Las 10 enfermedades más comunes en el gato

Como continuación de los 10 procesos patológicos más habituales, en el caso de los gatos, la casuística es algo diferente. Tenemos, Enfermedades más comunes en gatos 1. Cistitis 2. Enfermedad renal crónica 3. Hipertiroidismo 4. Problemas estomacales 5. Periodontitis/enfermedad dental 6. Diabetes 7. Problemas intestinales/diarrea 8. Otitis 9. Dermatitis alérgicas 10. Linfosarcoma

Si hemos hablado de que el perro no siempre nos permite la manipulación para actos de prevención, dispensación de medicamentos y tenemos dificultad con la administración de dietas, en los felinos esto es misión imposible. Come solo lo que le place, y admite un número muy limitado de “ordenes” o “dejarse hacer”. Sin embargo, las enfermedades más comunes, son bien diferentes en los felinos.  Aun podemos ver la otitis y las dermatitis, pero en los últimos puestos. En los gatos, nos encontramos con procesos sistémicos o de fracaso orgánico más difíciles  de prever. Como hemos comentado en otras ocasiones el sistema urinario es uno de los más problemáticos con el paso de los años en el felino. Son numerosas las patologías que pueden afectarle, cistitis, litiasis o formación de cálculos, FLUDT, insuficiencia renal.

Periodontitis, presencia de sarro, gingivitis, piorrea, y toda la lista de problemas bucales debidos, sobre todo, a una escasa vigilancia y que se debiera revisar en cada una de las visitas al veterinario, aunque el motivo de la visita sea otro.

Quizás los problemas intestinales y estomacales son más vigilados por lo explicito de los síntomas, vómitos y diarrea.

El hipertiroidismo, la diabetes y los linfosarcomas aparecen cada vez más frecuentemente en nuestra consulta, pero le dedicaremos capítulos específicos por la complejidad en la detección y diagnostico.

¿Pero de qué forma puede prevenir algunos de estos procesos el propietario?

En el caso de los problemas orales, evitando la comida húmeda y sobre todo revisando ante evidencias del tipo babeo excesivo, halitosis, gestos repetitivos, e incluso pérdida del apetito.

En la sospecha de deficiencias renales o urinarias,el  medir el agua de consumo medio, observar detenidamente la arena al retirarla, valorar pérdidas de peso, la apatía olos aumentos-descensos súbitos en la cantidad de orina miccionada, son VIGILANCIAS de gran valor que nos pondrán alerta o responderán a las preguntas de nuestro veterinario. A partir de una edad, recomendamos analizar una muestra de orina y en su caso, de sangre.

En conclusión, seguiremos la hoja de ruta de su historial clínico.Es decir,proponemos crear unas líneas de trabajo,  tanto para el dueño como para el veterinario, en la que ambos conocen el camino a seguir con actuaciones concretas a lo largo del tiempo.

IAS