pero esta vez patinó ostensiblemente. En el fondo venía a decir que solo admitiría críticas de sus viejos. Solo le faltó decir lo que Roosevelt dijo de Somoza: ”es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”. ”Tenemos  mayores, pero no sois nuestros mayores. Sois muy criticones y se os ve el plumero derechoso”.

Faltó innecesariamente al respeto a gentes que, le guste o no, han hecho este PSOE, han gobernado, tienen experiencias varias que al parecer han caducado. Y no será porque muchos de ellos solo dicen fantasmadas impropias de veteranos con experiencia sino porque se puede argumentar sin mentar la edad. Su padre será mayor y no le gustará que le traten irrespetuosamente. En el fondo, cuando les dice a los hechiceros de la tribu  que “ahora nos toca a nosotros”, les dice con mucha prepotencia y sin la menor mano izquierda que Pedro Sánchez, ella, Abalos y algunos más le ganaron el Congreso a la vieja guardia y a la no tan vieja como Eduardo Madina y que no tienen derecho a opinar.

Me decía un socialista: ”¿Cuándo es uno mayor e inservible?. ¿A los setenta?. Pues ahí está Joe Biden al que el PSOE ha felicitado y que el viernes cumplió 78 años”.

Y ahí está el gobierno de Sánchez con ministros como Manuel Castells con 78, o Isabel Celaa con 71, o Borrell con 73.

¿ Serán los sesenta?. Pues ahí están Carmen Calvo con 63, Margarita Robles con 64, Luis Planas con 68, José Luis Abalos con 61, o José Luis Escrivá con 60.

¿O serán los cincuenta?. Pues ahí está Marlaska con 58 y casi todos los demás.

Pobre argumentario político cuando se esgrime esa falacia de “ahora nos toca a nosotros y vosotros estáis gaga”. No van por ahí las cosas.

Aquí lo del mérito, la capacidad y la trayectoria vale una higa. La política no es una cuestión de biología sino de buen serrín en la cabeza, mirada larga, tener claro que en política las formas son el fondo y saber esperar. Otra cosa sería si el reto fuera correr los cien metros libres. Pero no es el caso. Por eso se utiliza la edad como excusa excluyente.

Y, además, si todos esos viejillos de geriátrico dejan de votar al PSOE este partido terminaría en el Grupo Mixto montando una guardería, como dijo Benegas, pero sin la menor capacidad para hacer política.

Que error Sra. Lastra. ¡¡Que inmenso  error!!!.

Que mal informan algunos sobre Osakidetza

Viernes 20 de noviembre de 2020

Un vasco, muy cabreado ante el nivel de irresponsabilidad informativa que soportamos, y que trabaja en la Comisión Europea en Bruselas me escribe lo siguiente:

“Yo cuando oigo las chorradas que se dicen en Euskadi sobre Osakidetza me pongo enfermo. Y cada vez somos más los irritados ante tanta desvergüenza y manipulación. 

Si vieran esto, qué dirían, 

Aquí, la verdad es que el tema es de chiste si lo comparamos con nuestra capacidad de rastreo. Para que te hagas una idea su récord de test en un día fue 56.000 para doce millones de habitantes y tres días en ese nivel les atascó los laboratorios de todo el país. Ahora andan en unos 30.000 y les hacen solo a los sintomáticos. Tienen una tasa de positividad del 20% y su número de casos por 100.000 supera los 850. Imagínate que cifras les saldrían si hacen los test que hacemos nosotros por habitante.

Como me j… escuchar todos los días en ETB, en nuestra radio, las simplezas que escucho, y no por los periodistas responsables sino por los de la huelga permanente. No sé si se dan cuenta de que comparar magnitudes heterogéneas en matemáticas, y estas comparaciones hay que hacerlas en ese lenguaje,  es una verdadera estupidez. 

El otro día me remangué, me di una vuelta por el open data de datos covid europeos y les mande a los de informativos un mail titulado «periodismo de datos» en el que daba cuenta sobre el número de test por habitante de cada país europeo (solo nos supera Luxemburgo hoy) y ponderaba la impregnación con el número de test practicados y la tasa de positividad… Me costó encontrar los datos y ponerlos en orden unos quince minutos. O sea, un trabajo «ímprobo», inasumible para la cuadrilla de funcionarios  sindicales que hay en el ente público, que están muy ocupados esperando a recibir las notas de ELA STV. Por cierto una indignidad que el secretario General de ELA dijera que Petronor no paga impuesto de sociedades. Mintió como acostumbra.

Las  conclusiones tras poner los datos blanco sobre negro eran claras: 

  • En Euskadi, estamos jodidos, pero sabemos que lo estamos y tenemos bastante bien medida la dimensión de la mierda que tenemos. Y eso es gracias a que nos hemos currado a fondo el seguimiento de casos, las analíticas y el circuito en atención primaria.
  • Esa realidad no se cuenta ni se quiere reconocer aunque es más que evidente. El acceso a ese big data es público. Me sorprende muchísimo que la prensa no haya dedicado el mínimo esfuerzo a hacer un reportaje de elaboración propia con este tipo de datos. Quizá sea porque el 90% de los periodistas ven un polinomio simple y se marean y si les hablas de funciones analíticas se atragantan, aunque estén viendo todos los días las curvas de contagios, etc.
  • Con este nivel de rastreo y análisis está claro dónde está la madre del cordero en nuestro país: en la irresponsabilidad del personal. La gente cree que se hace un PCR y listo y no percibe más que como una letanía lejana lo que pasa en los hospitales. Y encima le conviene pensar que algo estar haciendo mal el gobierno. Así pueden seguir haciendo el melocotón tan tranquilos.
  • El mainstream hoy (los medios tienen también su modelo de negocio aunque sean públicos) es decir que todo está de pena, que lo hacemos todo mal y obviar lo evidente, que no hay medidas que valgan si la gente sigue haciendo el bobo. Un día le oí a un hostelero por la radio decir que ellos ya tomaban medidas pero que la gente se portaba de pena. Gran filón en los medios públicos para seguir, pero…claro. Dónde quedan así las cómodas coberturas de ruedas de prensa de bildutarras, podemitas, sindicalistas de toda jaez y compañía que hacen juego tan estupendamente con el mainstream…

 En fin…”