Encuestas de infelices

 Aunque ya sepamos que las encuestas son como los bikinis, lo que dejan ver es atractivo pero ocultan lo más interesante, no podemos pasar por alto sus resultados, estadísticos evidentemente, pero tan reales como la sociedad misma.

En la encuesta de febrero del CIS sobre población se repite lo que machaconamente percibimos a diario sin necesidad de tanta matemática y gráfica estadística: que el paro es la principal preocupación de la población, de Perogrullo si de cuarenta millones casi seis pasan los lunes al sol esperando una lotería laboral; y en segundo plano, que la crisis económica, la corrupción, la política y los políticos en general salgan mal parados también entra en la lógica social de la ira popular, por ahora todavía contenida; en un tercer nivel, la preocupación por la sanidad, la propia salud y su cuidado público, y la educación, el futuro del país en las manos de nuestros hijos, aunque en menor porcentaje, también son problemas citados en altísimo porcentaje.

 En el mismo orden lógico social entra la casi nula preocupación por la cosas del campo, las guerras (aunque vendamos armas a morosycristianos), la degradación medioambiental, la situación de la mujer o por la peligrosa inversión de la pirámide de población. Pero en esta aparente lógica estadística se me cruza un dato que por periodista recojo en primera persona.

 Según esta última encuesta del CIS, los jueces y periodistas somos los profesionales peor valorados por la población con el 59%, frente, por ejemplo, a médicos (80%) y maestros (75%). Al mismo tiempo, el mismo estudio refleja que la corrupción es percibida como primer problema por el 40% de la ciudadanía (18% en el anterior estudio).

Si tenemos en cuenta que por un lado son los medios de comunicación quienes están denunciando prácticamente todos los casos de corrupción tanto privados como político/públicos, llenando día sí día también sus cabeceras de bárcenas, gúrteles, crespos/matos, camps/ritas, ERE-gate andaluz, pallerols, korinas/urdangarines/noos, blancos, barcinas… con otros semi-ocultados pero no menos Reales… y que por otra parte tenemos a fiscales/jueces esclareciendo las responsabilidades civiles y penales de los culpables, pues resulta difícil explicarse que los denunciantes y los justicieros contra la corrupción salgan tan mal parados en la opinión, a no ser que se haga por despistar, bien porque a todos los Ps y Js se les considere implicados en el mangoneo, bien porque, a lo peor, las dichosas encuestas sean un bluf que no sirven para nada, excepto para mantener otro oneroso ente público más.

 

 

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