Domingo 27 de octubre de 2019
En Radio Euskadi hizo muy buen programa Dani Álvarez el viernes en el 40 aniversario del estatuto de Gernika logrando el testimonio de los protagonistas Carlos Garaikoetxea, Carlos Solchaga, Jaime Mayor Oreja, José Ángel Cuerda y Roberto Lertxundi. Estaban todos los partidos y muchas de las gentes que tuvieron el encargo y, el honor, de ponerse de acuerdo y sacar adelante un instrumento que nos ha llevado a la actual situación en la que vivimos .Y emitieron opiniones de interés que quedan para la historia, una historia que no ha querido celebrarse. Parecería que hay que pedir perdón por haber puesto en marcha el país frente a los dos siniestros extremos.
Algo hizo EITB el jueves en euskera y el viernes en castellano emitiendo un programa al que llamó “40 latidos, un Pueblo”. No era fácil de seguir y cada uno de los apartados en los que trabajó Baleuko hubiera requerido un debate durante tres meses y hecho cada debate con la mira de destacar como estaba el país, lo que se logró y en la situación en la que estamos. ¿Hablamos de una televisión pública nacida del estatuto de Gernika o hablamos de una televisión como conquista revolucionario tras un atentado o de una graciosa concesión?. Pues no. Poner en marcha EITB costó mucha sangre, mucho dolor, muchas lágrimas y mucho enfrentamiento. Pero parece que fue gratis.
En cada uno de los apartados hablaba alguien vinculado con cada una de esas conquistas comenzando por la sanidad y lo resumieron en el asunto de los trasplantes. Muy bien, pero a mí me hubiera encantado que le hubieran hecho una entrevista a Xabier Agirre, primer consejero de sanidad y ex alcalde de Getxo, hablando de cómo desde cero y sin nada construyeron un servicio que es modélico. Osakidetza. Lo mismo en educación, donde habló con datos y acierto Enrique Zuazua, pero no hubiera estado nada mal que Pedro Miguel Etxenike nos hubiera contado como comenzó la recuperación del euskera y el éxito de los tres modelos. Y así todo.
Parecería que la historia del estatuto y su Consejo preautonómico quema porque no lo ha hecho la Izquierda Abertzale y a los protagonistas de aquello solo queda que sus familiares vayan al cementerio a ponerles unas flores. O EITB no tiene documentos visuales o sonoros o tienen una imaginación muy limitada y una perspectiva de las cosas bastante corta. En cualquier país la televisión pública se hubiera volcado. Aquí, servicios mínimos.
No me extraña que Iker Casanova, comisario de Sortu, se riera en la tertulia de los sábados de una celebración de cuarenta años que describió como la celebración de un cumpleaños con tarta, gorrito y matasuegras pero sin nadie celebrando el aniversario. Y por una vez tenía razón. Le faltó al bueno de Luis Javier Tellería, parlamentario del EAJ-PNV replicarle diciéndole que era mejor eso que no acudir a un funeral que era lo que ellos habían propiciado en cuarenta años. Y traigo a colación esta foto de Arzalluz con matasuegras para decirle a Casanova que de eso sabemos algo. Es de 1986 cuando el PNV se dividió, surgió una EA que ahora bracea en Bildu porque Sortu maniobra por detrás para que quede dentro de Bildu una EA sin personalidad y sin que nadie les afee sus faltas de sensibilidad hacia su asqueroso pasado.
Para colmo Casanova ponía en valor la fotografía de Llotja de Mar de la víspera que el PNV no suscribió, con razón, por electoralista y no constructiva. A falta de banderas por parte de Bildu recurren a este tipo de actos vacíos tratando de demostrar que son más abertzales que el PNV como en su día HB hizo lo mismo riéndose y menospreciando el estatuto de Gernika del que surgió un parlamento, el primero de la historia, del que Juan José Pujana hubiera dicho algo como primer presidente si alguien le hubiera preguntado. Pues no. Quien habló fue el parlamentario de Bildu en Radio Euzkadi riéndose de todo como gran experto en contenedores.
El estatuto de Gernika fue un hito conseguido fundamentalmente en 1979, les guste o no, por el PNV. Si por el PSE fuera no tendríamos ni Concierto económico ni leyes sociales propias y si por el PP hubiera sido, no tendríamos ni estatuto, ni Concierto uniéndose en ese afán a una HB que incendiaba el país con sus soflamas, mientras apoyaba que se mataran cien personas al año.
Ya sé que de esto Casanova no quiere hablar y por eso habla del gorrito, la soledad y el matasuegras. Lo malo es que enfrente a ese calculado menosprecio solo hay buenismo, un pensamiento muy blando, poca autoestima y mucho laisser faire laisser passez.
