Martes 17 de junio de 2025
El comisionista Víctor de Aldama guarda bajo llave dos sobres cuyos contenidos han permanecido en custodia de su socio Luis Alberto Escolano. Estos sobres contienen información de extraordinaria sensibilidad, vinculada directamente con el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Fuentes cercanas al llamado «nexo corruptor», término acuñado por la Guardia Civil para referirse a Aldama, han revelado a THE OBJECTIVE detalles clave sobre el origen y la magnitud de dicha información.
Según estas mismas fuentes, posee pruebas irrefutables que demostrarían cómo el expresidente del gobierno español habría recibido pagos millonarios de la petrolera pública venezolana PDVSA. Esas pruebas, celosamente guardadas en los sobres que custodia Aldama, son documentos de una envergadura tan trascendental que podrían sacudir los cimientos de la política. Estos sobres parecen ser la clave para destapar una red de corrupción que, según algunas fuentes, podría conectar a altos funcionarios del gobierno español con actores internacionales.
De hecho, el empresario Víctor de Aldama, investigado en el caso Hidrocarburos por defraudar presuntamente más de 230 millones de euros, lanzó el pasado jueves en el programa Horizonte, conducido por Iker Jiménez, una advertencia: «Esto tampoco lo he dicho nunca, creo que el señor Zapatero sabe de lo que estoy hablando. Que dé explicaciones el señor Zapatero, que también le he escuchado en alguna ocasión hablar de mí en mal tono». «No sé por qué este señor ha hablado mal de mí, porque lo único que he sido yo con él es correcto. Y encima me han pedido que le lleve en mi avión privado de Caracas a Santo Domingo y le he llevado. Entonces, que explique qué hacía conmigo en ese avión», señaló. En ese sentido, sentenció: «No puede hacerse el despistado. Zapatero sabe perfectamente lo que ha pasado dentro de su partido».
PETRÓLEO VENEZOLANO
Y es que la mayor parte de los fondos obtenidos ilícitamente en el caso Koldo no proceden ni de las comisiones por los contratos de material sanitario durante la pandemia ni de las mordidas cobradas por la adjudicación de obras públicas, sino del fraude del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en la venta de combustible. Tal y como adelantó este periódico en octubre, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil investiga una «trama milmillonaria» consistente en esquivar las sanciones que Estados Unidos y la Unión Europea vienen imponiendo desde 2018 al régimen de Nicolás Maduro. Según empresarios conocedores del entramado, «el petróleo de Venezuela venía a España» por la puerta de atrás, «a través de República Dominicana –donde Aldama acompañó en un vuelo privado a Zapatero– como país de origen». Esto permitía refinar el crudo en Dominicana, habida cuenta de que el Merey venezolano tiene un alto contenido en azufre y una elevada densidad y no se puede comercializar en la Unión Europea hasta que no se adapte a los estándares de calidad comunitarios.
En ese contexto, el proyecto inicial de la trama era «hacer una refinería en Tenerife», motivo por el cual se celebró una reunión en 2022 entre Víctor de Aldama, su socios, Claudio Rivas y Koldo García con el entonces presidente canario, Ángel Víctor Torres. Un encuentro que la empresaria y socia de Aldama, Carmen Pano, ratificó ante notario en una declaración jurada. «Ya tenían los depósitos fiscales para almacenar el crudo», pero «decayó el proyecto porque no salió la refinería». No obstante, la República Dominicana no solo era el medio para refinar el petróleo sino también «la caja» del entramado a través de la creación de «sociedades al portador» que permitían ocultar a los accionistas de las compañías y camuflar quién estaba detrás de movimientos de miles de millones de euros. Las acciones al portador, que son muy comunes en cuentas bancarias y sociedades radicadas en paraísos fiscales, no son nominales, por lo que pueden venderse o traspasarse sin verificar quién es el propietario real.
