Radio Euzkadi no se entera.

Soy crítico con la información y las tertulias de Radio Euzkadi. Desconocen la realidad o la tratan de soslayo. Ayer mismo en el Senado hubo un debate sobre los toros y una ley de Promoción al desarrollo que ni han sido mentadas. La corresponsalía de este ente público en Madrid no funciona. Creen que la noticia se encuentra donde están ellos.
Y he oído hoy la tertulia sobre el asunto de Venezuela: Cubillas, ETA, el embajador… Han estado hablando veinte minutos sin decir nada ni acercarse a la realidad. Uno de los contertulios, creo que Gorka Laspiur ha reconocido que no sabía nada del asunto, pero no ha sido óbice para que durante casi toda la primera media hora se la hayan pasado opinando de un tema, sin datos, sin saber quién es Cubillas, qué pasó el domingo en las elecciones en Venezuela, qué relación tiene Moratinos con Maduro, qué hace el PP, qué es lo que hay en el ordenador de Reyes, qué actuaciones está haciendo Velasco, qué etarras hay en Venezuela. Nada de nada.
Si Radio Euzkadi y Dani Álvarez desean que su programa tenga credibilidad y seguimiento deberían ser un poco más rigurosos.
He perdido media hora escuchándoles.

La diferencia entre Chávez y Mujica

José Mujica

He leído algunos comentarios a mi post sobre la rueda de prensa de Hugo Chávez el lunes en Caracas valorando las elecciones legislativas del pasado domingo a las que asistí como “Acompañante» invitado por el CNE (Consejo Nacional Electoral). En estos comentarios críticos se valora positivamente al presidente Hugo Chávez por su coherencia combativa. No coincido con ésta apreciación.

La democracia es un régimen de opinión pública, y además de respeto a las minorías, suponiendo que haber obtenido la mitad del resultado electoral sea propio de una minoría. Todo lo contrario. Pero mi crítica, entre otras, es a las formas utilizadas. Chávez desconoce al adversario al que ni respeta.

La oposición está nucleada alrededor de la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a la que Chávez llama la Mesa de la Ultraderecha sin el menor atisbo de respeto. Pero no fue solo eso. Había que verle con el chándal de la bandera venezolana puesto, delante del cuadro de Simón Bolívar y de otra bandera, con todo su gobierno que de manera sumisa le reía las gracias como si en lugar de ministros tuviera junto a sí a mayordomos.

Y además solo permitió cuatro preguntas. Tres a medios cautivos y una a una periodista de un medio francés que se le ocurrió preguntar el por qué habiendo tenido el mismo resultado Chávez tenía treinta diputados más. En mala hora. Le reprendió, se rió de ella, y al final no le contestó, tras faltarle al respeto. Si esto es la síntesis del socialismo bolivariano, me quedo con los que él llama “escuálidos”.

Frente a eso, tenemos el caso del presidente de Uruguay, José Mujica, antiguo Tupamaro encarcelado y curtido en mil batallas. Éste dijo a Veja que los gobernantes no deben responder a las críticas de la prensa, sino «soportarlas», porque «si reaccionan, pierden dos veces».

En su opinión, también «los periodistas deben intentar actuar con honor» para que «después cada lector o telespectador» interprete «lo que vio o leyó», desde su propia «subjetividad».

Según Mujica, «cuando un Gobierno se muestra más tolerante con la diversidad, ayuda a formar una prensa respetuosa», pero si opta por «radicalizar sus políticas, se va todo al diablo» y «la cosa se pone peligrosa»

Me quedo pues con este presidente civil ex Tupamaro y su concepto de la democracia que con un Chávez tan falto de educación democrática.

Acabo de llegar de Caracas

http://www.youtube.com/watch?v=–Dy8utproE

Y por lo tanto tengo jet lag. El avión, en lugar de salir a las 4,30 de la tarde de ayer, salió a las nueve y media. En esas cinco horas, fuimos al pueblo de Maiquetia a comer unos tequeños y lomito y, en eso estábamos, cuando nos avisan de que a Iturgaiz no le dejaban salir. Había hecho unas declaraciones sobre Chavez y éste le había mandado a su servicio de inteligencia que le metió en una sala a este eurodiputado y le adoctrinó sobre la «revolución bolivariana». No creo que Iturgaiz esté por la labor.
Al fin le dejaron salir y nosotros decidimos salir de una inmensa sala de protocolo que tenía el aire acondicionado a cero grados y nos instalamos en una sala de la compañía Santa Bárbara donde nos tragamos casi toda la rueda de prensa de Hugo Chavez desde el salón Ayacucho del Palacio de Miraflores. Sicodélica. Ente los periodistas estaba la corresponsal de ETB, persona muy sesgada en sus informaciones y que nos ignoró olímpicamente.
Y ahí estaba Chavez, que no había celebrado la víspera su proclamada victoria 24 horas después, ni usado el «balcón del pueblo» del Palacio de Miraflores. No las debía tener todas consigo como parecía dar a entender viendo esa rueda de prensa. Chandal con la bandera venezolana, cuadro de Bolivar, todo el gobierno en su mesa con camisa roja, y tono desafiante y bastante chulesco propio de un militar en su cuartel arengando a su tropa, tratando de demostrar que había ganado las elecciones en votos y en curules (escaños). Y dos noticias: «Si la oposición se atreve que no espere otros dos años a las presidenciales sino que me presente el referéndum revocatorio. Y, la segunda, fue la directa amenaza a que «el joropo ha empezado y que se compren las alpargatas». El joropo es el baile típico venezolano. Algo así como decir: «El aurresku ha comenzado y que se aten los machos». ¿Por qué lo dice?. Porque hasta el 5 de enero, la Asamblea venezolana no se renueva y puede hacer y deshacer todavía a su antojo. Hasta convocar una constituyente. De ahí el peligro de esta transición.
¿Algo bueno? Sí. Hace cinco años también estuve, la oposición no se presentó porque no queria legitimar a Chavez y no se fiaba de su sistema electrónico de votación. Cinco años después, no hay debate sobre el sistema de votación y la oposición se ha presentado unida.
¿Algo malo? Chavez ha hecho una nueva ley electoral para favorecer los resultados del chavismo. Con menos votos se pueden sacar más diputados. Y,un ventajismo oficialista en los medios apabullante. Lo tienen hasta en la sopa. La oposición tenía cientos de caras y ojos, es decir, de los 162 candidatos. El chavismo solo una: Hugo Chavez en unas elecciones no presidenciales sino a la Asamblea.
¿ Incognitas? Todas. Saber si Chavez va a leer bien los resultados de una oposición unida, que ha sacado cabeza, que ha estado en todas las mesas electorales y que tiene líderes solventes que no predican el odio. Pero ahí está un Chavez que por la rueda de prensa que dio, puede tratar de acelerar su revolución bolivariana que sólo ha llevado a Venezuela inseguridad, recesión, odio entre clases, presencia cubana en el territorio, compra de armas, paseos de las FARC  por terrritorio venezolano, ineficacia y cierre de medios de comuniación. ¿Algo bueno? Algo, pero eso se puede hacer con el diálogo y la democracia. Para reparrtir riqueza, primero hay que crearla y Venezuela hoy está en recesión y sufriendo una inflación de caballo que a quien más golpea es al de abajo.
Acabo de llegar y seguiré hablando de esta experiencia tan interesante.