Con la edad los músculos de la vejiga se aflojan y la uretra se torna en una fuente con gotera casi permanente. Así que con el envejecimiento colectivo la micción es asunto de menor caudal pero mayor frecuencia.
Además en los hombres, si suman el incremento paulatino pero incesante del volumen de la rosquilla prostática (insoslayable a partir de la cincuentena), la realidad de visitar a míster Roca se transforma en mucho más que un mero pasaje.
La referencia fisiológica viene a cuento porque la compañía estadounidense WaterSaver Faucet, ha castigado a 19 trabajadores por el “excesivo uso del baño” fuera de las horas de descanso, pues en diez días laborales “perdieron” más de una hora haciendo sus necesidades fisiológicas. Es decir, seis minutos diarios.
Esta empresa fabricante de grifos y válvulas con sede en Chicago instaló sistemas de tarjeta magnética en los baños de la fábrica, aduciendo que algunos empleados pasaban demasiado tiempo allí ocupados en el teléfono y en sus necesidades fisiológicas, en vez de en la línea de producción.
Como el cuerpo humano no siempre funciona cuándo, dónde y cómo una quiere… me imagino que los estreñidos y los propensos a las diarreas se abstendrán de buscar trabajo allí, so pena de amonestación, expediente y hasta despido. Igual que embarazadas y diabéticos.
Hábilmente, para recuperar las horas perdidas, la empresa recompensa con 20 dólares a los empleados que no usan el baño durante la jornada laboral. Puede que alguno saque libres estos dólares, pero seguro que otros se lo gastan todo en pañales.
Ya sabíamos que es del siglo pasado el trabajo fijo, que los contratos pueden ser por ¿años?, meses, semanas, días, horas… Que el despido es prácticamente gratis porque indemnizar pasó a la historia, que peligra el sueldo mínimo y es sustituido por contratos basura, que ser mileurista es un lujo… porque ahora gozamos del añorado mundo laboral neoliberal.com, o neoesclavista como prefieran; pero con el control estricto del pipí/popó exprés, la aventura laboral adquiere otra dimensión, digamos escatológica. La tarjeta magnética medidora de tiempo ha sido el primer paso. El segundo podría ser recomendar usar pañales, tapones y lacitos; el siguiente, la videocámara en el baño, y a continuación, el manual detallado de procedimientos acerca de qué hacer en el baño y más adelante… dejen volar su imaginación hacia el liberalismo rajoniano.
Entre el liberalismo estadounidense y la dictadura comunista de Corea del Norte la diferencia está en que en Estados Unidos creen que son libres y en Corea del Norte saben que no lo son.