Algo huele a podrido

O prohibido levantar las alfombras. A Berlusconi y Sarkozy les investiga la Justicia y en parte los han trincando. Aquí no, más bien lo contrario; al anterior Jefe del Estado se le está fabricando un escudo ad hoc a marchas forzadas. Es llamativa la celeridad casi meteórica con la que el gobierno mariano está actuando para aforar al zancajoso rey viejo, a su (cuasi ex) esposa y nietas.

Es de suponer que la celeridad del habitualmente lento-paquidérmico rajonismo en este asunto responda a las necesidades del viejo, a su mala conciencia y sobre todo a la posibilidad de que pudiera ser cazado el cazador por alguna de sus tropelías anteriores, sea en la cama o en la bolsa de los demás. Como no veo a este borbón lo bastante inteligente para haberlas cometido él solo (las segundas, no las de cama) es probable que el aforamiento del rey sea el blindaje para proteger a otros, evidentemente a algunos de los que ahora lo aprueban, tanto en las cámaras como en los medios.

Porque con la excusa del rey todos disparaban pólvora barata y abundante. Hijos ilegítimos, desviación de fondos públicos, comisiones en contratos de Estado, complacencia en el caso Nóos y/o parecidos, expolio de la herencia del duque de Hernani, regalos de bienes públicos a sus amantes… y nada digamos del asesinato-homicidio de su hermano Alfonso, de sus abrazos-besos con tiranos marroquíes/saudíes o guineanos, o su dudosísimo posicionamiento inicial en el 23F… Aforándole las posibilidades de que se aclaren estos asuntos son prácticamente nulas, porque los jueces del Supremo los eligen quienes ahora le aforan. Puerta giratoria. A esto lo llaman Justicia. 

Parafraseando el dicho popular, “justicia aforada, Justicia denegada”. Porque con este rey son ya 10.001 los aforados/as en el Estado: parlamentarios, ministros, consejeros autonómicos, magistrados, cargos de la administración, mandos militares… una miríada con fuero jurisdiccional especial. Imposible meterles mano cuando se benefician con dinero público de alguna sicav fraudulenta o al menos alegal.

Se entiende que estén protegidos en el desempeño directo de su actividad pública, pero ¡líbrenos dios! de tener pleito con alguno de ellos por un simple accidente de coche, una disputa de herencia, por una propiedad o una denuncia por prevaricación… puedes darte por j…. No es de extrañar que todos (se)corran para aforarse.

Está claro que el aforamiento es un incentivo a la corrupción: olor a podrido. Pero todavía habrá quien niegue que gobierna “la casta”.  Estos privilegiados ¿aún esperan que les sigan votando? Si acaso botando.

 

 

 

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