¿En qué quedaron las primarias?

Sábado 14 de febrero de 2015

Tomás GómezEl mismo día en el que Pedro Sánchez puso su dedo maléfico sobre Tomás Gómez y se cargó la ejecutiva de la Federación Socialista Madrileña, curiosamente sita enfrente de la Plaza del Callao, un senador socialista entristecido y  con el que coincidí en el ascensor me dijo: «Toda la noche remando y al amanecer nos ahogamos». No me dijo más, pero su entristecida cara me lo decía todo.

Por eso, ante el inmenso silencio de los corderos y las posturas poco edificantes de Ángel Gabilondo y de Trinidad Jiménez, se impone la pregunta:

¿Por qué alardea el PSOE de sus elecciones primarias si éstas están al albur de lo que diga y quiera el jefe, el Duce con la peregrina argumentación de que el candidato no le gusta porque no gana elecciones?.

¿Las ganará usted Sr. Sánchez con estos modos autoritarios?.

Al parecer la elección de Tomás Gómez para la secretaría general y para la candidatura de Madrid no valen para nada. No le gusta al jefe. Y el jefe actúa. Y le cambia al elegido hasta la cerradura de su despacho, siembra su trayectoria de dudas, y le amenaza con la expulsión.

Pedro Sánchez es un pollo sin cabeza.

Ha pasado de llamar al programa de José Javier en plan colegui y de decir que el ministerio de Defensa sobra, a firmar con Rajoy la modificación del Código Penal para que se logre la pena perpetua y solicita genuflexo un pacto en Educación con el PP.

Gente así hunden cualquier partido.

Y no se da cuenta de una cosa que es evidente: A pesar del abandono y de la soledad en la que se encuentra Tomás Gómez, éste es un muerto mal enterrado que resucitará.

Pero Pedro Sánchez tiene los días contados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *