EL SÁBADO EN EL AYUNTAMIENTO DONOSTIARRA PRESENTAMOS EL LIBRO SOBRE LA DIÁSPORA VENEZOLANA.

Lunes 11 de abril de 2016

474.16Existe una Asociación de Venezolanos en Gipuzkoa (ASOVENGUI) que funciona muy bien. Su motor son dos activistas que no solo quieren levantar el dedo para llamar la atención de lo que ocurre en Venezuela, sino desean trabajar con los venezolanos residentes en Gipuzkoa y hacer muchas cosas por su presente y futuro. Ellas son Ana Rodríguez y Beatriz Ceballos.

Una de estas actividades la hicimos este sábado.

Gracias a que, Ana Rodriguez, cuyo novio es de Tolosa, le vio al alcalde de Donosti  ojeando  libros en la Fnac donostiarra y le abordó directamente. «¿Es usted el alcalde?. “Si”. “Pues queremos hablar con usted para presentar el libro del sociólogo Tomás Páez sobre la diáspora venezolana. ¿Podría ser?». Y fue.

152_Ladiásporavenezolana.inddY de ahí surgió la presentación este pasado sábado del libro de Tomás  Páez en el remodelado salón de plenos del ayuntamiento donostiarra.

Eneko Goia demostró reflejos y sensibilidad y la sala se llenó ese extraño día en el que había actos de la Capitalidad Cultural, partido de la Real contra el Barça y final de pelota a mano, pero como cada uno tiene su público, el acto se hizo y valió la pena.

Habló el alcalde que contó la vivencia del FNAC y se comprometió a trabajar con la Asociación habló el ex alcalde Albistur que une a su amistad con el sociólogo autor del libro sus vivencias en Venezuela, la última como profesor, y hablé yo antes de que cerrara Tomás Páez.

Recordé que a menos de 200 metros de aquel salón salían los buques de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas que volvían a Cádiz con cacao, tabaco, añil y café y que esto lo hicieron por espacio de cincuenta años llevando incluso en sus bodegas libros de Montesquieu y Rousseau  que sembraron de ideas revolucionarias  a los movimientos independentistas de América. Vicente Amezaga, tiene un libro sobre ello: «Los Navíos de la Ilustración».

Plagaron de apellidos vascos aquel país y lucharon contra el contrabando holandés.

Recordé el exilio vasco y de cómo Uslar Pietri abrió a los vascos en 1939 las puertas de Venezuela así como a  eximios donostiarras como Jose Mari Etxezarreta, primer presidente del Centro Vasco de Caracas, a Alberto Elosegui motor de revistas clandestinas como Gudari que trabajó con García Márquez, a Jose Joaquín Azurza que montó la Radio Euzkadi clandestina, a Miguel Salvador que llenó Caracas de caseríos vascos, a Martin de Ugalde que siendo de Andoain fue un hombre clave y a tantos gipuzkoanos que tuvieron que dejarlo todo y vivir en el Trópico, agradeciendo la generosidad de aquella tierra,  para  tener el corazón en medio del Atlántico, como bien decía Fernando Carranza.

Les dije como a treinta metros estaba la casa en la Calle Campanario donde había nacido mi abuelo y sin embargo yo había nacido en el Oriente venezolano y que eso era la Diáspora.

Y hablé del libro y de las tres E  de Tomas Páez  de los que se están yendo de Venezuela. Empleados, Estudiantes, Emprendedores. Así hasta casi millón y medio y el 90% con carrera universitaria.

Y habló Tomás Páez abriendo posteriormente un interesante coloquio donde se participó muy activamente.

Fue un acto respetuoso, bonito, bien organizado y digno de ser reseñado.

