Yo estuve allí

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ES la máxima del viajero, “yo estuve allí”, porque si le gustó, pasará a formar parte de su intrahistoria, volverá a visitar el lugar y seguramente dirá a otros que también lo hagan. De haber podido estar en París yo lo diría. Porque han logrado “el primer acuerdo universal sobre le clima” entre 195 países; porque se han puesto de acuerdo para limitar a dos grados el aumento de la temperatura terrestre este siglo; pero sobre todo porque por primera vez todos reconocen sin ambages que el cambio climático existe y que es responsabilidad del hombre. Así que Hollande les recordó a los plenipotenciarios reunidos en la Cumbre que “siempre podrán decir que el 12 de diciembre de 2015 estaban en París, por lo que podrán sentirse orgullosos ante sus hijos y nietos”.

SAUDIS VOTANDO

Pero el “yo estuve allí” que más me habría gustado estos días es el municipio de Madrakah, en La Meca, donde Salma al Oteibi será concejala. No tendrá mucho poder, pero para muchos saudíes, hombres y mujeres, marca un cambio-camino en la toma de decisiones públicas. Había 130.000 electoras frente a 1,35 millones de electores, por lo que resultaba imposible que saliera elegida alguna mujer para alguno de los 2.100 cargos… a no ser que los hombres las votaran. ¡Y lo han hecho! Así que las mujeres saudíes se han estrenado cono electoras, como candidatas y como elegidas.

En un país donde las mujeres no pueden conducir un coche y viven toda su vida bajo la tutela de un varón para viajar, estudiar, trabajar, salir solas o casarse, hay mujeres muy bien preparadas que aspiran a salir al ágora pública con plena capacidad civil. Muestra de esto es la elección, contra todo pronóstico político-matemático, de la nueva concejala Salma; parafraseando a Neil Armstrong “es un pequeño paso para esta mujer, pero un gran paso para las mujeres” de Arabia Saudí.

RIVERA

Por el contrario, no me habría gustado el “yo estuve allí” político y social de Marta Rivera, número tres por Madrid del neoconservador Ciudadanos, diciendo “es tan grave que un hijo vea cómo su padre mata a su madre que vea cómo su madre mata a su padre”, para añadir que intentará “acabar con la asimetría penal por cuestión de sexo y la ineficacia de la propia ley”. Bien la primera frase, pero ante la segunda cabe recordarle que la ley contra la violencia de género existe porque la mayoría de las víctimas de esta violencia lo son exclusivamente por compartir una misma condición: ser mujer, y solo 2.700 hombres tienen orden de protección frente a 36.000 mujeres.

Como mujer no me gustaría mucho el “yo estuve allí” si esta derecha extrema recuperara el poder político y social.

Consternada

CLIMA

Consternada, sí consternada, es un término apropiado y muy repetido en los medios y en miles de bocas para expresar lo que el alma siente ante la indiscriminada y brutal masacre en las calles de París. Además, también cabreada y encorajinada, sufriendo inquieta, preocupada, amedrentada,… la sangre y los muertos a primera vista nos hacen transitar sucesivamente por todos estos estados de ánimo. Distingo perfectamente entre asesinos y asesinados, pero podría pensar “¡yo paso, ha sucedido a mil kilómetros de mi casa!”, consiguiendo un consuelo engañoso, porque nuestra Tierra ya es una pequeña aldea global y en segundo lugar porque los asesinados eran seres humanos; de los asesinos…, me impongo pensarlo también. Rápidamente han señalado a los responsables directos e indirectos, así que lo lógico es que les impongan el justo castigo a su culpa, aunque ello no rebaje mi consternación.

Sin quitar un ápice de dramatismo a la tragedia del morir sin sentido, dentro de unos días comenzará en este mismo París ahora aterrorizado y consternado, la Cumbre Mundial sobre el Cambio Climático. Según datos de la OMS de 2014, cada año mueren siete millones de personas por cardiopatías, cáncer de pulmón y diversas patologías respiratorias… a consecuencia de la contaminación atmosférica (CO2/NOx/metales pesados/smog…); y alrededor de cuatro millones fallecen por infecciones derivadas de la polución del agua. Me gustaría que también aquí se investigara a los responsables/culpables para imponerles el castigo que se merecen, aunque ello tampoco rebajaría mi consternación.

Casi 800millones de personas no pueden comer para poder vivir, y de hecho 24.000 mueren de hambre al día, especialmente niños, que también son seres humanos; para los responsables/culpables de este hecho también desearía el castigo merecido, aunque ello tampoco rebajaría mi consternación.

Sin mirar a la costa italiana, las aguas jurisdiccionales españolas ven morir a unas 200 personas al mes intentando llegar a “El Dorado”. También en este “naufragismo” cuasi programado sería necesario investigar a los responsables/culpables e imponerles el castigo merecido, aunque ello tampoco rebajaría mi consternación.

En París se buscan culpables, pero es improbable que en estas otras tragedias se busque a los responsables y que en alguna de ellas se indaguen las causas originales para atajarlas. En realidad esto sería lo único que mitigaría mi consternación.

Einstein sostenía que el universo no permitía sucesos aleatorios. Hace poco, físicos de la Universidad de Delft(Holanda) han corregido al sabio y al parecer Dios “juega a los dados” y el universo se mueve por variables azarosas. Saberle errado a Einstein y que el azar mueve el universo tampoco reduce mi consternación; mejor sería que Dios tuviera un plan, aunque fuera el B, para salvarnos de nosotros mismos.