SOMBRAS del demos, no las masoka archiconocidas de Grey. Sorprende que tantos jóvenes no tengan ni idea del canguelo que se mascó en 1981 tal día como hoy, el 23-F. Con los años vamos conociendo, aunque a retazos, cómo se gestó el señuelo de golpe militar con Tejero de tragicómico salvapatrias, utilizado-engañado-traicionado para dar subrepticiamente el zarpazo político en alegre comandita, Alfonso G. de muñidor, Fraga y sus conmilitones con Míster X-Felipe G. de ganchete y el rijoso rey, Juan Carlos I, llamando a su amante Bárbara Rey, para anular el polvete de ese día porque iban a suceder cosas importantes, como que él se presentaría de salvador del golpe que él mismo había apadrinado.
Fuera como fuere, el golpe político triunfó con la Loapa de testigo escrito y la tapadera de la mierda como sistema democrático constitucionalizado. GAL, entrada en la OTAN, abandono de los saharauis a la voracidad marroquí, engaño para guerrear en Irak, rescate de la banca privada a cargo del erario púbico mientras se desahucia laboralmente a cinco millones de malhadados parados, tarjetasblack, saqueo impune de las arcas públicas, tapado indecente de Elefantes-Urdagarin-ERE-Gürteles y vaya usted a saber qué más, cooptación partitocrática de un poder judicial domeñado, indultos selectivos y severos castigos según seas amigo-enemigo, desguace por fases de la enseñanza, sanidad y sistema de pensiones públicos… son sombras del demos.
Y como un paso más en esta democracia sombreada, al final han conseguido que la cadena perpetua ya no sea anhelo de franquistas nostálgicos-cavernícolas derechosos, sino norma positiva aprobada por la derecha oficial al alimón con la izquierda oficialista que dice que hará no sé qué ni cuándo para que “la prisión permanente revisable” no sea la cadena perpetua que todos entienden aprobada en este pacto contra el terrorismo yihadista, tan democrático como claudicante. Mal por ellos, pero qué decir del 70% de españoles, incluyendo un 43% votantes de Podemos, que apoyan esta cadena perpetua encubierta.
Son nuestras sombras democráticas; aunque comparadas con el putinazo en Ucrania o los degüellos y quemados vivos en Siria, Irak o Libia por la jauría del Estado Islámico, nuestra situación es casi idílica. Claro que esto no pone más luz en las sombras de nuestro demos.
Nos queda Churchill para tranquilizarnos entre volutas de puro habano, aludiendo a la democracia como la peor de las formas de gobernarse un pueblo… “si exceptuamos todas las demás”. Como diría un corazón buenista, si la figura de Grey tiene cincuenta sombras será porque en algún lugar queda un rayo de luz. Es un consuelo, pero no sé si podemos ver el rayo de esperanza.