Le Pen, loba con piel de cordera

¿Cómo una mujer puede votar a estos dos personajes?

Cuando tantos ven en la ideología y en la praxis diaria de la ultraderecha la solución a sus problemas, tal vez sea el momento de pararse a reflexionar. Por lo menos sobre algunos aspectos concretos.

Por ejemplo, si eres mujer y votas a quien niega que existe aún discriminación, intimación, abusos, agresiones, violaciones y hasta asesinatos por el único hecho de ser mujer, la pregunta es cómo es que sigue habiendo tantas mujeres que votan a estos partidos de ideario claramente negacionista.

Si vas a una cafetería y te atiende un camarero emigrante, si necesitas ayuda en casa y contratas mano inmigrante, si la fruta que comemos y la uva para nuestros vinos la recogen «los de fuera», si son inmigrantes quienes ocupan muchos trabajos que nosotros no queremos, si los índices de natalidad se mantienen en un cierto equilibrio porque los inmigrantes aportan su savia nueva, si nuestra caja de pensiones se mantiene en buena medida por las aportaciones que hacen estos inmigrantes, si hasta el ejército español tiene un cupo importantísimo de soldados inmigrantes… cómo se puede entender que se vote en ascenso a grupos ideológicos políticos que rechazan y hasta proponen perseguir a los inmigrantes que necesitamos, sean negros, blancos, mestizos o de la religión o del pensamiento que sean.

Si hablas gallego, catalán, euskera o incluso bable o algún dialecto como el de Zamora o el extremeño y escuchas repetidamente que la ultraderecha cercenará la posibilidad de desarrollo de todos estos idiomas, cómo es posible que tantos sigan votando a quienes no dejan que los idiomas maternos fluyan y sean respetados.

Si hay tantos millones de pensionistas, que cada vez son más, que cobran del erario público, si el número de personas que necesitan el Ingreso Mínimo Vital o la RGI va en aumento y una y otra vez escuchas a los lideres de la siniestra ultraderecha lanzar por sus bocas sapos y culebras contra estos elementos de equilibrio económico-social y pedir la rebaja total de impuestos, a los ricos por supuesto, la cuestión es por qué siguen votando tantos millones a estos dadores de carnet de buen y mal patriota español.

Si tanos miles de ciudadanos viven y trabajan para las administraciones autonómicas, cómo es posible que el voto a quienes niegan su existencia y abogan por su desaparición siga en ascenso.

La lista de contradicciones puede ser como una letanía sin fin, sobre todo para alguien a quien no le gusta la caza ni los toros, pero que tampoco los prohibiría. Y si hasta hace poco mirábamos fuera del Estado español para ver sensatez, cuando recibimos el impacto del triunfo de Orbán en Hungría o de las bravatas de los dirigentes serbios que aún así insisten en querer entrar en la UE, o asistimos al alza casi constante de la ultraderechista Le Pen, auténtica loba con piel de cordera, la sensación de que la ultraderecha nos quiere acorralar en nuestros problemas con sus propias contradicciones es un punto más allá de lo preocupante, entramos en el campo de lo inquietante. Quizá sea el momento de mostrar beligerancia vital.

Una traición más

Hace varias décadas @nekanelauirika en los campamentos del Tindouf, en Argelia

La relación entre país colonizador y colonizado suele estar jalonada casi siempre por un cúmulo de mutuas traiciones, abandonos y desaires, pero el caso de España y el Sáhara Occidental, la traición ha sido una constante en la relación. Fue una traición el abandono del Ejército español dejando el Sáhara al albur del tripartito Mauritania/Marruecos/Argelia. Fue una nueva traición cuando Marruecos durante años ha ocupado la mayor parte del territorio y machacado a los ciudadanos/as que querían seguir siendo saharauis, no marroquíes. En aquel tiempo, el Banco de Pesca Saharianos y los fosfatos de Burcraa era razón suficiente para que Marruecos estuviera por delante de los intereses de España, pero en los años 90, España aún mantenía las formas y, aunque los gobiernos fueran del signo que fuera preferían a Marruecos, la posición oficial en los estamentos internacionales era a favor de los saharauis, al menos sobre el papel.