El meollo de lo dicho pro Páez fue así:

 

PRESENTACIÓN

LA VOZ DE LA DIÁSPORA VENEZOLANA:

LA NUEVA GEOGRAFÍA GLOBAL

Ph.D. Tomás Páez.

www.tomaspaez.com

Venezuela vive hoy un fenómeno social sin precedentes: de país de inmigrantes se ha transformado en uno de emigrantes y exiliados. El censo de 1960 revelaba que 15% de la población estaba formada por inmigrantes que provenían, fundamentalmente, de países europeos. Ese porcentaje aumenta en la década de los 70s y 80s, gracias al aporte de la inmigración procedente de países latinoamericanos. Venezuela era un paraíso democrático para quienes huían de las bandas armadas colombianas y peruanas, de la inestabilidad política y económica de Ecuador y de los países centroamericanos y caribeños y de las dictaduras de todo el cono sur

El inédito fenómeno migratorio se inició con el siglo y con el nuevo gobierno que asume la conducción de Venezuela en el año 1999. Desde el inicio, soterradamente primero y luego de manera desembozada, intenta imponer un sistema, el socialista, al margen de la constitución y en el contexto del mayor volumen de ingresos que ha percibido el país a lo largo de su historia. Para hacerse una idea de las magnitudes, en estos dieciséis años el ingreso QUINTUPLICA el que recibió durante los 40 años de democracia.

El fenómeno migratorio, tímido al inicio, pronto se convirtió en una avalancha de grandes proporciones y por ese motivo asombra y desconcierta el desconocimiento e indiferencia, que en ocasiones se ha transformado en negación, con la que el gobierno trata este tema. Opta por guardar un silencio sepulcral y lo desconoce. Ejemplo de ello lo encontramos en la ausencia de información en los organismos responsables de producirla y en las estadísticas oficiales. El Instituto Nacional de Estadística, enmudeció, perdió el habla y la capacidad d observación.

La ocultación de un hecho de tales proporciones es uno de los motivos de este estudio, que ha sido concebido con el objetivo de mostrar su magnitud y extensión alrededor del mundo, además de convertirse en un medio para que la diáspora pudiera expresar su voz, hacerse sentir y ser escuchada. La investigación también busca identificar y caracterizar ese inmenso potencial, hoy desparramado por el todo mundo, con el fin de incorporarlo al proceso de reconstrucción del país. Con los datos recabados se desarrollaran dos grandes proyectos: el OBSERVATORIO Y LA PLATAFORMA de la comunidad venezolana en el exterior. Los mismos avanzarán en la medida en la que los recursos lo permitan.

Los propósitos generales de la investigación se acompañan de los siguientes objetivos específicos: Cuantificación y caracterización de la magnitud del hecho migratorio y de la forma en que el mismo se distribuye a escala global; Describir el perfil sociodemográfico del emigrante venezolano: nivel de formación académica, capacidad emprendedora, conformación familiar, etc., conocer y comprender las razones que motivaron la decisión de emigrar, los obstáculos que debieron enfrentar desde el mismo instante en que comenzaron a acariciar la idea hasta el momento en el que adoptan la decisión. Las razones que privaron en la escogencia del país de acogida y su grado de integración a él; Conocer y comprender la forma en que hoy valoran a Venezuela, lo que añoran de ella y aquello que valoran del país de acogida. Un aspecto de interés para e! estudio y los proyectos que de él derivan es el referido a su disposición a retornar al país y su inclinación a involucrarse en el desarrollo de Venezuela.

Para poder realizar este estudio diseñamos una investigación 3.0, de alcance global, de carácter abierto y participativo gracias al uso de Internet y de todas las aplicaciones y redes sociales que están nuestra disposición. Sin el respaldo de todas estas facilidades este estudio habría resultado imposible de realizar. La estrategia metodológica utilizada fue la del «muestreo bola de nieve», que se potencia de un modo extraordinario con el uso de las redes sociales.

Como medios para recabar la información utilizamos el cuestionario digital (más de 900 han sido respondidos por venezolanos en más de 40 países), entrevistas virtuales a través de Internet (Skype, Facetime, Hang out), presenciales y por escrito (más de 100), historias de vida, virtuales y por escrito, focus groups y talleres de trabajo. Almacenamos la información recabada en la «nube», desde donde procesamos y analizamos los datos que fueron recogidos a lo largo de un año de investigación en el que participó un equipo de coordinación global.

El inédito fenómeno migratorio, como lo revelan los resultados, se ha producido en los tres últimos lustros y se ha acentuado en los últimos seis años. Hoy representa entre el 4%-6% de la población y no hay indicios de que tienda a disminuir, más bien todo lo contrario, como apuntan todas las evidencias. Quienes se han ido han dejado familiares y amigos lo que hace que, de un modo indirecto, cerca del 40% de la población participe de algún modo en el hecho migratorio.

