Viernes 13 de junio de 2014
Eduardo Madina ha presentado su candidatura a la secretaria general del PSOE en el pasillo del Senado, ante el busto de Ramón Rubial, quien fuera presidente del PSOE y senador. A su lado un cuadro parisino del magnífico pintor Ucelay, el comisario vasco en la Expo Universal de Paris del 39 y un poco más allá y con permiso socialista, el busto del ex ministro de Fanco, Manuel Fraga. Un bonito pasillo en el que faltan otros muchos bustos. Por ejemplo el de Manuel de Irujo o el de Joseba Elosegui o el de tantos demócratas. Pero ese pasillo a dos es el pasillo del binomio partidista que ha llevado al estado a la situación actual.
En mi libro Jarrones Chinos cuento lo que les pasó a los consejeros del Consejo General Vasco y al propio Rubial cuando visitaron en 1978 al rey en la Zarzuela. Ahí se cuenta como Rubial le dijo al rey por la cara que trabajaría para destronarle. Una escena psicodélica bien contada por quien fuera el secretario del Consejo. ¿Se hace Madina eco de aquellas palabras de Rubial o solo le gusta el Rubial de los últimos años de su vida?. Ojalá no sea esto. Rubial decía que la política no era para hombres de escayola. ¿Lo será Madina?.
Madina, diputado por Bizkaia ha hecho poco o nada por Euzkadi en su vida política. Solo coger los votos para vivir en Madrid. ¿Cambiará?. Vivía en Madrid y al final ha acabado queriendo ser presidente del gobierno español, no Lehendakari o sucediendo a López en la secretaría vasca. Un daLa historia se está acelerando. Algunos socialistas y sobre todo gentes del PP le tienen miedo. Dicen que es un radical. Hasta ahora no lo ha demostrado. El martes sumisamente votó si a la monarquía del Movimiento.
Por lo menos Pedro Sánchez dijo antes de aquella votación que el rey debería tener menos privilegios.
Todo como se ve está abierto. Pero no olvido que Rubial se cargó aquel proyecto de partido socialista vasco y que acabó siendo un senador socialista juancarlista. Una pena.
Ramón Rubial no se conformó con acabar de juancarlista; muchos recordamos cómo en pleno senado no se recató en sugerir contra ETA algo similar a lo que hizo Francia contra la OAS; poco después llegó el GAL… algo de lo que iba a llegar debía saber bien Rubial.
Fraga fue ministro de Franco, con «r».