La taberna de Sabino

Domingo 29 de octubre de 2017

He visto la manifestación de Barcelona.Mucha gente. Esa parte de la sociedad catalana, con ayuda exterior, ha sido despertada. La llaman la sociedad silenciada. No se por quien. Pero está bien que se manifiesten pacíficamente.Están en su derecho, aunque para mi gusto había demasiadas banderas españolas. Con la senyera oficial hubiera sido todo mejor. No saben el rechazo que supone ese tipo de españolidad de garrafa.

Escribo esto desde Dublin, donde paso unos días familiares. En el avión, salido de Bilbao, muchos padres que venían a visitar a sus hijos. El inglés se impone. Y en el día de hoy hemos visto unos jardines magníficos en Powers Court y comido en Johnnie Fox’s y por la tarde hemos visto Carton House.

El restaurante Johnnie Fox’s es una vieja taberna de 1798 con mucha atmósfera y mucho ambiente. Fotografías, objetos, mesas orginales, coches del pasado, parece un museo de cacharros de todo tipo pero tiene el sabor de la historia y en sus placas y lemas se ve como por alli anduvieron Michael Collins, Eamon de Valera, los del Sinn Finn que significa “nosotros solos”, los líderes de la independencia y cosas asi.

Tras beberme una pinta he estado pensando que un sitio así nos haría falta en Euzkadi ya que el franquismo se encargó de destruir todo lo que oliera a los inicios del nacionalismo vasco. La casa natal de Sabino, sus cascotes echados al mar, el Txakolí de Larrazabal derruido, y solo queda en Sukarrieta la casa donde falleció el fundador del nacionalismo vasco, casa donde pusimos una placa que nadie conoce.Y nadie visita.

Si hubiera un millonario jelkide con entusiasmo, o tan solo un empresario avispado, debería ayudar a montar una taberna sabiniana con las fotos de Arana, de sus discípulos, el menú de la cárcel, el discurso de Larrazabal, las frases más contundentes, sus seguidores, un lema bien grande que pusiera “Euzkadi es la Patria de los Vascos” , algún objeto personal, reproducción de algún libro y cosas de su tiempo. Creo que este tipo de cosas, como en Irlanda con Johnnie Fox’s, logran seguir haciendo presente la vida y obra de aquel hombre que vio lejos, y si te descuidas lo conviertes, como en esta taberna irlandesa, en lugar de peregrinación e ineludible de visitar. Y vendería objetos relacionados con Sabino, personaje que hay que recuperar.

Nos falta la épica de la resistencia y la épica de la historia, nuestra historia.

Vengan a Dublín, vean Johnnie Fox’s y anímense a hacer productivo su capital y a hacer Patria.Las futuras generaciones lo agradecerán.

Un comentario en «La taberna de Sabino»

  1. Hola
    Teniamos nuestros batzokis. Pero hasta eso, se conceden por subasta a gente ajena. ¡que vas a esperar!

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