Pero en la última década, a la pesca y a los fosfatos se han sumado la llegada masiva de inmigrantes subsaharianos y la amenaza islamista, que unidas a la sempiterna reclamación marroquí de Ceuta y Melilla han convertido la satrapía de Mohamed en una baza de negociación casi irrechazable. «Házle una oferta que no pueda rechazar» parece haber recibido como mensaje Pedro Sánchez y la respuesta ha sido clara. En contra de seguramente la opinión generalizada de los españoles, el stabliment  del poder español ha doblado la rodilla ante el más poderoso y dejado en la estacada a los más desvalidos: a los saharauis. Acepta que el Sáhara Occidental sea una provincia más de Marruecos que, a lo sumo, aspire a una hipotética autonomía, que en una dictadura, es muy difícil de imaginar. Pero si España, como estado ha cedido al interés del banco de pesca, de los fosfatos, del control de la inmigración, del control del avance islamista, y frena momentáneamente la reivindicación sobre Ceuta y Melilla, esto solo parece el camino del chantajista y del chantajeador. Porque habrá por parte de Marruecos un chantaje nuevo dentro de algún tiempo, cuándo y cómo le convenga.

Y de postre, los saharauis como carnada de la depredación de intereses de países ajenos. Esto sumado a los inmensos beneficios económicos que las elites extractivas de Francia, Estados Unidos y, sobre todo, de España han obtenido y siguen obteniendo del Sáhara.

Lo único bueno que me puede quedar en la recámara es que las actitudes de los Gobiernos de España no responden, en absoluto, a lo que la inmensa mayoría de los españoles desean para los saharauis: que sean ciudadanos de su propio país, libre y democrático.

8M, sigamos derrumbado barreras de desigualdad

Un honor ser reconocida como periodista y feminista en 2021 en la VI Asamblea de Mujeres Electas de Bizkaia

Como cada 8 de marzo con motivo del Día Internación de las Mujeres un año más me uno las reivindicaciones de igualdad total, legal y real, entre hombres y mujeres. Una paridad que anhelamos se manifieste en la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de nuestra vida, privados o públicos.

En esta línea reivindicativa, en primer lugar, no quiero ni puedo olvidar a quienes han sido asesinadas por ser mujer ni a quienes han sufrido, y siguen sufriendo, diferentes formas de violencia sexista, sea física o de cualquier otro tipo. Así mismo, junto al rechazo absoluto a esta violencia extrema, uno mi voz la reivindicación de igualdad profesional, laboral y salarial en todos los ámbitos de actividad pública, al tiempo que reclamo de los hombres su coparticipación en este camino de equidad, porque la humanidad solo avanzará en justicia si sus alas marchan en equilibrio.

Estas aspiraciones podrían parecer ya cumplidas, al menos en la letra de la ley, en nuestra sociedad, pero es manifiesto que en nuestro entorno están ascendiendo en presencia y beligerancia grupos tanto políticos, mediáticos como sociales que cuestionan normas mínimas como la ley de Igualdad o la ley contra la violencia de género, por lo que lo que el camino ya recorrido podría revertirse e involucionar la situación de la mujer hacia posiciones de manifiesta desigualdad. Por eso, ayoyo un 8 de marzo que no solo reivindique avances, sino que frene frontalmente cualquier intento de reversión regresiva en el caminar hacia la igualdad hombre-mujer.

Porque con cada pasito que las mujeres conseguimos dar en el camino de la igualdad, toda la sociedad da un salto de gigante en su progreso global.

