Ni cien horas

Martes 15 de septiembre de 2020

Suele ser normal que la oposición dé al nuevo gobierno cien días para poder opinar sobre lo que hace, y criticar lo que no hace o no gusta.

Eso ocurre en los países democráticos normales de nuestro entorno con sindicatos reivindicativos, sindicatos que no tienen vocación de ser un contrapoder político. No es lo que ocurre en Euzkadi.

Aquí al nuevo Gobierno, legítimamente ganador el 12 de julio de unas duras elecciones bajo una crisis sanitaria y económica, ve desafiada su representación por unos sindicatos que sólo buscaban el pulso político y marcar una estrategia de erosión desde el primer suspiro. Ni cien días, ni cien horas, ni cien minutos. Una huelga por la huelga y para no lograr nada.

Y ahora vienen los del minutero a decir que les ha seguido el 65%, mientras el gobierno lo cita en el 45%. ¿Y qué?.  ¿Esto que es?. Una carrera o algo tan serio como la educación del futuro de un país.

¿Qué han logrado?.

Si, sabemos que están ahí y que a algunos les importa poco la educación. Solo el contrapoder político.

Un enlace sindical me preguntaba airado si yo no sabía que ellos son elegidos y que existe el derecho a la huelga.

Sé las dos cosas pero denota el buen señor que equipara el sufragio universal secreto con garantías con una elección parcial y en el caso de ELA-LAB, elecciones orgánicas cuyos resultados están cantados de antemano. Como el el antiguo PRI. Se elegía un presidente por seis años y tras su mandato desaparecía de escena para siempre. ¿Alguien se acuerda de Etxeberria, Elorrieta y Muñoz?. Comparar pues una elección universal con una parcial describe una mentalidad.

Y sobre el derecho a huelga por supuesto doy partidario de ella así como decir que esta huelga ha sido un auténtico disparate. No confundir el derecho a huelga con esta desastrosa e inservible huelga.

¿Es tan difícil entender por la gente de buena voluntad?

Flipo, ¿y ustedes?

Domingo 13 de septiembre de 2020

El 12 de julio hubo elecciones en Euzkadi. Se presentó hasta VOX. Ningún sindicato. En los mítines dicen que lo suyo no solo es la reivindicación laboral, sino también la política. Sin embargo, las elecciones al Parlamento no va con ellos. Son políticos pero no les gustan les cuenten. Y lo dicen. Son un contrapoder.

Los sindicatos en una sociedad democrática articulan demandas de los trabajadores. También los partidos. Por eso estos se presentan a las elecciones. En democracia no existe otra forma de conocer que quiere el ciudadano y cual es el mandato del pueblo. También el derecho de huelga, pero no la huelga por la huelga.

El pasado lunes Jokin Bildarratz prometió su cargo como Consejero de Educación. El Lehendakari Urkullu lo había designado para el cargo. Previamente Urkullu había competido con la Sra. Maddalen Iriarte que presentó su candidatura. Ganó Urkullu con mayoría absoluta.

Al día siguiente, Bildarratz, convocó a todos los sindicatos que pasaron por su despacho. Los tigres sindicales consideraron que el Consejero les había dado comida de gato.

No fue eso. Acababa de llegar y les pedía un mínimo de tiempo y no convocar la huelga en sintonía con la inmensa mayoría de los padres de los miles de alumnos que hay en la CAV. Les dijo que se iban a contratar un millar de docentes  para este curso y puso 87,2 millones de euros al servicio de sindicatos y agentes educativos en una aportación en estos tiempos de inmensa crisis para lidiar con las necesidades surgidas en la actual coyuntura.

Bildarratz, que él es docente tiene kilometraje. Compaginó en su tiempo de alcalde de Tolosa la presidencia de Eudel. Conoce bien los ayuntamientos y por eso se reunió con el actual presidente  Eudel  para  acordar la puesta a disposición de espacios municipales  a los centros educativos  con casos covid 19 asunto que será gestionado por su departamento y los ayuntamientos.

El nuevo Consejero les había dicho a todos los sindicatos que una huelga no aporta nada a nadie del sistema educativo. Él representa a un gobierno democrático elegido en las urnas.

La respuesta de los que no se habían presentado a las elecciones fue extender la huelga del próximo martes a las 10.000 trabajadoras de las subcontratas  del sector, es decir, de la limpieza transporte escolar y comedores. Y no es que no la puedan convocar sino que en democracia hay un valor supremo que es la búsqueda del entendimiento.

Pero ésto no va con ellos.

A Bildarratz no le quedó más remedio que salir en rueda de prensa diciendo que salen más perjudicados los más débiles, familias desestructuradas y terminaba preguntando si esta huelga les iba a dotar de más seguridad y de más recursos.

Aquí, por lo que se ve, lo que importa no es lo que diga el ciudadano con sus votos sino el pulso sindical de unos señores no elegidos para decir quien es el que manda en el mundo educativo, un mundo necesitado de gente vocacional, seria, con las ideas claras que cuando un político elegido democráticamente les pide tiempo y trabajar al unísono, le responden con una huelga.

