Madres sin minifalda

 

AFRICA MINIFALDA

O con minifalda, porque “mi vestido, mi elección”. El hombre extinguirá a propósito un animal por primera vez en la historia. Tras la viruela, la humanidad está a 126 casos de borrar de la faz de la Tierra la dracunculiasis producida por el gusano de Guinea que en 1986 infectaba en África y Asia a 3,5 millones de víctimas… ahora, tras el esfuerzo de muchos/as, esos 126 serán los últimos pacientes. Si se quiere, suele poderse.

El grupo Boko Haram aterroriza Nigeria, pero se ceba en chicas jóvenes, las secuestra /viola/mercadea… pero lo más terrible es que les impide estudiar, prepararse y elegir. Como otras muchas ONG, Baltistán Fundazioa apoya en el Karakorum la educación en igualdad chicos/chicas porque ellas antes eran discriminadas obligadas a ocuparse de la familia; la educación les está haciendo libres para elegir.

Aunque la ferocidad/brutalidad del imperio islámico-IS sea terrorífica para los diferentes o quienes se le oponen, las mujeres son diana preferente/preferida: desde junio pasado unas 150 mujeres han sido asesinadas por rechazar participar en la “yihad sexual”, esencia de su truculenta ‘guerra santa’. En agosto, el IS secuestró a cientos de mujeres de la minoría yazidí; algunas fueron repartidas entre sus militantes, con otras traficó tras ser convertidas forzosamente al islam. Recientemente ha ejecutado a tres mujeres por negarse a mantener relaciones sexuales y/o por no aceptar un matrimonio temporal con yihadistas.

Ni Mary Quant ni André Courrèges podrían imaginarse que su invento de 1965 siguiera originando escándalo en 2015. “My dress, my choice”, coreaban las mujeres kenianas protestando porque en un colegio keniata el director ha prohibido a las madres visitar la escuela en minifalda/vestidos cortos, porque “incomodan a los alumnos masculinos” y porque “como progenitoras, deberían vestirse de manera sencilla y humilde”, aunque en realidad lo que el director defendía/justificaba entre líneas era la subordinación de la mujer, adornándolo con la excusa de que la minifalda sea una costumbre “impura e indecente” traída de Occidente. Consecuentemente, hace unas semanas una turbamulta de hombres exaltados/¿salidillos?atacaban a una joven y la desnudaban en público por considerar que su vestimenta minifaldera era “la de una Jezabel” (prostituta bíblica) tentadora. Vamos, hombres que sólo ven en Eva su propio pecado.

De aquí parece nimio y sobre todo ajeno, pero ¡ojo! porque en la CAV en 2014 se presentaron al día once denuncias por violencia machista.

Pero claro, qué podemos esperar del país donde se altavozea en todas las verbenas populares“la minifalda” manoloescobariana, cantá de machista-morboso necesitado de psicólogo o mejor aún de psicóloga con minifalda. Lástima que sólo seamos capaces de erradicar la dracunculiasis.

 

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