Los hallazgos muestran el elevado nivel de formación académica y las competencias y habilidades de la diáspora venezolana. Más del 90% posee grado universitario, 40% maestría y 12% doctorado y postdoctorado. La información recabada nos permite agruparlos en lo que denominamos las TRES «E»: Emprendedor (20%), Empleado (65%), Estudiante (15%).

En relación con los motivos de la decisión de emigrar, los hemos agrupado de manera muy resumida en varios segmentos. Uno de ellos corresponde a los exiliados. Suman cerca de 13 mil y han solicitado asilo en Estados Unidos, Canadá y países europeos, en orden de importancia. Otro de los segmentos está conformado por quienes no han podido elegir y ha debido emigrar de un modo forzado o forzoso. Entre ellos ocupan un lugar prominente los trabajadores de la industria petrolera, quienes fueron despedidos de un modo indigno y humillante, los profesionales del sector salud, quienes fueron tratados como ciudadanos de segunda en su propio país mientras sus homólogos de origen cubano recibían beneficios preferenciales que superaban, de un modo grosero, los que percibían los profesionales venezolanos.

La mayoría de los venezolanos en el exterior, con independencia del segmento en el que los emplacemos, esgrime dos motivos centrales en su decisión de emigrar: La inseguridad y el vertiginoso deterioro de la situación económica y social del país. Los entrevistados reducen y condensan ambos motivos en una sola dimensión: el sistema político que el gobierno ha intentado imponerle al país.

En el primero de los terrenos, el de la inseguridad, las voces de la diáspora incluyen la inseguridad jurídica, personal y la casi absoluta impunidad. En este ámbito los datos son, por decir, los menos aterradores. Fincas, empresas, edificios, terrenos y viviendas expropiadas o invadidas, con el silencio cómplice del gobierno. El número de homicidios alcanza la tétrica cifra de 200 mil desde que se inició el gobierno en el año 1999. Para tener una idea de la significación de esta cifra recurrimos a la guerra de Siria, en la que se han producido cerca de 240 mil muertos. La proximidad de los números muestra el horror de la situación. Muchos de quienes se han ido han experimentado en carne propia los secuestros, padecidos los asaltos o el dolor de personas cercanas, familiares amigos, que fueron asesinados. Se suma a lo dicho los niveles de impunidad que superan el 90%, dato que hasta el propio régimen ha tenido que reconocer.

La segunda de las razones, la económica, se entrelaza con la anterior y refuerza la decisión de emigrar. En este terreno la situación es, sencillamente, dramática. El país exhibe una inflación que se encuentra entre las más elevadas del mundo, una situación cambiaría absolutamente fuera del control, un impresionante deterioro salarial que ha llevado a la gran mayoría de los venezolanos a devengar un salario inferior a un dólar diario y la escasez de todo (alimentos, medicinas, repuestos, artículos, etc.) piense en cualquier producto o servicio y encontrará por respuesta: NO HAY.

La pesadez de la situación ha convertido a la compra de bienes y servicios en un extraño safari, pues se trata de ir a la caza de productos y servicios inexistentes. Así, la vida transcurre en una eterna cola. La extraordinaria pérdida de tiempo social y la consecuente merma de la productividad producen efectos nocivos sobre la calidad de vida de los venezolanos. El modelo que han intentado imponer, ha convertido el NO HAY en el término más usado, exacerba el individualismo, coloca a los ciudadanos en la situación de «sálvese quien pueda», lo opuesto a la cooperación y la solidaridad y creando ciudadanos YO-YO y YO-YA: lo que está en juego es la sobrevivencia.