En la campaña electoral de Clinton su jefe de campaña puso en la oficina electoral, ”Es la economía imbécil”.
Aquí deberíamos poner, ”es la política imbécil”.
La gallina cuando pone un huevo cacarea. Aquí ponemos miles de huevos y solo sonreímos.
Y el que se duerme, se lo lleva la corriente.
Evidentemente todos los nacionalistas celebramos cualquier atisbo de soberania, aunque sea una concesión española o francesa sea un estatuto o la comunidad de aglomeración en iparralde… es seguro un logro ganado a pulso. Pero lo que no se puede celebrar es lo que hay realmente tras esa concesión, una herramienta que por una parte concede y por otra nos ata de pies y manos. Evidentemente peor sería nada pero un nacionalista no puede celebrar nada más que la independencia de nuestra patria y que todas esas materias gestionadas mediante el estatuto no sean concesiones que nos aten a ningún tercero sino que nos aten solamente a nuestra propia responsabilidad de gestión como pueblo soberano. Esto no es incompatible con recordar como haces a aquellos que lograron estas concesiones de soberania parcial que son muy importantes y aunque no sean el todo tampoco son el nada, hay que valorar la escala de grises a veces lo positivo y otras lo negativo.
Estaría muy bien que alguien liderara una estrategia pedagógica, para ilustrar a los jóvenes y recordarnos a los más mayores, sobre el momento y las formas que se aplicaron para lograr el estatuto, «copiando» el proceso didáctico y la labor enorme que, por ejemplo, realiza Pedro Luis Uriarte en la divulgación del Concierto Económico. Este no hubiera existido sin aquel.
Y no solo recordar y ampliar los conocimientos sobre el gran trabajo que se hizo consiguiendo el Estatuto de Autonomía, sino actualizando qué transferencias están pendientes aún, después de 40 años, y cuáles han sido los motivos para no ir culminando el trabajo que casi todos alabaron en su génesis.
La pregunta que quisiera hacer a nuestros representantes políticos euskalduntasunak es: ¿cuándo fue la última vez que hicisteis algo por “PRIMERA VEZ”?…ya que si se sigue haciendo lo que se ha hecho hasta el presente no llegaremos mucho más allá de donde hemos llegado. “El pasado no nos dirá lo que debemos hacer, pero sí lo que hay que evitar”, por lo tanto tendríamos que reprogramarnos, porque hay cosas que somos y no queremos ser…mientras que hay otras cosas que aún no somos y sí queremos ser …motivo por el cual nos urge saber si seguimos en construcción de nuestra Nación o aceptaremos, con vuestra pasividad, la mutilación parcial a la que nos tienen sometidos. Tomar nota: El león no puede protegerse de las trampas y el zorro no puede defenderse de los lobos…por tanto uno debe ser un zorro para reconocer trampas y león para asustar a los lobos. (Ibarretxe jauna, mesedez itzuli…)
Es cierto que el Estatuto de Gernika fue un gran logro, y que lo consiguió el PNV, con el menosprecio de una izquierda abertzale que se dedicaba a apoyar y fomentar la violencia. Lecciones las justas de ese mundo que ahora se agarra a lo que antes menospreció. Razón tienes Iñaki en tu enfado cuando no se dimensiona suficientemente lo que supuso el Estatuto de la mano de los protagonistas que señalas. Lamentable la ignorancia de la historia y la desmemoria, precisamente por aquéllos que tienen todos los medios para conocerla y difundirla. Algún día te harán caso.
Lo que no puedo compartir es la decisión de no apoyar la declaración de Llotja, totalmente suscribible en su contenido y en el momento en que se produce… salvo, claro, que las elecciones nos lleven a ponernos de perfil, y a poner otra vela al diablo. Ay, ese voto españolista que nos da de comer pero que nos envenena y nos descafeína!.. Ojo, mucho ojo con la manta, que no siempre va a dar más de sí…
Casanova, ¿Se llamará a sí mismo echeverría entre amigos? es un comisario político, como dice Anasagasti, de la vieja escuela comunista rusa. Sus pataletas radiofónicas sabatinas incurren en ese vicio tan nefando que se llama sopor sectario y que no tiene nada más que ofrecer que un monumento al delirio verbal que siempre pospone la felicidad colectiva a que ellos alcancen el poder. Mientras el PNV tiene una hoja de servicios que con aciertos y errores puede mostrarse para su evaluación, HB y sus secuaces solo tienen un título que pueden exhibir después de 40 años largos, «embajadores de la muerte», y un subtítulo, el de «inventores del desierto».