EL CARA DURA DE RIVERA EN CARACAS

Martes 24 de mayo de 2016

Albert Rivera: el problema de Venezuela es el modelo y la falta de libertadNo hay duda que Albert Rivera  es un dirigente mediático. Por lo tanto muy superficial. De esos que funcionan en sociedades anestesiadas.

Comenzó su andadura desnudándose para llamar la atención. Y alguien que hace eso es partidario de asesinar a su madre en directo para lograr medio segundo de exposición pública.

Lo estamos viendo con su viaje a Venezuela.

¿Es nuevo lo que está pasando en aquel país?. Pues no.

Hugo Chávez dio su golpe de estado en 1992 y el chavismo como tal lleva veinte años desgobernando el país. Y cada vez las cosas están peor. Solo esperan que llegue a Venezuela, no Rivera sino el comisionado del Papa, porque lo que es Rivera solo va a lo suyo, a promocionarse. Llega, habla en la Asamblea y se va. Un caradura total.

Me asquean estos divos de tres al cuarto. Porque los problemas de Venezuela son de democracia, de respeto a la separación de poderes, de un ejército corrompido hasta los tuétanos, de una «inteligencia» cubana metida hasta en el retrete ,de una inseguridad ciudadana asfixiante, de un desabastecimiento total gracias a lo que nos reíamos aquí con Chávez cuando alegremente decía: ¡Exprópiese!». Y se expropiaron y mataron el abastecimiento con las  industrias claves del país, Agroisleña, Polar,….

Y es que el chavismo no pensó que el petróleo podía bajar de 110 dólares por barril a menos de cuarenta. Y el invento se vino abajo.

Pero Rivera callaba y estaba a lo suyo. Al antinacionalismo, a hacerse fotos, a no ser ni carne ni pescado, a atacar al Concierto y al Convenio y ahora a Caracas en viaje express de campaña electoral personal.

¡Que tipejo!. ¡Que tío sin vergüenza alguna!. ¡Que carroñero!.

Venezuela no necesita divos de esta catadura moral. Necesita gente seria que en silencio logre llevar al ánimo del chavismo  el que tiene que respetar las reglas del juego de una democracia. Con  solo eso sería suficiente. No con moscones ni narcisos de tres al cuarto como es este Albert Rivera. Un buen peón para ser utilizado por el chavismo.

OBAMA NO PEDIRA PERDON PERO IRA A HIROSHIMA.

Lunes 23 de mayo de 2016

Obama en JapónEl viaje de Obama a Hiroshima tiene interés porque, aunque no pida perdón, su presencia es todo un mensaje para los que por estos lares consideran que el  estado español como tal nada tuvo que ver con el bombardeo de Gernika, entre otras masacres.

No pensó así Alemania que mandó a su embajador en representación del presidente Herzog a pedir perdón y lo hizo en la propia Villa  y lo  malo es que en esto, socialistas y populares se dan la mano. Los populares dicen que hay que mirar al futuro y no remover el pasado y, los socialistas,  dicen que ellos no tienen nada que ver con aquella destrucción. Tampoco Obama con Hiroshima. Pero ahí está. Es, como se ve, un problema de sensibilidad y de democracia.

¿Se imaginan a Rajoy o al Rey en un 26 de abril en Gernika?. Pues no.

Igual hasta mejor que no vengan mientras no cambie de discurso. Pero eso, estoy seguro, variará en relativo poco tiempo. El PSOE, o se pone las pilas con su pasado, o será barrido por una nueva izquierda que homenajeará a quienes no lo ha hecho como González, Zapatero, o Rubalcaba, ni nadie de ese mundo.

Mucho menos el Campechano que solo viene aquí a degustar las exquisiteces de restaurants de cinco o de siete tenedores.

!Ah si!. Obama es un demócrata.

¿POR QUE LA UNIVERSIDAD DE DEUSTO NO HACE LO MISMO QUE LA COMPLUTENSE EN RELACION CON MARIO CONDE?

Domingo 22 de mayo de 2016

mario-condeEl Consejo de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha acordado con un solo voto en contra retirar la condición de doctor honoris causa al exbanquero Mario Conde “a la vista de las graves acusaciones que pesan sobre él y que son contrarias a la dignidad que debe exigirse a quien ostenta esta distinción». Conde está en prisión preventiva, acusado de blanqueo de capitales y evasión fiscal, entre otros delitos, tras ser detenido en su domicilio el pasado 11 de abril.

Mario Conde recibió el doctorado honoris causa por la Universidad Complutense el 9 de junio de 1993 siendo presidente del Banco Español de Crédito (Banesto) y una figura muy respetada en el mundo de las finanzas hasta que se conocieron sus fechorías. El acto de entrega estuvo entonces presidido por Juan Carlos, como no podía ser menos, y acudieron figuras del ámbito político y económico español.

Curiosamente, 1993 fue el mismo año en el que meses después sería intervenido Banesto y Conde fuera enviado a prisión por llevarse dinero de la entidad. El exbanquero cumplió una pena de cárcel por aquel delito, que le costó una condena de 20 años, durante la que nunca le fue retirado su honoris causa. Pero la sociedad ha cambiado y ahora ya no aguanta que encima de robar, estos ladrones de guante blanco den lecciones de ética, moralidad y buenas costumbres.

Pero hete aquí que quien no le ha quitado su doctorado es la Universidad de Deusto, donde estudió y nos lo presentaron como un modelo de ciudadano. Dinero fácil, glamour, yates, agresividad empresarial, fotogenia. Eran esos los valores a los que sucumbieron aquellos universitarios de Deusto en lugar del trabajo continuo, honrado, solidario, emprendedor. La cigarra y la hormiga, con victoria de la cigarra. Y aquello hizo muchísimo daño. No sé como en Deusto cayeron en semejante espejismo que rompía la imagen de la propia Universidad de Deusto.

