EPPUR si muove”. La hablilla popular atribuye a Galileo esta frase tras su abjuración forzada al heliocentrismo ante la Inquisición. Probablemente no pudo evitar por los bajinis esta expresión de rebeldía (y/o soberbia científica, según se quiera) ante lo que era la verdad oficial, teológica no científica.
Talla de pecho, mínimo 95, solicitando azafatas de exposiciones. “¿Puedes darte la vuelta y enseñarnos tu vestido?”, le pidió un periodista a la tenista Bouchard. Promotoras sexis y descaradas para presentar bebidas en bares. Se precisa camarera de barra con pecho generoso y buena presencia… En las ofertas de trabajo pueden verse muchos reclamos laborales similares a estos.
En el Estado las mujeres cobran de media un 17% menos que los hombres
Exigencias de físico para después ofrecerles siempre menor soldada que a los hombres: en el Estado de media un 17% inferior, diferencia que aumenta si la mujer es casada. Esto sumado al mayor índice de paro femenino, peores contratos laborales y menor protección social. Vamos, que las mujeres no solo estamos lejos de la igualdad laboral, sino que desde 2009 se han incrementado las diferencias y las dificultades para conciliar la vida laboral y familiar. En consecuencia el riesgo de pobreza femenino es un 12% superior al masculino.
Esto por abajo, que por las cumbres financiero-empresariales casi ni rastro de mujeres en consejos de administración y en la alta dirección de las empresas del Ibex, con presencia meramente testimonial. Sería anecdótico si la vida fuese un cúmulo de anécdotas casuales, pero repetida tanto la casualidad habitual suena mucho a causal.
De modo que aunque haya más mujeres en la universidad y obtengan mejores resultados, en algún momento se toparán con un techo de cristal acerado que las secundarizará por ser mujer, independientemente de las progresistas leyes de igualdad de género.
Hace poco, el ministro griego de Finanzas, Varoufakis, elhombresincorbata, fue la comidilla informativa en la City más por su atuendo descorbatado que por la bancarrota de su país. Nunca se había hablado tanto de la imagen de un político-hombre, hasta ahora terreno propicio solo para criticar el fisiqueo femenino. Al parecer algo se mueve, el eppur si muove galileano, aunque esperemos que no hayan de pasar otros tantos siglos para que se reconozca la verdad. Aunque bien podría ser, porque según el genetista Steve Jones en su reciente libro Ciencia y creencia. La promesa de la serpiente, dos tercios de estadounidenses confían ciegamente en Dios, la mitad espera que Jesucristo vuelva y un tercio cree en la Biblia de manera literal, es decir que la zarza en llamas hablaba y la mujer surgió de la costilla del hombre. ¡Y nosotras tontas pensando que era el hombre quien nacía de la mujer!