Algunas cifras y datos ilustran el descomunal desastre económico. Cierre del 50% del parque industrial y más del 15% del tejido empresarial del país. Las empresas que quedan operan al mínimo de su capacidad, puesto que NO HAY insumos y repuestos. La informalidad explica 45% del empleo y el desempleo se sitúa en niveles que oscilan entre 7%-9%, lo que hace que aproximadamente 6 de cada 10 venezolanos se encuentran entre la informalidad y el desempleo. Todo ello acaece, reiteramos, en el contexto del mayor volumen de ingresos que gobierno alguno haya tenido a lo largo de la historia republicana del país. No menos evidente ha sido el resultado en el ámbito social; menos viviendas de interés social construidas anualmente, aproximadamente 50% de lo que en promedio construyeron los gobiernos democráticos, peores hospitales, menor cantidad de camas hospitalarias por habitante, reaparición de enfermedades que habían desaparecido de los registros sanitarios y la conversión de la educación en un instrumento de ideologización, es decir, en su negación.

Estas dos grandes dimensiones se condensan en el más grave de los problemas: el sistema político que se ha pretendido imponer: el socialismo del siglo XXI. En palabras de un entrevistado es «un modelo político y económico que asfixia las libertades y la democracia, ahoga la propiedad privada, la empresa y el mercado y es incapaz de frenar la inseguridad y la impunidad». Aunque con lo de XXI se pretendía ungirlo de modernidad se trata de la misma receta de siempre, cuyos resultados, absolutamente previsibles, son conocidos por todo el mundo sensato. El socialismo que proponen es el de «toda la vida»: centralización de la toma de decisiones, cerco a la propiedad privada y la empresa, asfixia de la liberta de expresión y reivindicación del «colectivo» representado por el gobierno que conduce a la negación del individuo.

Con el sistema que adoptó y con el marco legal que le da sustento, el gobierno ha creado las condiciones que se han convertido en una convocatoria a la huida masiva de los venezolanos. Por esta razón algunos analistas se refieren a este fenómeno como fuga de cerebros. Creemos que esta forma de abordar el fenómeno es inapropiada e inútil.

Los venezolanos en los países de acogida adquieren nuevas habilidades y competencias, en muchos casos una nueva lengua, contactos personales e institucionales y se integran a nuevas redes sociales, que sin duda tendrán un impacto positivo en el futuro desarrollo de Venezuela. Se está consolidando un formidable capital intelectual y social, a muy bajo costo para el país, que podrá ser aprovechado a corto y mediano plazo. Por estas razones nos parece más adecuado definir a este proceso como el tallado de una nueva geografía o, utilizando el término acuñado por Anna Lee Saxenian, un proceso de «circulación de cerebros».

Hemos estructurado el libro que recoge el estudio del siguiente modo. En los primeros capítulos abordamos la novedad e importancia del reciente fenómeno migratorio y las razones que justifican la investigación. Enmarcamos el estudio con la presentación resumida de los datos más resaltantes del contexto: ingresos, tasa de homicidios, inflación, (des) control de cambios y datos referidos a vivienda, salud y educación. Seguidamente presentamos el diseño de la investigación 3.O., la metodología y herramientas que hemos utilizado. Los últimos capítulos se dedican a la integración y análisis de todos los datos recabados con los diversas herramientas y culminamos la presentación con la forma en que la diáspora visualiza y concibe su relación con Venezuela.

CHURCHILL EN LA HAYA

Domingo 10 de abril de 2016

ChurchillEste es un interesante artículo escrito por Indalecio Prieto, líder socialista, de la reunión de La Haya que marcó el comienzo de la Unión Europea. Allí estuvo el Lehendakari Aguirre y por lo menos Prieto menciona su presencia. Seguramente no le haría mucha gracia, pero allí estuvimos los vascos del PNV representados por el Lehendakari y Javier de Landaburu.

El trabajo es interesante y por eso he creído adecuado reproducirlo. Prieto era un magnífico periodista y un gran orador parlamentario. Escribió así:

“¿Hasta dónde llega el rigor de la etiqueta en la Corte británica? Siempre se nos ha presentado como muy extremo. El transeúnte londinense cree percibirlo en la inmóvil tiesura de los centinelas del Palacio real, y muchas estampas, de tiempos pretéritos y presentes, nos revelan ese rigor, en el cual no han hecho mella los avances democráticos.

