El acceso de mujeres a puestos de máxima responsabilidad empresarial en Euskadi sigue siendo hoy en día todo un desafío. Si anima ver que del año 2023 al 2024 ha subido dos puntos la representación femenina en puestos directivos, al mismo tiempo se observa que esta mayor presencia crece en desequilibrio, porque lo hace a buen ritmo en grandes empresas de educación, sanidad o servicios empresariales, mientras que marcha a un ritmo mucho más ralentizado en compañías de tamaño menor y del sector de la industria y la construcción.
Las políticas de igualdad van dando sus frutos, pero lentamente y de manera mucho menos homogénea de lo que sin duda sería deseable para una sociedad como la vasca, comprometida con la Igualdad para que sus empresas sean más competitivas.
Así se ha puesto de manifiesto en el Foro Empresa 2025 de la Asociación de Empresarias y Directivas de Bizkaia (AED) celebrado en la Torre Iberdrola de Bilbao, donde se han presentado los datos del “Observatorio Mujer Empresa”, referentes a la presencia de las mujeres en los órganos de decisión de las empresas. Datos que fueron presentados por la presidenta de AED Bizkaia, Isabel Iturbe.
El evento contó con la presencia de la diputada foral de Promoción Económica, Ainara Basurko, quien ha defendido que “la igualdad de género en la empresa es factor de competitividad empresarial. La diversidad de género nos lleva a mejores decisiones en la empresa. Las empresas más comprometidas con la igualdad son más efectivas.”
Avances significativos, pero insuficientes
La Asociación de Empresarias y Directivas de Bizkaia (AED) constata avances significativos, aunque aún insuficientes en los órganos de decisión de las empresas vascas. Los avances se manifiestan en un 25% de mujeres presentes en los consejos de Administración del entramado empresarial vasco, tres puntos por encima del año 2023. Y no solo es cuestión de cantidad, porque el 14% de esos consejos de Administración tienen en la presidencia a una mujer, dos puntos más que el año anterior; el salto es cuantitativo, pero también cualitativo.
Por su parte, aunque avance muy lentamente la presencia femenina en el puesto de CEO, un 12% de las empresas ya tienen una mujer al frente, una ligera subida a marcha lenta.
Es importante remarcar que estos datos globales no nos pueden ocultar que la distribución no es homogénea, porque los datos aumentan más debido a las grandes empresas que a las medianas y pequeñas, porque están apostando fuerte y mucho más comprometidas con la igualdad de oportunidades. Y, por otra parte, los datos generales tampoco pueden hacernos olvidar que la mayor presencia de la mujer se da en la dirección de empresas de educación, sanidad y servicios empresariales, que son las más feminizadas, siendo la presencia de la mujer mucho menos importante, tanto en la base laboral, como en la dirección en empresas de industria, energía, construcción y transporte.

Empresas vascas comprometidas con la igualdad
En todo caso, de los macrodatos que aporta el Observatorio de Mujer-Empresa se puede deducir que las empresas vascas están más comprometidas con la igualdad porque están observando que así son más competitivas. Y como reflejo tenemos que hoy mismo ya el 27% de las empresas de Euskadi cumplen en sus órganos directivos con el 40% de representación femenina recomendado.
“Este cambio es prometedor, aunque todavía es insuficiente para equilibrar la representación en todos los ámbitos del tejido empresarial vasco. La continua evolución en la participación de las mujeres en estos sectores debe ser acompañada por acciones específicas que eliminen las barreras estructurales y culturales que dificultan su ascenso a puestos de liderazgo”, comentó Isabel Iturbe.
La cita contó con una mesa redonda donde se analizó el impacto de la presencia de las mujeres en los Consejos de Administración, planteando las mejores prácticas que pueden llevar hacia una gobernanza más inclusiva y justa. Moderada por Guillermo Dorronsoro, Management Board Advisor Zabala Innovation, ha contado con la participación de Mikel Jauregi, Consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno Vasco; Carolina Pérez Toledo, Presidenta de CEBEK e Inés Anitua, Directora del Clúster de Automoción y de AIC-Automotive.

La igualdad, un factor de competitividad
“La diversidad en las empresas es un factor de competitividad; hay que continuar con las políticas que promuevan la igualdad, porque el acceso de las mujeres a los puestos directivos continúa siendo un desafío”, reconoció la diputada foral.
En esta misma línea, Carlina Pérez-Toledo sostuvo que las barreras para el avance de la mujer sigue presente en las casas, la educación. Barreras invisibles, tanto externas en el entorno como internas dentro del mundo empresarial, que ralentizan esta carrera hacia la igualdad.”, al tiempo que animó a los jóvenes para fomentar el relevo generacional.
El Consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno Vasco, Mikel Jauregi ha afirmado que “es un tema de justicia y moralidad al que siempre tenemos que agarrarnos para darnos cuenta que seguimos teniendo que luchar para conseguir llegar al 40%”. Defendió que “hemos de asumir el compromiso de querer más riqueza para el país, para lo que tenemos que seguir luchando en esta carrera hacia la igualdad”.
Por su parte, Inés Anitua, Directora del Clúster de Automoción y de AIC-Automotive ha resaltado que “en el sector de la automoción se esta haciendo un esfuerzo muy grande para implantar planes de igualdad, incentivar la diversidad para atraer el talento femenino y fomentar el acceso a carreras técnicas desde la infancia.”
Con firmeza apuntó que “tenemos que movernos muy rápido, por el contexto geopolítico actual. Tenemos que trabajar desde la infancia, trabajar de forma conjunta las instituciones con las empresas para fomentar buenas prácticas en favor de un interés general para el crecimiento del país”.

Entre las asistentes Charo Álvarez, Isabel Muela, Igone Ossorio y Beatriz Marcos
Razones que lastran el equilibrio deseable
Es bueno, da ánimo y genera buenas expectativas que año tras año se avance hacia una mayor paridad entre géneros y hacia un equilibrio más razonables entre hombres y mujeres en puestos directivos, pero existen diferentes razones que aún lastran el equilibrio deseable. La conciliación familiar, la desigual dedicación a los cuidados familiares de mayores y menores, la orientación sesgada hacia ciertos estudios y no hacia otros, ralentizan en gran medida el camino hacia los objetivos de paridad. De modo que resulta lógico que la presidenta de AED, Isabel Iturbe, junto a la felicitación por los avances, manifieste que el acceso de mujeres a puestos de máxima responsabilidad empresarial sigue siendo un desafío, un objetivo aún no tan cercano.