La verdad es la víctima


ENTRE la verdad, los intereses públicos y la información publicada, la víctima es siempre la primera.

Nature publica una investigación en bacterias que puede ser de impacto en genómica humana. Han introducido imágenes GIF en forma de nucleótidos en el genoma bacteriano, que se han integrado en su información genética… lo más importante es que han logrado recuperar el 90% de esta información.

En la intervención del sr. (es un decir) Naseiro en la comisión parlamentaria sobre la corrupción, sólo le ha faltado negar haber sido tesorero del PP (¿Partido Podrido?), alguien que en su día ya fuera sobreseído de corrupción porque las escuchas de la benemérita, “tan eficaz” en Altsasu, fueron chapuceras e ilegales. Si no fuera despreciativo para los autores de sainetes tildaría lo que dijo como parte de un esperpento. Naseiro actuó en este sainete de olvidadizo viejo burlón, sobrado chulo de barrio, altanero y sordo faltón,… Pero nada de esto tendría mayor trascendencia si dijera alguna verdad, pero oyéndole mentira tras mentira es evidente que navegó en puro engaño orquestado.

Claro que sólo se ciñó al relato monocromático que reclama su oscurantista PP. Un relato que quieren hacer particularmente suyo, por ejemplo en la exclusividad de víctima de M.A. Blanco, como si ETA no hubiera asesinado con la misma vileza a ochocientas personas. Relato en el que modifican la moviola cuando les place, exigiendo respeto, perdón, reconocer el daño causado y restituir a las víctimas… olvidándose de quienes en sus filas fueron/son franquistas y jamás han hecho nada de lo que ellos exigen a los demás. Aducen que la amnistía transicional les condonó la culpa y ¿también del relato de la verdad? Más cercano, su relato al parecer también les exonera de responsabilidad en los asesinatos de Vitoria/Gasteiz 3/3/1976; y les permite correr un tupido velo sobre los asesinatos del GAL (muchos menos que los de ETA, pero un solo asesinato ya es una barbaridad); un relato donde no se preguntan cuántos de esos asesinos están en prisión, cumplieron su condena o pidieron perdón, cuántos… en su relato la verdad como actriz principal es la víctima.

A veces su relato se truca a rictus de rabia, como con la reciente exoneración de Uxue Barkos, a quien los primos navarros de zumosol querían enfangar en el lodazal que fue la administración de lo público en la Navarra-navarrista de UPN.

Por esto me alegra que el caso Cabacas se abra, aunque sea por un quebrado sendero judicial, a un relato más próximo a la verdad, porque no todos tragamos con el relato monocromático p.p.ero. Por esto mismo, si fuera parte del Gobierno vasco me tentaría la ropa cuando para enfangar y amedrentar a los catalanes mr. Rajoy ¡Sé fuerte Luis! pone ahora como ejemplo del relato a los “buenos” vascos.

Como siempre habrá Naseiros, veo una esperanza en la traslación a humanos del sistema de grabación de imágenes en el genoma. Así, al recuperar la memoria fotográfica fidedigna nadie podrá hacer un relato Naseiro.

Equivocaciones

 

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En días pasados había apostado desde estas líneas porque los británicos votarían en contra del Brexit siguiendo el rastro de los intereses de sus bolsillos depositados en las casas de apuestas… y evidentemente me equivoqué, porque frente a criterios racionales, contables y “sensatos” (digamos business) ellos/as han preferido votar siguiendo algo mucho menos tangible como son las ideologías más viscerales y un nacionalismo retro-imperial para dejarnos aislados a los continentales tras la niebla del Canal de la Mancha. Y aunque sea por exigua mayoría, ha ganado el agur de despedida. Así que para próximos referéndums me lo pensaré antes de valorar los criterios materiales como preferentes, porque la historia no sólo la escribe la economía, sino que se redacta junto a la religión y al nacionalismo reconvertidos en arietes excluyentes, que son mucho menos racionales pero al parecer no menos efectivos.

Cuando escribo este corto todavía ando rumiando mi fiasco como vaticinadora de los 1,X,2 de la política y no conozco los resultados de las elecciones-bis para el parlamento español; así que aunque podría, no quiero apostar a resultados tan bien colocados, previsibles y conocidos para equivocarme de nuevo.

Se comprende que quien pierda un referéndum (e incluso unas elecciones a adjunto segundo de presidente de comunidad de propietarios) haga memoria justificativa de la derrota llegando incluso a argumentar que nunca se tuvo que haber convocado, que si la atención mediática, que si situaciones ajenas han influido… pero tras el Brexit he oído en demasía mencionar la palabra equivocación y error en referencia la decisión de los votantes. ¿Se equivocan los votantes? Y como ejemplo de que la democracia a veces falla suele ponerse el ejemplo de Hitler que llegó al poder por vía democrática.

Volviendo a casa, estas dos últimas semanas (por no decir desde el 20 de diciembre) lo de la equivocación lo hemos escuchado en abundancia. Y las consecuencias que asocian a esa achacada equivocación siempre son catastróficas. Para los PPboys se hundiría la economía si se vota a Podemos, para estos se aniquila la democracia si se elige a quienes hacen cola para diplomarse en corrupción, para los socialistas el votar a los anteriores es aniquilar el bienestar devenido de la social democracia… vamos que tienen pánico a que los ciudadanos/as nos equivoquemos. El mismo que tienen a convocar un plebiscito en Cataluña, Euskadi… sobre la independencia. Quizá tengan miedo a nuestro error, a que nos equivoquemos como el Brexit. Pero en realidad que a mí no me guste no parece ser una catástrofe para ellos, aunque quizá tengamos que llevar pasaporte o más problemas para estudiar/trabajar allí, pues igual que si vamos a Estados Unidos.   Pero es posible que me equivoque.