Porque veinte años después de que Mario Conde terminara la carrera de Derecho en Deusto, con calificación de sobresaliente, volvió a “casa”.

El Paraninfo de la histórica facultad donde el ex presidente de Banesto formó su «arquitectura de valores» estaba abarrotada de jóvenes estudiantes deseosos de estar cerca del superstar.

Las quinientas sillas que constituían su aforo no fueron suficientes para albergar tanta expectación y hubo que habilitar una sala contigua con sistema de vídeo para que quienes no pudieron conseguir un pase al aula magna pudieran ver en la pantalla al hombre, que consideran un modelo a seguir. Vergonzoso.

Deusto sigue siendo la misma Universidad que encontró Mario Conde en 1966, pero quizás los valores de entonces no son los que priman ahora entre los estudiantes.. Uno de ellos, estudiante de Derecho Económico, 19 años, señaló: «Para mí, Conde es un modelo. Es el puto amo de las finanzas». Me gustaría saber donde está ahora aquel imbécil que dijo esta bobada.

A las 18:55, Conde desciende por la escalinata de madera que da acceso al claustro donde se ubica la sala del Paraninfo. Seguido por su guardia pretoriana, acompañado por el rector de la Universidad, Jesús María Eguiluz. Conde levanta el revuelo y provoca el murmullo de sus incondicionales. «Yo me he formado aquí. Y aquí aprendí lo que es la libertad en unos momentos difíciles.

Aquí me enseñaron a respetar la libertad individual, por eso, aunque soy gallego, yo me siento un poco vasco. Hoy he vuelto a mi Basarri». Pura manipulación. Pero la gente le aplaudía.

Las primeras palabras de Conde tienen un magnetismo especial, provocan el silencio y crean una atmósfera propicia para que el presidente de Banesto, 42 años, aspecto impecable, pelo engominado y mirada, firme, entre en acción metiéndose en el bolsillo a la concurrencia. En las primeras filas de la sala, sus amigos de siempre y los de máxima confianza, tan corruptos como él. Ramiro Núñez (secretario del consejo de Banesto) y Enrique Lasarte (presidente del Banco de Vitoria), que estudiaron con él y compartieron las enseñanzas del padre Bernaola, verdadera alma mater de la Universidad, que dirigió con mano de hierro desde 1940 hasta 1973. Se lució.

También están Fernando Garro, Arturo Romaní y Aizmendi, ejecutivos clave de Banesto que profesaban por él una admiración sólo comparable a la que despierta en las nuevas generaciones.

Los congregados, que han venido atraídos por la figura del hombre que en España representa el éxito, tal vez poco avisados de sus problemas con el Gobierno o de sus dificultades de entendimiento con algunos banqueros o de la mecánica que hace variar una cuenta de resultados, siguen sin pestañear la conferencia: «La capacidad negociadora de un país se mide por la capacidad de las empresas controladas por sus residentes para generar beneficios reinvertibles». La llamada a un cierto capitalismo nacionalista provoca la admiración de la concurrencia.

El País Vasco forjado por la industria siderúrgica y naval, capitaneadas por los bancos Bilbao y Vizcaya, auténticos artífices del desarrollo de Euzkadi, antes de que el torpe Emilio Ibarra sucumbiera a sus corrupciones, ve en Conde el éxito que no les estaban dando en ese momento los torpes de Neguri, personajes grises y aburridos. Por ello, el mensaje de Conde conectaba bien con la forma de entender la economía de los vascos, algunos de los cuales aún no habían olvidado la afrenta que el joven banquero hizo a uno de sus hombres, José Ángel Sánchez Asiaín, cuando el Banco de Bilbao lanzó la OPA sobre Banesto a finales de 1987.

Al concluir su discurso, Conde vuelve a tocar la fibra sensible de sus seguidores, maestro como es encantar a la audiencia: «Esta es la primera vez que doy una conferencia a gente que está sentada donde no hace mucho tiempo estaba sentado yo». Salva de aplausos.

Conde vendió en Deusto que Incluso en la España donde todavía el apellido pesaba como una losa y las grandes familias se apiñan para defender sus privilegios, se puede alcanzar la fama y el éxito si se sabe jugar bien. El mito del sueño americano sigue vivo, aunque ahora brille tal vez menos y la dura realidad haya demostrado que lo difícil no es llegar arriba, sino mantenerse.

Un sueño que no todos compartían. «No, yo no voy a ver a Mario Conde», sonreía burlón un joven estudiante de Derecho tocado de tupé al estilo Elvis, vestido con vaqueros y cara de buena persona. «Sólo un 30% de la gente que ha venido hoy está apuntada a los cursos. El resto ha venido por morbo, para ver de cerca al mito. Eso es absurdo. El modelo que representa Mario Conde a mí no me convence. No creo en la cultura del éxito. Yo prefiero conseguir un buen trabajó y ser feliz sin mayores ambiciones. Claro que sé que aquí, en Deusto, eso sólo lo pensamos una minoría». Me gustaría saber hoy donde está este tipo listo.

Si sé donde está Mario Conde y si sé que Deusto tiene que lavar su imagen. Va retrasada. La Complutense le ha quitado el doctorado. No sé a qué esperan. Pecaron gravemente. Que cumplan su penitencia y no vuelvan a caer en semejante feria de las vanidades. Eso no debería ser el espíritu de Deusto.