Fiel a su cita anual la revista Annals of Improbable Research ha fallado los premios IG-Nobel2014 para las investigaciones más absurdas/estrambóticas del año. Un lujo de agudo ingenio para primero reír y después pensar. Entre estos profundos y delirantes/hilarantes hallazgos pudiera ser que el de Economía tuviera proyección mucho más allá de lo que los IGnobles suelen plantarse. Lo ha obtenido el Instituto Nacional de Estadística de Italia, por liderar el aumento económico nacional proponiendo incluir en presupuestos los ingresos por prostitución, drogas, contrabando y otros tipos de transacciones ilegales.
Según el último censo de milmillonarios, en 2014 han ingresado en la elite de riqueza mundial 155 nuevos milmillonarios, que ahora son récord de 2.325 personas (solo 286 mujeres), 7% más que en 2013. En época que nos venden de profunda crisis mundial la riqueza combinada de este gruppetto ha aumentado un 12% hasta los 7,3 billones de dólares, más que la capitalización de todas las empresas del Dow Jones Industrial.El 5% de estos muchimilmillonarios “valen” más de 10.000 mill$. Para no señalar a otros como los asiáticos, en especial chinos, que fortunean como la espuma, en la Europa de los drásticos recortes merkelrajonyanos, sus 775 milmillonarios gozan al alimón de 2,37 billones de dólares. No importa que la deuda del Estado hispaño ronde el 100%, ni sus 5 millones parados ni la ristra de lacerantes secuelas económicas y sociales.
Algunos los etiquetarían de usurpadores; pero como ídolos a imitar, la pregunta sería, ¿qué hacer para entrar en el selectísimo club de miltimillonarios? A escala mundial parece que dedicarse al capitalismo extractivo (acaparar las plusvalías que otros generan) es buen camino, pero no el mejor en el Estado español, donde analizadas las grandes fortunas, para ser multimillonario aquí es más provechoso dedicarse al Capitalismo de Compadreo con industrias poco competitivas pero con buenos contactos en el poder político. Pongan ustedes el ejemplo: inmobiliario, recalificación de terrenos, monopolios, subastas de obra pública… al parecer entre nosotros es más beneficioso un buen contacto que la mejor empresa, dicen los entendidos.