Sigamos derribando fronteras de desigualdad

Ley de Igualdad, un hito para la sociedad vasca

La Ley de Igualdad aprobada en el Parlamento fortalecerá el compromiso institucional por la igualdad

Todos recordamos leyes, normas y ordenanzas que nacen entre titubeos y con previsible poco alcance. Todo lo contrario de lo que supone la Ley de Igualdad que aprobó el Parlamento Vasco el pasado 3 de marzo, en vísperas del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer. Es con palabras mayores, una ley que con casi total seguridad marcará un salto de calidad y cualidad en la meta de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

Únicamente la obcecación y la obsesiones involutivas de la extrema derecha han impedido que las razones de la razón de la igualdad para la mitad de la población sean aprobadas por unanimidad. Pero esa inmensa mayoría parlamentaria que ha dado su visto bueno es el espaldarazo necesario e imprescindible a lo que puede ser ese hito definitivo que la sociedad vasca busca para que no haya discriminación alguna, ni en el ámbito privado ni en el público, entre hombres y mujeres.

La igualdad real está a mano, porque esta Ley propone y permite romper las barreras de la desigualdad y discriminación. Caminemos hacia el país de la equidad.

Prohibido reírse

Pienso que los patrocinadores del día de la tristeza oficial se han confundido en el cálculo de sus algoritmos

La última semana me han llegado, como imagino que también a ustedes, multitud de mensajes poniéndome sobre aviso entre preocupados y jacarandosos sobre el funesto lunes 17 de enero: intitulado el día más triste del año y al que como casi todo lo novedoso que quieren que impacten lo bautizan en lenguaje shakespeariano: Blue Monday. Tercer lunes de enero, frío de riguroso invierno, los pagos tarjeteros navideños aflorando, las deudas acechando, la luz a precio de angula, pierde el Athletic …, sí, sí, parece el lunes perfecto para el conjuro de los dioses de la tristeza contra los necios y crédulos humanos; la diosa Ezis empoderada sin llegar a ser completamente un Deimos del pavor, pero casi, chinchando a los humanos ya pandemizados con largueza. Confieso que he pasado el lunes tiritando, aunque en realidad haya sido por el frío de centellada que estos días congela hasta el pensamiento. También he pensado que quienes patrocinan este nombramiento del 17 de enero como día tristongo por excelencia podrían haber sido seguidores del Athletic, pero en realidad viendo la luz y dejándose acariciar por el sol del mediodía la tristeza se me disipa con la subida de serotonina frente a la mortecina melatonina nocherniega. Ya dice el refrán: “por san Antón, media hora más pone el sol” o también “san Antón, frío y tristón, pero se lleva las tinieblas a un rincón”. Desde luego, el día del santo patrono de los animales no casa muy bien con la tristeza comercial del cariacontecido Blue Monday.

En realidad, pienso que los patrocinadores del día de la tristeza oficial se han confundido en el cálculo de sus algoritmos y se referían a la semana intermedia de diciembre con el 17 como día clave, con prohibición absoluta de reírse en Corea. Si no era una fake más, por esas fechas en Corea del Norte sus excelentísimas autoridades con su preboste el orondo Kim Jong-Un prohibieron reírse a la población durante 11 días como duelo recordatorio por su padre. Ni reírse, ni beber alcohol, ni disfrutar del ocio, ni festejos ni esparcimiento … ¡ni ir de compras! Horror, esto sí que no puede ser, es un harakiri comercial-sentimental en toda regla, ¡no poder ir de rebajas es morir de tristeza! Y a cumplir si remisión, porque a quienes no cumplieron se les arrestó y fueron tratados como criminales ideológicos.

Menudo trauma tras el duelo público de tristeza. Menos mal que entre los diez grandes avances científicos del 2021 figura un gran ensayo científico que muestra que el MDMA (el éstaxis, como ustedes perfectamente desconocían) reduce notablemente la tristeza en pacientes con estrés traumático. Quizá haya efectos secundarios adversos, pero la investigación psicodélica en auge puede que sea la vía de escape y alivio a tanto Blue Monday postizo, excepto en Corea del Norte, claro.

nekanelauzi25@hotmail.com @nekanelauzirika