Ya no queda casi nada por cancelar, suspender o aplazar, que de entre todos, es el verbo más esperanzador. Es el clavo ardiendo al que aferrarse o quizá el punto indefinido en el horizonte en que debemos fijar la vista para seguir caminando. No dudo, no quiero hacerlo, que muchos de la infinidad de actos que han caído podrán ser realidad en cuanto escampe. ¿Cuándo recuperaremos esa rutina de la que renegábamos? Seguramente un día. Miren que deploro la grandilocuencia, pero estoy por proclamarles que es una obligación cívica no ceder a la tentación del desaliento. Y si no están para pensar en los congéneres, les diré también que es la forma egoísta de que cada cual consiga salvar su culo.
En el tránsito hacia la luz al final del túnel nos ayudará la firme convicción de que vamos a ser capaces de superar esta situación excepcional. Pero no será suficiente. También deberemos afrontar una torrentera de lo que para otras generaciones serían inconvenientes y para la nuestra (pongamos a los nacidos del 65 en adelante) nos resultan brutales sacrificios. No derrochemos en sufrimiento. Si ahora hacemos un drama de no poder darnos un homenaje en una sidrería o de perder un fin de semana en no sé qué hotel con encanto, qué haremos si nos encontramos con males que prefiero ni escribir, aunque muy probablemente rondan en más de una cabeza. No olviden que no todo el mundo tiene un sueldo asegurado.
Termino con una imagen soñada. ¿Qué tal las y los responsables de todos los partidos políticos que se presentan a las elecciones del 5 de abril anunciando que han tomado por unanimidad una determinación sobre el retraso de los comicios.
Me acaban de enviar un vídeo de Mercadona de Cabieces con colas de docenas y docenas de personas en las puertas.
Buscsmos la cuarentena y el sentido gregario sobresale.
Espainia Erresumako eusko Jaurlaritzak, espainiar Gobernuak, Generalitat-ek neurriak sendoak eta zorrotzak hartu behar dituzte, berehala, eta udara arte.
La OMS debería guiar las acciones de los Estados y Naciones fijando criterios objetivos (por ejemplo, sobre el número de nuevos casos por día).
La OMS puede utilizar el reglamento sanitario internacional, un tratado firmado por el Reino español (Nación catalana, Nación vasca).
La magnífica sanidad pública vasca, española, catalana y, también la privada del Reino español, hacen frente a un desafío grave como es la pandemia del coronavirus.
Aurrera Iñigo Urkullu, euskal Nazioko lehendakaria!.
Iñaki, siento entrar dos dias tarde, pero el video al que haces referencia es otro de los muchos fakes.
Pertenece a unas navidades o tal vez al dia de la inauguración del supermercado, no es de ahora.