Jueves 25 de enero de 2024
Esta es una información periodística del digital El Imparcial hecha por Inés Txabarri.
Tiene el interés de conocer lo que se comenta en Santander sobre este inmueble abandonado. Soy de la opinión de que lo adquiera el Gobierno Vasco como acaba de adquirir la Casona de Trucíos. Y montar en Santander un lugar para la Memoria, espacio que sería muy visitado.
¿Se hará?. No creo se mueva nada antes de las elecciones vascas. Después, se verá.
Dice así, la noticia:
El inmueble, situado en Santander, está completamente abandonado. Anasagasti pide al ayuntamiento cántabro que no permita su destrucción y Revilla sugiere al PNV que recurra a Feijóo para que intermedie
La hiedra se come la casa Rosales, en Santander. Las hojas no solo devoran la estructura del edificio, construido en 1933 por encargo de José Rosales, director entonces de la Compañía General de Tabacos de Filipinas, también su memoria. El inmueble fue la última sede del Gobierno vasco y hogar del primer lehendakari, José Antonio Aguirre, antes de abandonar el país ante el avance de las tropas de Franco en 1937. El valor para el nacionalismo vasco es incuestionable e Iñaki Anasagasti y Miguel Ángel Revilla ‘conspiran’ para conseguir que el Ayuntamiento de Santander, propietario del recinto, rehabilite la casona y pase a ser un espacio ligado a la memoria histórica. “O que se convierta en un hotel boutique, pero que no se destruya”, pide el exdiputado del PNV.
Las posibilidades de que el plan fructifique son escasas, al menos tal y como lo plantean Revilla y Anasagasti, pero ambos insisten en la necesidad de preservar el inmueble, situado en un espacio privilegiado, junto a la playa de Mataleñas. El expresidente de Cantabria ha sugerido a Anasagasti que el PNV “haga valer su fuerza” y pida directamente a Alberto Núñez Feijóo que intermedie ante el PP regional. “Sería una buena manera de que el PP y el PNV tiendan puentes y recuperen una relación que ahora no pasa por su mejor momento”, asegura Revilla a El Confidencial.
De momento, ni en Génova ni en el PP de Cantabria han oído hablar de la operación, según confirman fuentes populares, y en el Ayuntamiento de Santander censuran la intromisión de Revilla. “No tiene competencia alguna sobre este asunto, ni su intermediación es necesaria ni oportuna”, critican las voces consultadas. El Consistorio recuerda que el futuro uso del inmueble está ligado al Plan Especial del Hipódromo Bellavista y una vez se redacte este, la casa se rehabilitará. El PNV puntualiza que no ha mantenido en ningún momento ninguna conversación con Revilla a este respecto. Por su parte, la única gestión que el Gobierno vasco hizo ante el Consistorio fue infructuosa. El lehendakari, Iñigo Urkullu, se puso en contacto con la alcaldesa, Gema Igual, en 2022 para visitar el inmueble y abordar su futuro, pero fue en balde. “Nos indicó que tenía que hablarlo con los técnicos y todavía no hay una respuesta”, confirman fuentes del Ejecutivo vasco.
La casona ha vuelto ahora a la actualidad después de que Anasagasti revelase en su blog, publicado en Deia, una conversación con Revilla en la que este le muestra su disposición absoluta a hacer lo que esté en su mano para ayudarle en la empresa. “Nada me gustaría más que esa casa fuese una referencia para los vascos en recuerdo de esos tremendos días (casi dos meses) previos a la llegada de la dictadura”, trasladó Revilla al jeltzale. Anasagasti había vuelto a interesarse por la casa tras leer en la prensa local a finales de 2023 que el Ayuntamiento de Santander estaba a la espera de definir sus usos.
La huida de miles de vascos
“Ese lugar tiene un gran significado para los vascos. Cuando las tropas de Franco entraron en Euskadi, el Gobierno de Aguirre se vino aquí y desde la casona estuvieron organizando la huida de miles y miles de vascos en dirección Francia”, explica Revilla, en referencia al valor del inmueble para el PNV. El expresidente de Cantabria, consciente de que sin cargo su influencia ahora es bastante limitada, se embarcó en la operación en el momento en el que tuvo constancia del papel histórico del edificio. Anasagasti fue quien le habló por primera vez del mismo.
