Las robots del sexo

ESTA semana la noticia de riesgo podría haber sido cualquier encierro sanferminero o el zascandileo de Trump por Europa, pero la alerta más impactante ha sido conocer la irrupción de androides en el mercado del sexo: las robots love dolls, juguetes sexuales capaces de ejecutar cincuenta posturas. Aunque también se confeccionen androidesgigolós, la preferencia se centra en robots-muñecas con texturasfemeninas y software interactivo que imita voz y posturas de mujer adulta, pero con un hardware-cuerpo de adolescente de 13 años. No son las tradicionales muñecas hinchables, sino imitaciones perfeccionadas del cuerpo femenino, tanto como para que su diseñador diga que son más compañeras sentimentales que juguetes sexuales.

Aunque no tenga perro porque mi tiempo es escaso para atenderle como se merece, leo en una revista lo que todos sabíamos y estudios científicos confirman: los perros son mucho más listos de lo que creíamos, con inteligencia comparable a la de un niño de 3 años, y todos sabemos cuánto da de sí la plasticidad de un cerebro a esta edad. Vivimos juntos desde el albor del homo sapiens, y pienso que si evolutivamente alga y hongo han llegado a ser liquen como simbionte indisoluble, puede que humano-perro estén cerca de serlo. Porque sus capacidades son tan conocidas como beneficiosas, sobre todo su fidelidad fuera de toda duda. De guardián de casa y ganado han pasado a ser ayuda imprescindible para buscar personas, lazarillos perfectos para ciegos, fomentadores de empatía y sociabilidad, hacen más llevadera la soledad obligada, detectan explosivos y drogas… y lloran si tú lloras, te consuelan si estás triste, se alegran si estás alegre… Y no son robots ni software instalado en cuerpo aséptico sin olor, sino animales inteligentes con sentimientos.

El sexo con robots es nuevo y por ello mismo fascinan estas love dollstan reales, lo que abre interrogantes de debate sobre sus riesgos y beneficios. Con las agresiones sexuales galopantes, en fiestas y en días no feriados, algunos abogan por ellas como espita de presión; más de uno dirá que la prostitución real con sus secuelas delictivas se vería recortada; también habrá quien las identifique como ideales para las personas con dificultades de relación. Aparte del hecho evidente de la cosificación que se hace de la mujer y del aislamiento social que induce, al ver sus caras aniñadas me asalta la duda de si en pederastas o en abusadores de menores no se sobreexcitarán aún más sus irrefrenables pasiones machistas de dominio “cállate porque eres mía”. A saber si el software futuro del big-data interactivo dará respuestas.

Mientras tanto, ante los riesgos ciertos y beneficios desconocidos de las robots, obtener los beneficios emocionales que da un perro solo necesita una empática educación, como la de un niño.

Cierto, al perro no se le puede desconectar cuando ladra porque sufre, ni evitar que emita olores, pero cuando mueve la cola o te lame agradecido… esa inteligencia emocional es inimaginable en un robot… al menos por ahora.

San Valentín

 

NIÑAS AFRICA
Millones de niñas siguen siendo sometidas a la mutilación genital femenina, que vulnera sus derechos como personas.

 

Enlazando los últimos coletazos de los coloridos carnavales y los primeros rigores cuaresmales esta semana llegará sanvalentín con toda su letanía de publicidad comercial para que manifestemos el amor al amado/a en su sentido más romántico, o no. La relación él/ella en sus múltiples variedades sigue siendo el dardo en el corazón. Así que nadie repara en que sanvalentín sea un invento, aceptando que su hipertrofia comercial produce pingües beneficios económicos y de paso ayuda a tener coartada para realizar las compras que no hicimos en enero y punto. Lo de la profundidad de la relación amorosa es otro aura.

Como fruto casi siempre de una relación él/ella con final no tan rosa ni sanvalentiniano, en lo que llevamos de año han asesinado a siete mujeres (otros hablan de 11 víctimas) por el hecho de serlo. Es la punta más visible de un iceberg de otras violencias, tanto físicas como sicológicas, no tan fatales pero sí bastante aniquiladoras.

El pasado sábado, anudado al calendario de celebraciones y días D tenemos oficializado el recuerdo a las mujeres que sufren alguna mutilación genital (MGF). Resección del clítoris, de los labios mayores, infibulación vaginal… y otras formas de mutilación que no producen ningún beneficio, sólo daño a las niñas/mujeres, causándoles hemorragias graves, infecciones, infertilidad, complicaciones en el parto y mayor riesgo de muerte de recién nacidos. En todo caso, es una tradición de iniciación trasformada en ultraje a la mujer sólo por serlo.

Doscientos millones han sido mutiladas genitalmente, principalmente en Sudán, Guinea, Djibouti, Indonesia, Gambia…. Países lejanos, cierto pero no tanto, porque aquí y allí los derechos de las mujeres son derechos humanos, y porque entre nosotros conviven personas que practican esta tradición entre sus hijas; en Cataluña el año pasado hubo 216 casos y según la Fundación Wassu-UAB  hay 17000 niñas en riesgo de ser mutiladas.

Hay rayos de esperanza. En Gambia donde está fuertemente arraigada (75%),  vinculada a la tradición y a los lazos familiares, han aprobado su primera ley contra la MGF con multas y cárcel para los implicados. Pero más que los castigos, el éxito ha llegado de la implicación de la población a través de «la transmisión del conocimiento en cascada» a todos los estamentos sociales, especialmente al sanitario que ha reducido sensiblemente su participación en las mutilaciones. O  preservando también el valor cultural que esta práctica tiene para ellos ofreciéndoles como alternativa un rito de iniciación sin mutilación. Gambia mejora, lentamente, pero mejora.

A pesar de este rayo de esperanza, para 2030 se calcula que aún 86 millones sigan sufriendo esta ominosa tradición patriarcal.

Un recuerdo para ellas, porque también tienen derecho a su sanvalentín rosa y de confeti.