Fujitsu a la cabeza de los grandes de la electrónica, se ha aproximado al mundo animal mediante el próximo lanzamiento de un sensor de reducido tamaño que fijado al collar de perro o gato nos permite vigilar o al menos estar informados sobre la salud de la mascota. Hace un par de días, este fabricante hizo público que está trabajando en un prototipo inalámbrico que emite señales al ordenador o al teléfono móvil para mantenernos informados de cualquier incidencia de salud que sufra el animal. Los artículos de prensa, no son más específicos y a un veterinario esta noticia le deja frío. Al margen de que el titular es muy atractivo para los millones de personas, que de una u otra forma han integrado a un animal de compañía en su familia, creo entender que el artilugio almacena información sobre parámetros simples como Tª, actividad del perro o postración, a modo de datta-logger (registro en continuo de la temperatura), de forma que en ausencia de los dueños nos lleguen informes de medidas anormales que nos alerten de cambios súbitos a modo de indicadores. Por ejemplo, he acudido al veterinario porque mi perro lleva apático dos días. En la clínica, me comentan que tiene un principio de bronquitis y hemos comenzado tratamiento con antibiótico. Hoy tengo una cena, llegaré tarde y mañana desde primera hora salgo de viaje. Le sacaré temprano y no volveré hasta el mediodía. Conectarle el iCan o el MacCat, podría ayudarme a vigilarlo. Desde este planteamiento me parece muy útil. Para monitorear otras constantes más complejas ya existen doppler cardiaco, termómetros fijos, medidores de saturación de oxigeno, etc. Pero todos ellos son de uso profesional y además, nos obligan a hospitalizar al animal. En la clínica veterinaria IAS , la hospitalización, a no ser que sea indispensable, no nos parece adecuada, pues la separación del animal y su dueño no colabora en la mejoría del estado de salud de la mascota. En cualquier caso, mi enhorabuena, sobre todo por el alejamiento de la empresa electrónica del camino de fabricar perros o gatos cibernéticos o R2D2 con pelo, e incluso mascotas de pantalla, a las que hay que cuidar. En este caso, el esfuerzo de los japoneses, es para mejorar nuestra relación con “ellos”. En este camino, en la clínica , el historial clínico u hoja de ruta de cada paciente, sustituirá a la cartilla de vacunas e irá en un pendrive para en cualquier unidad poder visualizar toda la historia clínica de nuestros pacientes, analíticas, ecografías, placas, vacunas, etc.