Aunque la frase sea pública y dicha en un juicio donde se sienta una persona de esta casa real, no sé si me la juego intitulando a la familia real en un comentario donde sobre ellos se me ocurre de todo menos cosas bonitas. Merdé! Nos conocemos, nos queremos… pero como nos han pillado disimulemos y digamos que ya no nos tratamos. Herencia franquista, chaqueteo del 23F, expolio de la herencia del marqués de Hernani, puteo borbónico con amantes y barraganas a escote ciudadano, reyes comisionistas, cazaelefantes y como guinda consortes conseguidores e infantas bobaliconas en babia económico-financiera aunque sea licenciada y trabaje (es una forma de hablar) para un banco. Silencio en la urdimbre de borbonía.
Aunque no sería yo quien diera por ella ni una gota de sangre(literal), percibo que su actitud de haberlo sabido siempre y siempre negarlo, está bastante extendida en la Europa de los sueños, de banqueros, de funcionarios y de Estados con movimiento libre para los capitales pero con ciudadanos/as atados al pasaporte.
Veía hace unos días ilusión en los ojos de quienes tienen alojamiento preparado para recibir a refugiados sirios u otros. Es la cara humana de una situación a la que esa Europa oficial le quiere quitar ojos, nariz y boca, para que no oigamos, ni veamos ni denunciemos.
Quizá la misma Europa que armó hasta las dientes a Sadam Husein para luego cargárselo; o a los talibán afganos para luego combatirlos; la misma que permite que Francia, Inglaterra, Alemania, Chequia y… España aumenten año tras año sus beneficios récords en la venta de armas a Irak, Arabia Saudita, Siria, Libia (Aznar y el caballo de Gadafi).
Y ahora, a quienes huyen de nuestras bombas lanzadas por nuestros aviones y cañones pagados por los tiranos (ahora, ¿y antes?) de esos países con dinero prestado por bancos europeos, a esos que huyen de la muerte les queremos concentrar en un país domo Turquía, que los utilizará a modo de lazo corredizo y moneda de cambio hasta lograr beneficio propio.
Pero de esto nada se recuerda, es como la familia real española, no sé, no entiendo de administración, no recuerdo, lo hacía mi secretario plebeyo… como mucho la culpa será del consorte morganático.
Hasta el más iletrado sabe que las armas matan, que quien roba es un ladrón, ladrón real claro, y que a quien huye por miedo y por hambre ha de dársele cobijo y alimento.
Pero posiblemente a banqueros y fabricantes de armas no les gustará mucho este ongi etorriak. Cuchichearán en su WhatsApp, nos conocemos, nos queremos… pero como nos han pillado disimulemos y digamos que nosotros no NOS hacemos la guerra. Aunque siempre lo supieran todo.