Ya se que me dirán que estoy contra el derecho de huelga. No es verdad. Estoy contra esta huelga, como la inmensísima mayoría de los padres hartos de este pulso.

Yo, sinceramente, flipo. ¿Y ustedes?.

Cuando el rey apostó por desbancar a Ibarretxe

Viernes 11 de septiembre del 2020

A los buenos españoles, entendiendo por tal a los seguidores de aque­lla «España, Una, Grande y Libre», no les solía gustar que el rey le hi­ciera carantoñas políticas al lehendakariIbarretxe. De hecho, más de una vez protestaron  por lo que consideraban un exceso de atención hacia un presidente «separatista», que, sin embargo, tenía hacia el jefe del Es­tado las consideraciones de representante del estado en Euzkadi. Va en el cargo. No ha habido acto en Euzkadi con el rey donde no haya estado el lehendakari, ni haya habido un aurreskularilevantando la pierna hasta el infinito al son del txistu y el tamboril.

Pero, al parecer, estas deferencias y no lo sabíamos, no eran correspondidas. Se descubrió en un acto previo a la campaña electoral vasca de 2009, en un rápido viaje de la pareja real para inaugurar la biblioteca de la Uni­versidad de Deusto, diseñada por el arquitecto Rafael Moneo. Biblioteca que pedimos se llamara «Leizaola» en recuerdo del segundo lehendakarique impidió la volaran en 1937, pero el rector Oraá nos negó la sugerencia con cajas destempladas El caso es que el rey, a pesar de lo que me dijo en su día de que estaba harto de visitar el País Vasco invitado o por los jesuitas o por el BBV, visitó Bilbao a finales de enero de 2009. Una semana después se iniciaba la campaña electoral vasca. Las cosas estaban al pil-pil y, en eso, el lunes 2de febrero, en ElCorreo, la columnista Tonia Etxarri,  escribió lo siguiente: «A López, hoy por hoy, no le contradice nadie. Hasta el mismo rey no oculta su entusiasmo. En su reciente visita al País Vasco cuentan que don Juan Carlos, en un acto pú­blico, le espetó al candidato socialista, señalando al lehendakari: «Patxi, a ver cuándo ganas a éstos, ¡que llevan casi treinta años en el Gobierno!». Y en otra conversación con el candidato del PP, Basagoiti, no pudo ser másexplícito: «Vosotros lo que tenéis que hacer es apoyar a Patxi».

Ese lunes repicaron todos los teléfonos. Perplejidad. ¿Es éste el que nos arbitra y modera, la instancia neutra que vela por todos? ¿Ycómodice estas cosas él, que lleva 34años sin que lo haya elegido nadie?

Escándalo en Ajuria Enea, en Sabin Etxea y en todos loslugaressensatos del país. Espeso silencio en Madrid. El rey acababa demeter, una vez más, la pata hasta el corvejón. Pero era en Euzkadi. Si hubieradicho «Oye, Mariano, a ver cuando le ganas a estos socialistas, que lle­van cinco años gobernando mal y no saben cómo salir de la crisis», se hubiera armado la de Dios es Cristo. Pero ocurría en Euzkadi y, una vez más, un manto de silencio cubrió el despropósito de un rey patoso y borde.

Yo, como no podía ser menos, le dije públicamente las verdades del barquero, pero el silenciador oficial se hizo presente. Registré una pre­gunta al Gobierno. Más silencio. ¿Qué pintaba D. Juan Carlos de agente electoral de Patxi López? Si este hombre se entrometía así en la campaña vasca, ¿qué no habría hecho el 23-F?Pero la caravana multi­color se llevó la gansada.

Y no era cosa menor. Esos días se decía que el rey, de forma poco patriótica, tiene el corazón blanco (Real Madrid), pero nunca fue al Bernabéu durante la presidencia de Calderón, y eso que una vez dijo: «A ver cuando echáis al … de Capello». Y lo echaron.

El caso es que las elecciones se celebraron el 1de marzo y ganó ampliamente el PNV, con cinco parlamentarios más que el segundo par­tido, el de Patxi López, así como con ochenta mil votos de diferencia. Pero Ibarretxe, siguiendo el consejo del rey, fue desbancado. Elimina­da la izquierda abertzaledel Parlamento Vasco, se juntaron el agua (López-PSE) con el aceite (Basagoiti-PP) y lograron lo que no se ha­bía conseguido en treinta años: «desalojar» al PNV de Ajuria Enea si­guiendo ese atajo. En Galicia acababa de ganar el PP, y en Madrid y en Valencia el odio entre el PSOE y el PP hacía fundir todos los plo­mos. Sin embargo, el trofeo de caza, el punto verde en el mapa, fue pintado de rojigualda en una Comunidad mayoritariamente nacionalista.