Fortuna, austeridad y educación para la clonación

Tras estudiar la anatomía femenina, el profesor J-D.Rouillon de la Universidad de Besançon concluye que los sujetadores son una «falsa necesidad»; porque los pechos son más firmes en mujeres que no los usan y porque al infrautilizarse los propios músculos se degradan antes y se hacen dependientes del sujetador, hasta hoy «artefacto» de indiscutible utilidad… según las casas de lencería.  Así que  «fisiológica y anatómicamente, los pechos no obtienen ningún beneficio con el sujetador»; el beneficio redundaría en quienes nos han hecho creer que los “antigravedad” son imprescindibles. 

El yate Fortuna fue el obsequio del 2000 al Rey  “Midas-Borbón-Urdangarin” por parte de 25 empresarios baleares (incluido Matas, condenado por “latrocionio”). Ufanos empresarios  —“el que regala bien vende, si quien lo recibe lo entiende”— que nos hicieron creer que el uso/disfrute privado del Fortuna era una fortuna comunitaria. Ahora nos revenden la misma burra coja invertida, diciéndonos que el matón de hermano y elefantes renuncia a la fortuna privada del uso del Fortuna por austeridad y nos “cede” su propiedad “indivisa”, todo por no pagar de su peculio los 25000€/depósito-gasoil. Ni antes ni ahora lo necesitaba y los ciudadanos menos aún.

Hace 9 años que Felipe de Borbón se trajinó oficialmente de mano izquierda a la plebeya Letizia/Leticia. Entre oropeles y alfombras rojas los medios (incluidos republicanos detodalavida) nos endosaron una princesita-cenicienta tan inmaculada que hasta el escrupuloso monseñor Rouco tragó, con divorcio y aborto incluidos. Pelillos a la mar, que “París (elmomioreal) bien vale una misa” pensaron al unísono.

El reciente descubrimiento para des-diferenciar células humanas adultas específicas en células embrionarias ha revolucionado la información científico-técnica, aunque más que en ciencia básica (se hacía en animales) sea un avance gigante de ciencia aplicada en humanos. Rápidamente, la misma caverna de Fortunas y Leticias pone peros al avance, queriendo vendernos la falsa idea de que es el camino expedito hacia la clonación del ser humano, sin querer alabar su segura fecunda aplicación en la obtención de tejidos y órganos propios sin rechazo. 

Entre los descubridores está Nuria Martí, valenciana a quien un ERE de recortes científico-rajonyanos y austeridad mariana arrojó de la investigación española rumbo a USA.

Mientras, Wert  sitúa la religión al nivel académico de las matemáticas, alienta la Educación  segregada por sexo (no por seso) y monta una carrera de 3000exámenes con reválidas/obstáculos.  Sólo falta que nos venda su decimonónica reforma con el artificio de evitar “clonacionistas” como Nuria.  

Todo sea porque el sujetador les parezca imprescindible.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *