Tras la muerte de Franco,ETA en su delirio,siguió matando y además,con mayor intensidad.Ya no eran solo lo que llamaban “las fuerzas de ocupación y los chivatos”,sino fundamentalmente se centraron en los empresario .Tanta lectura del Capital,sin pasar de la página doce,y tanta Cuba y Argelia y resulta que todo se centró en esta frase que hizo historia.”Obrero despedido,patrón colgado”.Y el primero a quien mataron fue a Aingesu Berazadi,un empresario de Elogoibar esposo de la propietaria de Estarta y Cia,ALFA.No hubo manera de salvarle a pesar de que se hizo lo posible e imposible.Fue en abril de 1976.Y lo asesinaron,tras torturarle y lo dejaron tirado en una cuneta como a un perro.
Y sguieron matando y extorsionando con su llamado “impuesto revolucionario” porque asi pensaban iban a liberar Euzkadi.
La revolución que tapaba el nacionalismo de la sigla,consideraba que el mejor empresario era el empresario muerto.En la URSS y en Cuba no había empresarios y en Euzkadi todos los que había eran unos “cerdos explotadores” por lo que había que “ajusticiarlos”.Y asi cayeron nada menos que personas muy representativas de la sociedad vasca por el inmenso delito de ser empresarios,es decir,creadores de riqueza y empleo,con todos sus defectos.
Gipuzkoa se ha acordado de ellos,pero se ha eludido leer la argumentación “revolucionaria” que ETA usó en sus comunicados para justificar los asesinatos y la IA apoyó consu silencio.Una recopilación de esa argumentación publicada en EGIN y en GARA no estaría nada mal para saber de que estamos hablando.No se mataba por Euzkadi,se mataba por un tipo determinado de sociedad.
Y estuvo muy bien el homenaje que este pasado miércoles les dedicó Adegui a los empresarios asesinados en Gipuzkoa pero creo falta ese relato que es fácil de hacer.Recopílense los comunicados y veremos qué hay detrás de ciertas opciones políticas.