Una de las estampas que al respecto nos impresionó mucho fue cierta portada del madrileño diario «ABC» reproduciendo el retrato de don Ramón Pérez de Ayala, primer embajador de la República española en Londres, cuando presentó cartas credenciales» a su Graciosa Majestad. El señor Pérez de Ayala, vestía casaca, calzón corto y medias. Viéndole de tal guisa nos imaginamos la violencia que para él significaría semejante cambio de indu­mento. Ante tamaña violencia apenas contaba la de algunos ministros de aquella República embutiéndose por vez primera dentro del frac, prenda en cuyos faldones se derrocha el paño escatimado en el busto.

Si un personaje inglés guarda en su país el protocolo palaciego, cabe suponer que lo guarde, con tanto o mayor cuidado, en Cortes extranjeras. Por eso nos sorprendió en La Haya que la princesa Juliana, delegada de su madre, la reina Guillermina hubiese de esperar a Mr. Winston Churchill, presidente del Congreso de Europa, en lugar de que Mr. Winston Churchill esperara a la princesa en la sesión inaugural de dicho Congreso. Ya llevaba algún minuto en la plataforma presidencial la heredera del trono holandés, acogida con ceremonioso respeto por los concurrentes, cuando estos se estremecieron prorrumpiendo en salvas de aplausos para saludar al ex premier, a cuyo paso apiñábanse los fotógrafos.

De este hombre extraordinario no puede decirse que el silencio es oro, sino todo lo contrario, dada la enorme suma que le valen sus memorias, ahora divulgadas por periódicos de todos los Continentes. Nosotros íbamos a oírle por primera vez. Habló sin énfasis, pausadamente, con cierta monotonía, usando mímica muy sobria. Apenas movía los brazos, casi siempre rígidamente caídos a lo largo del chaquet, y si los cambiaba la posición era para colocar las manos sobre el vientre o para agarrar las dos puntas de la solapa, pero, cual si se arrepintiera, volvía pronto a dejar caer los brazos con indolencia.

Orador, al comienzo de su discurso, previamente escrito, tuvo la atención de mencionar a los «exiliados notables de Checoeslovaquia y de casi todas las naciones de Europa oriental, así como de España», asistentes a la Asamblea. ¿Fueron estas palabras las que provocaron el copioso chaparrón de injurias que descargó la radio oficial franquista sobre Churchill? En Madrid, acaso doliera mucho que, mientras las puertas del Congreso de Europa se nos abrieron de par en par a don Salvador de Madariaga, a los doctores José Trueta y Rafael Fraile y a mí, más a don José Antonio de Aguirre y a otros tres vascos, se diera con ellas en las narices a cuatro falangistas llegados expresamente de España sin haberles llamado nadie. Es posible que ello fuera causa de los dicterios radiofónicos, sobre todo teniendo en cuenta que entre quienes abrían y cerraban las puertas del magno Congreso preponderaba Mr. Duncan Sandys, hijo político de Churchill.

El saludo de Churchill entrañaba una rectificación: no todos los defensores de la República española son comunistas, según alguna vez llegó a afirmar con notorio error.

En Madrid habrán dolido más que aquel desaire las definiciones, de Churchill primero, y del Congreso después, sobre los regímenes de las naciones que han de constituir la futura Europa unida. «Nosotros —dijo el jefe conservador— acogeremos a todo país donde el Gobierno sea servidor del pueblo y no el pueblo servidor del Gobierno». Así dejaba ya excluido a Franco y más terminantemente aun cuando repudió a los «hombres nefastos que erigen su predominio sobre la miseria y la servidumbre de sus semejantes”. “Los habitantes de esos millares de humildes hogares de Europa —siguió diciendo—, incluso buena parte de sus intelectuales, de los representantes de su cultura, ¿deben seguir temblando cada vez que suenen golpes a la puerta de casa y vivir bajo el terror policíaco? Tal es la pregunta a la que debemos contestar aquí».

