Prohibido reírse

Pienso que los patrocinadores del día de la tristeza oficial se han confundido en el cálculo de sus algoritmos

La última semana me han llegado, como imagino que también a ustedes, multitud de mensajes poniéndome sobre aviso entre preocupados y jacarandosos sobre el funesto lunes 17 de enero: intitulado el día más triste del año y al que como casi todo lo novedoso que quieren que impacten lo bautizan en lenguaje shakespeariano: Blue Monday. Tercer lunes de enero, frío de riguroso invierno, los pagos tarjeteros navideños aflorando, las deudas acechando, la luz a precio de angula, pierde el Athletic …, sí, sí, parece el lunes perfecto para el conjuro de los dioses de la tristeza contra los necios y crédulos humanos; la diosa Ezis empoderada sin llegar a ser completamente un Deimos del pavor, pero casi, chinchando a los humanos ya pandemizados con largueza. Confieso que he pasado el lunes tiritando, aunque en realidad haya sido por el frío de centellada que estos días congela hasta el pensamiento. También he pensado que quienes patrocinan este nombramiento del 17 de enero como día tristongo por excelencia podrían haber sido seguidores del Athletic, pero en realidad viendo la luz y dejándose acariciar por el sol del mediodía la tristeza se me disipa con la subida de serotonina frente a la mortecina melatonina nocherniega. Ya dice el refrán: “por san Antón, media hora más pone el sol” o también “san Antón, frío y tristón, pero se lleva las tinieblas a un rincón”. Desde luego, el día del santo patrono de los animales no casa muy bien con la tristeza comercial del cariacontecido Blue Monday.

En realidad, pienso que los patrocinadores del día de la tristeza oficial se han confundido en el cálculo de sus algoritmos y se referían a la semana intermedia de diciembre con el 17 como día clave, con prohibición absoluta de reírse en Corea. Si no era una fake más, por esas fechas en Corea del Norte sus excelentísimas autoridades con su preboste el orondo Kim Jong-Un prohibieron reírse a la población durante 11 días como duelo recordatorio por su padre. Ni reírse, ni beber alcohol, ni disfrutar del ocio, ni festejos ni esparcimiento … ¡ni ir de compras! Horror, esto sí que no puede ser, es un harakiri comercial-sentimental en toda regla, ¡no poder ir de rebajas es morir de tristeza! Y a cumplir si remisión, porque a quienes no cumplieron se les arrestó y fueron tratados como criminales ideológicos.

Menudo trauma tras el duelo público de tristeza. Menos mal que entre los diez grandes avances científicos del 2021 figura un gran ensayo científico que muestra que el MDMA (el éstaxis, como ustedes perfectamente desconocían) reduce notablemente la tristeza en pacientes con estrés traumático. Quizá haya efectos secundarios adversos, pero la investigación psicodélica en auge puede que sea la vía de escape y alivio a tanto Blue Monday postizo, excepto en Corea del Norte, claro.

nekanelauzi25@hotmail.com @nekanelauzirika

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *