Sábado 23 de enero de 2016
La ronda de Felipe VI con los portavoces parlamentarios nos ilustra sobre ese absurdo protocolo zarzuelero. Llega el portavoz y un engolado personaje le dice donde tiene que ponerse y desde Rajoy a Pablo Iglesias, todos como corderitos, se colocan donde les dicen en la sala de recepciones del palacete.
Y luego se abre la puerta y un militar, ¿qué pinta ahí un militar para gritar como en la Edad Media: ¡¡¡¡¡Su Majestad el Rey!!!!!!?. Pura filfa. El rey es conocido y no hace falta presentarlo de manera tan ridícula. Fíjense ustedes. Parece una película de Groucho Marx.
Recuerdo lo que me pasó una vez en el Congreso ante una visita de Juan Carlos y Sofía. Estábamos allí los portavoces y nos vino uno de esos pingüinos diciéndonos que nos pusiéramos en fila diciéndonos con voz militar el lugar donde hacerlo.
Le miré y le dije: «está usted en el Congreso de los Diputados, yo soy un electo cosa que no lo es el rey y no tengo por qué colocarme donde usted me dice». El hombre se quedó cortado y volado. Era la primera vez que le pasaba. Lo malo fue que todos se pusieron en fila y estos años se han ido colocando donde les dicen. Podemos incluido.
Y el rey no pinta nada. Escucha y escucha y se acabó. Ese es su trabajo. Si no hubiera candidatos, él nada podría hacer. Rajoy como presidente del gobierno en funciones sería quien convocara las nuevas elecciones.
Felipe VI pues, solo sale en la foto con su jefe de protocolo, pero de pintar algo, pues nada de nada.
Y otro que no pinta tampoco nada es Patxi López presidente del Congreso. Tanto apaño para que este buen señor sea presidente del Congreso y deje Euzkadi y ya sentado en la poltrona se tenga que enterar en la misma reunión de la Mesa que lo que pide él no sirve para nada y se entere que el PP y Ciudadanos se oponen, votan y ganan, al estar de acuerdo en no dar Grupo a IU, ERC y Sortu.
¿Presidente para eso?.
Es lo que dan de sí este PSOE, este PSE y este Patxi López.
Y un rey de oyente.