RELACIONES CON DELCY
De hecho, en el informe de la UCO de octubre, los mensajes intercambiados entre la número dos de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, y Aldama mostraban su estrecha relación. El comisionista no dudaba en transmitirle información de asuntos reservados. También evidencia el trato continuo entre el hombre clave de las tramas Koldo y de los hidrocarburos y del rescate del Air Europa y el exministro y su entorno más cercano. Por ejemplo, el 12 de febrero de 2020, 24 días después del desembarco de la comitiva venezolana en el Aeropuerto de Barajas, Delcy Rodríguez se interesa por José Luis Ábalos. «Cómo está el jefe?», pregunta la dirigente venezolana que usa el nick RR2AES4W. El jefe es el apelativo que usa la trama para referirse al exministro Ábalos. De Aldama (Maverick), responde al whatsapp minutos después con un mensaje lleno de erratas y sin comas. «Bueno hoy no es su mejor día ayer en la madrugada tuvo unas palabras muy duras con el 1» (en referencia a Sánchez). Sin embargo, intenta tranquilizar a Rodríguez asegurando que «hoy todo salió bien». Pese a todo, alerta que «el miércoles que viene -día 19- se bota (sic) en el congreso su dimisión».
El día 19 de febrero se votó una moción del Partido Popular para que Ábalos dimitiese tras su encuentro con Delcy Rodríguez de un mes antes. La mayoría del Congreso rechazó la iniciativa de los populares. Esta moción fue apoyada por Ciudadanos y Vox. Aquel día también se reclamó la creación de una comisión de investigación sobre la reunión del dirigente socialista con la dirigente venezolana.
Las relaciones de Aldama con Delcy Rodríguez recuerdan a las mantenidas por el exembajador de Zapatero en Venezuela, Raúl Morodo, con la vicepresidenta de Maduro. El diplomático socialista y su «círculo familiar más íntimo» fue juzgado en la Audiencia Nacional por percibir entre 2011 y 2015 «fondos procedentes de la empresa pública Petróleos de Venezuela por un importe total de 4.527.270 euros, carentes, hasta la fecha, de toda justificación real y lógica comercial». Unos hechos de los que Zapatero salió ileso porque nunca se le llegó ni siquiera a investigar. De hecho, cuando el exdirectivo de PDVSA, Juan Carlos Márquez, se ofreció para declarar de manera voluntaria ante el juez Santiago Pedraz y «contar todo lo que sabía» fue hallado ahorcado en una vivienda de Alcobendas (Madrid).
En el citado caso Morodo, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional destacó la estrecha relación del embajador de Zapatero, Delcy Rodríguez. En un informe, la Policía analizó los correos electrónicos intercambiados entre ambos. En un correo electrónico, Morodo le comunicó que viajaría a Caracas y le pidió verse con ella en el Hotel Cayena para comer. La número 2 de Maduro le respondió que contactaría para concretar la cita de manera telefónica. Delcy se despidió del diplomático con un cariñoso «amor». Un tono cercano, similar al que ahora utiliza con Aldama, con quien mantiene una amistad.
CONTROLAR A LA FISCALÍA
En ese contexto, hay que reseñar que la empresa PDVSA fichó en 2016 al despacho de Garzón por 8,8 millones de euros para interponer acciones legales en España contra proveedores de su filial Bariven por supuestos delitos de fraude y cohecho. Entre las misiones pactadas por Ilocad y PDVSA figuraba la «coordinación con la Fiscalía y Tribunales en España», lo cual afectaba directamente a la pareja de Garzón, Dolores Delgado, antigua fiscal general del Estado, ya que el bufete madrileño seguía representando a PDVSA en la misma causa, tal y como contó en exclusiva THE OBJECTIVE en 2021.
Tal coordinación con fiscales y jueces, a tenor de la orden de contratación publicada por este periódico, no era una manera de hablar por parte de la petrolera estatal venezolana, sino que formaba parte de los términos exactos negociados directamente con el despacho de Garzón. «La oferta por estos servicios, ya negociada con el despacho de Ilocad, presenta un monto de 8.835.000 euros.
Teresa Gómez
@teresagomezgptg@theobjective.com
Ketty Garat
@KettyGaratkg@theobjective.com