Y decenas y decenas de perros atados de por vida delante de caseríos y casas, aquí mismo, delante de la carretera, en el camino por donde paseas, en la casa de tus suegros.
El grado de sufrimiento es el mismo, sino mayor, en un animal que además de sufrir, tiene consciencia de él mismo, interactúa con su familia y se comunica con un lenguaje corporal, y de comprensión lingüística, muy limitado pero progresivo. Es decir, un relación no muy diferente a la de los primeros hombres de color que fueron importados para trabajar en las plantaciones americanas, o en las haciendas españolas tras el descubrimiento, con sus propietarios.
Que la empatía hacia los animales se incluya en la ley de educación es un paso indispensable para abandonar la sociedad bárbara en la algunos de nosotros hemos crecido. En esta sociedad en la que, la fiesta nacional, los circos con animales, el maltrato festivo de cabras, ovejas, burros ,becerras, los galgos como herramientas de caza, las pruebas de bueyes ensangrentadas, el sadismo infantil sobre los felinos, y un largo etcétera, provocará en las próximas generaciones el mismo rechazo que el hacinamiento de negros en la bodega de un barco nos provoca a nosotros en este momento.
Si hemos sido capaces de crear la indispensable secretaria para la paz y la convivencia, en asuntos de espinoso pasado, podemos abordar de la misma forma, aspectos que nos diferencien del resto del estado, como la implementación de «la empatía hacia los animales» en nuestros programas educativos.
Claro que primero deberemos descabalgarnos de todas aquellas actividades que disfrazadas de cultura o folklore, son aún permitidas o toleradas socialmente. Considero que vivimos un momento irrepetible para caminar en ese sentido, y que dar pasos activos, sin esperar a su extinción por obsolescencia, reforzará en el futuro la imagen progresista de un país que dejó la barbarie para diferenciarse de sus vecinos.
Cuando surge el deseo de tener un perro para formar parte de la familia, en ocasiones lo primero que se discute es la raza que deseamos.Nuestro pensamiento de inmediato se dirige a ese perro del anuncio o de la foto que hemos visto en la publicidad.
Pero los miembros de la familia no se eligen.Al menos ,en la mía.
La selección de razas, lo sabemos,conlleva serios problemas de salud que menoscaban la calidad de vida del perro.La selección racial se ha hecho desde siempre para atender a criterios estéticos o funcionales.Tenemos innumerables ejemplos de ello, rottweiler, teckel, carlino, bulldog, etc.
Un equipo de veterinarios del Real Consejo Veterinario Inglés
, concluye en un extenso estudio sobre la raza bulldog, que afecciones como la otitis, las afecciones respiratorias o enfermedades dermatológicas, inciden de forma mucho más notable en ellos que en el resto de las razas.El sobrepeso ,es un problema generalizado en ellos y lo más impactante del estudio, la edad media de esta raza es ligeramente superior a 7 años. Deberíamos revisar nuestros gustos y tener un pensamiento más crítico frente a las modas.Al menos en aquellas que implican a otros seres vivos sintientes y dependientes.
Por lo que respecta a nosotros mismos, como si te pones dos piercings en el glande.
Una
de las respuestas a la eterna pregunta existencial de Quienes somos y de Dónde
venimos, es la teoría de la evolución, de Charles Darwin. Las dimensiones de
esta idea o teoría, solemos limitarla aspectos ligados a los simios y sus equivalencias
respecto a nosotros. Sin embargo, esta va mucho más allá.
En su interesante
artículo, las doctoras Juliane Kaminski y Anne M. Burrows con sus colaboradores,
destacan que existen dos pequeños músculos faciales en la órbita del glóbulo
ocular, RAOL y LAOM, que determinan, uno de forma ascendente y el otro tirando
tangencialmente, una expresión en la mirada del perro capaz de estimular nuestra
máxima atención y disposición a sus requerimientos.
Un grupo de
investigadores ingleses y americanos de la Universidad Duquesne en Pittsburgh
(EE.UU.) y el Centro de Cognición Canina de la
Universidad de Portsmouth (Reino Unido) nos plantea que ese desarrollo
evolutivo es el responsable, al menos en gran parte, de la tierna mirada que nos conmueve en nuestros animales de compañía.
Estos
científicos, estudian comparativamente la anatomía expresiva del lobo, y la
enfrentan a diversos tipos de raza de perros, concluyendo que, estas diferencias van aumentando de
acuerdo a los tiempos de domesticación
de cada una de ellas.Es decir, estos músculos son más grandes y desarrollados
en razas domesticadas hace milenios, y más
pequeños y débiles en otras razas
que se han aproximado al hombre más recientemente, como es el caso de los
perros nórdicos, llegando a no existir en el caso del lobo. En esta hipótesis,
se debe de tener en cuenta, que no se conoce en profundidad los momentos de
creación de las distintas razas, y sobre todo que es difícil descartar la
selección intencionada efectuada por el hombre.
En conclusión, esa mirada irrepetible que nos decide a comprar ese cachorro del escaparate (con la nueva ley, esto no seguirá ocurriendo), o adoptarlo entre tantos otros del refugio, y que siempre consigue que cedamos frente a la disciplina de no darle chuches, o en su espera de debajo de la mesa, es obra del desarrollo evolutivo que ha condicionado favorablemente a aquellos individuos que se han mostrado menos agresivos, más transigentes, cariñosos y sobretodo expresivos. Finalmente son los que han sido adoptados para formar parte de nuestra familia, y así lo corroboran las estadísticas de las protectoras que confirman, que la expresividad es determinante a la hora de escoger entre la camada o el resto de refugiados.
No tengo ninguna duda de que los perros de presa o PPP, son adorables.Además muy agradecidos, vienen contentos al veterinario la mayoría de ellos. No obstante, antes de decidirte por uno de ellos piensa si serás capaz de educarlo, y mantener la suficiente disciplina y rigor que precisan…..para ellos no hay excepciones en su aprendizaje. Pero piensa sobre todo, por muy musculado y esbelto que lo veas, si vas a ser capaz de CONTROLARLO.
IAS
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