La pregunta quedó rotundamente contestada. El socialista belga M. Drapier, jefe de gabinete de M. Spaak, logró en el articulado de la resolución política una extraordinaria justeza de lenguaje para definir qué debe entenderse por régimen democrático, o sea aquel que mantiene las libertades negadas por Franco, las libertades que constituyen delito en España, donde las gentes tiemblan siempre que el aldabón suena a la puerta, donde un hombre nefasto predomina sobre la miseria y servidumbre dé sus compatriotas… Avanzando en sus concreciones, la Comisión Política, tras suscribir la nota de 4 de marzo de 1946, firmada conjuntamente por Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia, declaró que un Gobierno bajo el cual el pueblo español libremente determine el régimen que desee y elija sus dirigentes «podrá restablecer la democracia en España, única manera para España de participar en la unidad de Europa». El Congreso, pues, condenó sin rebozo a Franco. Y es de advertir que el Congreso no estaba formado con exclusividad por elementos de izquierda. Precisamente, la circunstancia de figurar en su cúspide Winston Churchill retrajo a bastantes socialistas, originando abstenciones y discordias en el laborismo inglés. Los católicos derechistas llevaron a La Haya nutrida representación que, dentro de la Comisión Cultural, formó un bloque apretadísimo. Ante ciertos titubeos de delegados de esa filiación hubo de exclamar el doctor Trueta: «Yo vengo aquí no a título de político, sino de cirujano, y como cirujano quiero librarme de otros años terribles metiendo a diario el bisturí en carne humana lacerada por la guerra».

Si bien las filiaciones políticas agrupadas en La Haya eran diversas, un denominador común servíales de glutinante: la democracia. El Congreso puede considerarse un intento de unir sólida e internacionalmente a la democracia. Actualmente sólo hay dos auténticas organizaciones internacionales: la Iglesia Católica y el Comunismo. La primera tiene por vínculo el dogma y el segundo las consignas, sirviendo aquél y éstas como agentes de una fe ciega. La democracia carece de organización internacional. Ni siquiera la tiene el socialismo democrático, que nunca la tuvo efectiva, pese a rótulos rimbombantes que ahora se pretende izar de nuevo.

En la Europa actual el Oriente está unido y el Occidente proyecta unirse. Tan considerable diferencia se patentizaría de modo impresionante si, concluido el Congreso de La Haya, se convocara otro similar en Varsovia o Belgrado. El Congreso del Este demostraría que allí existe ya la unión, mientras que en el Oeste sólo palpitan aspiraciones de lograrla, las cuales no tienen muy llano el camino. Mejor que en La Haya se descubrieron en París, durante la reunión de parlamentarios socialistas europeos y la del COMISCO, los graves escollos que es preciso allanar. Quizá se hiciera tal descubrimiento en la capital francesa porque hubo menos solemnidad y mayor intimidad que en la holandesa.

Es curioso el fenómeno de que las fuerzas capitalistas se muestren más resueltas que las socialistas en la empresa de unificar Europa o, hablando en plata, de unificar Europa occidental, que es de lo que ahora se trata, aunque quiera ocultarse en los discursos oficiales.

En la reunión de partidos socialistas europeos constituyó principal tarea echar agua al vino unificador hasta el punto de que los acuerdos salieron incoloros. ¡Con qué temor se medían las palabras! Un delegado pudo decir, muy justamente, que el optimismo de la víspera en la sala Pleyel, donde León Blum pronunció alentador discurso, se había transformado en pesimismo. No sin extrañeza oímos a un socialista suizo cantar las excelencias de la Confederación europea tomando por ejemplo la helvética, pero queriendo dejar a salvo permanentemente la neutralidad de su país ¿Acaso la Confederación Helvética se abstendría de defender a uno de los cantones que la forman si fuera atacado? ¿Cabría en trance semejante la neutralidad de los demás cantones? Entonces, si Europa occidental se confederara, ¿podría justificarse que los Estados confederados se encogieran de hombros ante ataques contra cualquiera de ellos? Los distingos suizos tienen igual raíz que los de las naciones escandinavas, también formulados a través de los partidos socialistas, partícipes, en sus respectivos Gobiernos. Desde luego, en la asamblea heterogénea de La Haya se ha ido mucho más lejos que en la asamblea homónea de París. Los socialistas, que debieran ser los más entusiastas adalides de la idea, preséntanse desmayados y asustadizos, ofreciendo la paradoja de parecer más nacionalistas que nadie. En fin queda por andar en Occidente mucho camino, ya andado casi por entero en Oriente.

