Este componente del avión que registra los parámetros de vuelo es naranja; lógico, así es más fácil su localización en caso de accidente. En el mundo se imprime más dinero monopoly que dólares; fácil deducción, este juego de mesa inventado por un parado es el más jugado en el mundo y hay más parados y terrícolas que yanquis.
No son preguntas de las oposiciones a maestros de enseñanza Primaria en la comunidad de Madrid, pero de haberlo sido y a tenor de lo expuesto en los medios esta misma semana, es muy probable que la mayoría hubieran contestado que negra y dólares, respectivamente.
Posiblemente también casi todos nosotros, porque, como la mayoría de esos opositores, leemos en los medios (técnicos y periodísticos) la denominación caja negra refiriéndose a una caja naranja, del mismo modo que vemos traducidas las grandes transacciones económicas en dólares. Así que quien vea la tele, escuche la radio o lea un periódico a diario, está sobreexpuesto a una radiación tóxica casi permanente de inexactitudes, errores y falsas interpretaciones que generan un corpus de doctrina que ni la mejor escuela o facultad es capaz de enderezar.
Para los responsables de la educación madrileña los datos de estas oposiciones son estremecedores, mostrando su buena dosis de pavor al pensar que tan mal preparados aspirantes puedan llegar a ser maestros de sus hijos, cuando no saben responder ni a las preguntas sobre la materia que teóricamente tienen que enseñar. Les causa estupor constatar que para algunos pre-maestros una gallina sea un mamífero, pero no mucho más que oírles a ellos negar que Bárcenas es un avezado ladronzuelo.
Se estremecen cuando sus futuros maestros colocan Duero, Ebro y Guadalquivir en Madrid, pero se olvidan de que en su idiograma-televisión Madrid lo es todo. Rectores y decanos coinciden en que frente a estas lagunas deberían revisarse los planes de estudio de Magisterio y los temarios de oposición. Es razonable, de modo que los políticos dictarán en tromba leyes nuevas, tan ideologizadas como el bando político (que no banda) en el poder, para conseguir «su excelencia académica».
Estudiar, además de hacernos envejecer más despacio, abre esperanzas de futuro; pero, observemos cuánto se fomenta aquí (Presupuestos dixit) la Educación. La letra ilegible de los médicos americanos mata a 7.000 personas al año y produce 1,5 millones de intoxicaciones por prescripciones mal interpretadas; la solución sería practicar caligrafía, no modificar los estudios de medicina, pienso. Y no llamar negra a la caja naranja.