En los mataderos franceses se vigilará mediante cámaras para evitar el maltrato a partir del 2018

Un paso inevitable y esperado en el cumplimiento de la ley de bienestar animal.

Inevitable mientras sean considerados «cosas» y no seres «sintientes».

Esperado porque la educación y la cultura siguen al servicio de un mundo mercantilizado, ciego ante las obligadas relaciones de respeto con el resto de los pobladores de este planeta.Porque ellos no se crearon para nuestra satisfacción, sino como un eslabón más de la cadena evolutiva.

Seguiremos siendo depredadores, pero el baremo de nuestro desarrollo evolutivo estará sin duda, en este siglo XXI, marcado por la conciencia de evitar el sufrimiento gratuito.

Comencemos cada uno de nosotros a explorar aquellos aspectos,  del bienestar animal , sobre los podemos actuar.En el día a día, entramos en contacto en innumerables ocasiones con situaciones en las que está en nuestras manos mejorarlo. Selección a la hora de la compra, frecuencia de los consumos de origen animal, eludir productores masivos, adoptar un perro o gato, no comprar pirotecnia, etc,etc.

IAS

 

Bienestar animal en los mataderos, algo está cambiando.

Detrás de las alarmas mediáticas por maltrato animal, sadismo y cierre posterior de los mataderos, hay sin duda un conflicto laboral, yo diría humano, respecto a las condiciones de trabajo de los empleados de los mataderos.
Personas, en su mayoría inmigrantes, sin cultura, ajenas a una mínima educación sobre el respeto animal, malpagadas y con unas condiciones laborales tan precarias, que «vete tú » a hablarles del bienestar animal.
¿Culpables? El mercado, el sistema, las instituciones, los empresarios………………..
En mi opinión, nosotros LOS CONSUMIDORES, que no vetamos la compra de alimentos producidos en esas condiciones, y que por tanto permitimos que siga funcionando ese tipo de cadena de producción.

Esto forma parte de esa hipocresía que nos deja rasgarnos las vestiduras al observar vídeos de este tipo, y un minuto después, nos olvidamos al seleccionar nuestra compra.Debemos de dejar de considerar los alimentos como un «bien de consumo», para contemplarlos como un «bien biológico vital».Esto es, indispensable, de generación natural y con ciclos de producción regulares. Debemos de excluir los alimentos de los mercados especulativos, las cadenas de producción o los indicadores financieros, porque quizás este sea el mayor problema al que nos enfrentemos en los próximos años dentro del sistema capitalista globalizado.

IAS