Pero Winston Churchill, ambicioso de coronar su vida con la Unión Europea en que soñó Arístides Briand no pierde su optimismo. Bien lo vimos en el discurso de clausura del Congreso de La Haya que salpicó con rasgos humorísticos. No consideraba perfectos los dictámenes de las Comisiones Política, Económica y Cultural, que estuvo estudiando hasta las seis de la mañana, mas, según dijo, representaban grandes avances. “Ahora —-añadió— voy a entrar en algo muy serio, que me preocupa mucho, en algo horrible para mí…» Los asambleístas contuvieron el aliento y se inclinaron hacia adelante para oír mejor, para no perder sílaba. «Voy a hablar en francés, leyendo una cuartilla que mi mujer ha traducido a ese idioma, en el que difícilmente consigo expresarme». La concurrencia, donde tantos hombres sesudos había estalló en carcajadas. No va mal un poco de alegría para amenizar empresa tan árida.

 

RAFA Y ANTONIO HERNANDO

Sábado 9 de abril de 2016

467.16Rafael Hernando, Rafa, es el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados. Nació en Guadalajara, aunque siempre se ha presentado por Almería. Separado de Elisabeta. Viajé hace años con ellos a Namibia.

 

???????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????

Antonio Hernando es el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados. Es madrileño y estuvo casado con quien fuera la Delegada del Gobierno Vasco en Madrid en la legislatura de Patxi López. Es un tipo altanero.

Los dos Hernandos son el agua y el aceite.

Conozco a los dos, aunque más a Rafa. Lenguaraz, descarado, chulillo, un gallo de pelea, muy español, buen negociador, extremadamente de derechas, metepatas, poco sensible, más bien lo contrario, a los damnificados por la guerra civil, simpático y agudo. Te puedes ir con él a tomar una cerveza y lo pasas bien.

Antonio Hernando, es su cara contraria. Maleducado (entra en un ascensor y es incapaz de saludar), altanero, riguroso, sectario, nada respetuoso con los veteranos de su partido, buena cabeza, actor de reparto muy malo y cursi. Lo vimos ayer como lo habíamos visto antes anunciarnos que era un buen día, y ayer que no se levantarían hasta el amanecer sabiendo que estaba mintiendo.

¿Quién en su sano juicio podía pensar que de esa reunión a tres, ese menage irreal, esa cama redonda chapuza antitodo podía salir algo coherente?.

Ni Antonio Hernando que trató de engañarnos con sus cursilerías.

Hoy ha aparecido con otra cara, la suya, tras el agua fría de Pablo Iglesias que por una vez ha estado muy bien al decirle a Pedro Sánchez. «O Ciudadanos o nosotros». Ingenierías metafísicas de arroz con pollo, las mínimas.

Y sale Antonio Hernando poniéndole a Iglesias a bajar de un burro. Puro teatro. Como lo fue cuando nos dijo aquello del anuncio de Isabel que «iba a ser un gran día, hoy comemos con Isabel».

No sé qué hará ahora Pedro Sánchez. Alguien le ha llamado Judas. Y no se equivocaba. Traicionó a Madina y a Pérez Tapias, traicionó a Susana Díaz, traicionó a Rubalcaba, traicionó a Felipe González, traicionó a Tomás Gómez y si pudiera traicionaría a Rivera solo por decir que ha pasado una sola noche en La Moncloa. Lo de este hombre es enfermizo.

Siendo el cuarto por Madrid, con noventa votos, ha tratado de engañarnos a todos pudiendo haber buscado algo más sensato, realista y lógico dentro de la posibilidad que le daban sus cartas si de verdad quisiera darle un empujón a su querida España.

No hubiera estado mal  haber propuesto abordar, sin posturas de adolescente, los cuatro problemas perentorios que tiene este herrumbroso estado: su recentralización política desconociendo que existen tres naciones, su inaguantable corrupción, su injustísima distribución de la riqueza, y una Justicia lenta, corrupta y domesticada.

Aborden de verdad estos cuatro temas, asuman una legislatura corta, y déjense los dos Hernandos, Pili y Mili, de echarse los trastos a la cabeza.

Se lo agradeceremos