Y el interés de Anasagasti por el inmueble, más allá de las siglas, nació por un asunto personal, según cuenta a El Confidencial. Santiago Aznar, consejero de Industria de aquel primer Gobierno vasco y abuelo de su mujer, se murió en el 79 sin haber vuelto, como era su deseo, a la casona en la que el lehendakari Aguirre y como él otros miembros de aquel Ejecutivo pasaron sus últimos días antes del exilio. “Y siempre he tenido esa pequeña espina”, rememora el histórico diputado del PNV. De ahí, que años más tarde, por un impulso, decidiese llamar a Revilla. Tras alguna gestión, el vasco pudo ver la casa Rosales en marzo de 2020, pocos días antes de que el covid paralizase el mundo.
En aquella visita, Anasagasti pudo comprobar como la hiedra envolvía por completo el inmueble y cómo el interior del mismo estaba completamente abandonado. Ahí nació el empeño del exdiputado, que alertó a Urkullu del estado de la casona, y de Revilla en recuperar el inmueble. “El Gobierno vasco podría comprar el inmueble, no creo que sea una cantidad extraordinaria. Se podría convertir en un museo, en una biblioteca o incluso en un hotel, pero que no se destruya. Es símbolo de esa relación histórica entre Santander, Bilbao y Bizkaia” , zanja el exdiputado.
La Memoria Vasca compromete la voluntad de todos los partidos, movimientos, academias vascos a adquirir este inmueble simbólico cuyo costo luce menor a poner un satélite en órbita. Se podría crear una Fundación para recabar fondos para comprar y refaccionar el inmueble de marras.
Me permití escribir esto en Irekia. Mantengo que debe tener una viabilidad económica, por ejemplo, mediante una actividad hostelera. Lo cual se puede compaginar con una actividad social o cultural, como Euskal etxea de Santander.
https://www.irekia.euskadi.eus/mobile/es/proposals/5039
Un juez acusa a los catalanes de terrorismo por según él, violar los derechos humanos, claro que el mismo criterio se podría aplicar con los policías que golpearon a la pacífica gente que quería votar, que no es un criterio mío, sino de ese juez, el problema de España, es que tiene a muchos políticos (muchos de ellos no electos), camuflados de falsos jueces, falsos intelectuales, falsos periodistas, etc. (hubo una época que incluso falsos militares, espero que ya no…).
Donde hemos llegado Iñaki, joer, Ines Txabarri y el Confidencial de Zarazalejos, ¿ estamos alimentando al enemigo?
Cada día te entiendo menos.
Pues sí Oxis, y también te olvidas que en España también hay falsos medios de izquierda que son de derecha, falsos partidos de izquierda que son de derecha, falsos argumentos de izquierda cuando son argumentos de derecha (y que si se van uniendo muchos, terminan por hacer del presunto izquierdista un profundo derechista), falsos no nacionalistas españoles que niegan serlo cuando si lo son, falsos demócratas que son fascistas, etc.
Pues yo con los que no me quieren no quiero nada.
A Santander, como se suele decir, ni ha heredar.
hola Iñigo, como pongas una euskal-etxea en santander te la queman.
Sobre lo de ir o no a Santander hay muchos miles de vascos, nacionalistas y no nacionalistas con su casa en Cantabria.Y ahí siguen.
Si en Santander hay casa de Galicia o casa de Andalucía o Aragón, no sé porqué no ha de haber una casa vasca. Mal andamos si pensamos así.
Leo algun comentario sectario..
Que esas personas..vayan aunque sea por un dia a castro, laredo,isla, santoña, noja..y compruebe cuantos vizcainos ..viven, tienen una segunda residencia o pasan el dia..en esas localidades sin problemas de convivencia.
Contra el dogmatismo…viajar y leer
Iñigo.
Porque como decía aquel «porque lo que no puede ser no puede ser y además es imposible»
Si, pero viajar el mundo y leer a autores de todos los sitios, sino se forman otros tipos de dogmáticos sectarios y aún así, si no vives en un sitio, difícil te haces a la idea de muchas cosas.