SÁNCHEZ DEBERÍA CESAR INMEDIATAMENTE A MONTERO

Jueves 10 de septiembre de 2020

Este jueves el gobierno Sánchez ha perdido  su primera votación en el Congreso. ¿Preludio de lo que puede venir con los presupuestos? Quizás.

Este fracaso tiene un nombre y un apellido, además del de Sánchez. Se trata de la ministra María Jesús Montero, persona prepotente que ha sido incapaz de negociar nada. Con su mentalidad de Consejera de Economía  de la Junta de Andalucía, de donde procede, y desde donde aplicaba su mayoría absoluta, bajo presidencia de Susana Díaz, no quiere negociar y ante eso aprenderá a golpes.

Sánchez debe cesarla por inepta.

Es persona que desconoce y desprecia el régimen foral, el Concierto Económico y el Convenio navarro. Ante eso el PNV le ha votado en contra.

En el pleno, la portavoz económica del PNV, Idoia Sagastizabal, ha expuesto los motivos que justifican la posición de su grupo. En primer lugar, ha criticado que este Decreto «no tiene en cuenta la existencia de los regímenes forales», y ha añadido que «no atiende a la particular relación financiera de las Comunidades Forales con el Estado, una relación bilateral entre Gobiernos» que se desarrolla en el seno de la Comisión Mixta de Concierto.

«Han olvidado el modo paccionado que debiera haberse utilizado para abordar este tema», ha añadido, para recordar que los ayuntamientos vascos se financian con recursos propios «y no hay traslación de flujos económicos del Estado».

TUTELA

Según ha apuntado, el Grupo Vasco tampoco comparte la fórmula planteada por Hacienda para regular el uso de remanentes, «una especie de tutela» por parte del Gobierno central, y ha defendido la autonomía de las entidades locales, que son «la administración más cercana a la ciudadanía y quien mejor conoce sus necesidades» para poder establecer «el gasto de su dinero en aquellas necesidades y políticas de interés que detecten».

 «Hoy, con este Decreto, no se permite el uso de remanentes, solo se permite el uso del Fondo y para determinadas cosas», ha asegurado Idoia Sagastizabal, que ha explicado que «no es lógico ni de sentido común» que las administraciones tengan «recursos ociosos» en los ayuntamientos y que estos no puedan ser utilizados porque la Ley de Estabilidad lo impida. «El Gobierno no se puede escudar en la imposibilidad de cambiar leyes», ha criticado, tras recordar que fue un Gobierno socialista el que cambió el artículo 135 de la Constitución en una semana de agosto.

MEDIDAS POSITIVAS

En todo caso, la diputada jeltzale ha reconocido que el Decreto establece otras medidas que ha calificado de «positivas» y que el Grupo Vasco comparte «con algún matiz», pero ha lamentado que la ministra «haya negado la posibilidad de implementarlas» a través de otro Decreto o aprovechando la modificación de la Ley de Estabilidad que se encuentra en trámite en el Senado.

Sagastizabal ha insistido en que «la raíz del problema de remanentes está en la Ley de Estabilidad» y ha instado a la Montero a modificarla, en línea con lo que el Grupo Vasco y los propios ayuntamientos «han reivindicado a lo largo de los últimos años y en un contexto en el que Europa ha procedido a la suspensión del Pacto de Estabilidad y Crecimiento».

«Es paradójico que los países queden liberados y que las entidades locales y, sin embargo, no lo puedan hacer cuando el origen de este incumplimiento se basa en la misma causa», ha señalado. Por ello, ha dicho que, «lamentablemente», no ve «voluntad política para modificación alguna en este sentido».

Rodillo pinchado

Miércoles 9 de septiembre de 2020

Ya sé que es casi imposible pinchar un rodillo. Generalmente este artilugio doméstico se suele ver en las viñetas cuando una señora con rulos espera a su marido, éste botella en mano, llegar a casa de madrugada mientras ella le espera con un trasto de estos en la mano. Es la imagen socorrida.

La otra, es la que se ve a una apisonadora, dejando todo como la palma de la mano.

Pero quiero referirme a esa imagen reiterada que se esgrime en el argot político. La acción parlamentaria de la mayoría absoluta  se simplifica en la imagen del rodillo, sea verdad o no. Es la legítima defensa de una oposición que solo tiene el derecho al pataleo, al mosqueo, el ir al Muro de las Lamentaciones.

Nada que ver con el Frente de izquierdas ni con esa imagen que quiso darnos Bildu la noche electoral vendiendo poco menos la noticia de que habían ganado las elecciones, nada más lejos de la realidad.

Lo ocurrido esta última semana les ha hecho despertar de su sueño o de su pesadilla, aunque ese derecho al pataleo les hizo presentar la semana pasada una candidatura alternativa que no consiguió más que los votos de su formación. Salvas al aire.

En el debate de investidura en el Parlamento Vasco de la semana pasada, en el solemne acto del domingo en Gernika, en la jura o promesa de los Consejeros en Ajuria Enea el lunes, desde el Lehendakari al último Consejero llegado a su despacho todos, absolutamente todos, han hablado de mano tendida, de voluntad de acuerdo entre todos, de cercanía, de diálogo hasta el amanecer, de conversaciones hasta con unos sindicatos que como comité de recepción al nuevo gobierno han organizado  una huelga general en algo tan sensible  como la educación. Y sin embargo el Consejero quiere reunirse con todos, escucharles y buscar un camino común.

Para rodillo el de la oposición en la última legislatura cuando, puestos todos de acuerdo, desde Podemos, Bildu al PP, y por un voto, su rodillo impedía aprobar cualquier ley. Ese si era Rodillo.

El de ahora es solo discursivo, nominal y de momento el Gobierno va ganando uno cero el discurso de la mano tendida que deja a los de la bronca y pancarta, de momento, sin muchos argumentos. Sin poder hablar de Rodillo muy a su pesar.

Pero no nos llevemos a engaño. Rodillo va a ser todo, hágase lo que se haga y haciendo ésto en virtud de un programa y de unos resultados electorales, pero la palabra que más veces vamos a oir en esta  legislatura, solo va a ser una: rodillo.

Y eso que estos días, el rodillo está pinchado.

Ojalá por mucho tiempo.

Para que la República renazca

Martes 8 de septiembre de 2020

El sacerdote jesuita Luis Ugalde sostiene que las elecciones parlamentarias no representan el deseo de cambio de los venezolanos e insiste en la articulación de todos los sectores para motorizar la reconstrucción nacional. «Tenemos que decirnos y decirle al mundo que este infierno no puede continuar».

El fracaso de la política y la imposición del mal común nos obligan moralmente a todos a asumir la responsabilidad del rescate de la República. Con la reinante y creciente negación de la vida y la dignidad humana, la omisión es complicidad y grave pecado.

1.- La GENTE (incluidos los chavistas) quiere cambiar, salir del régimen y de Maduro que lo sostiene, librarse de la pesadilla actual y volver a vivir. Cuanto más dure, más se agrava y más difícil será renacer. Venezuela sabe que la oposición democrática está en contra del régimen, pero no está muy convencida de que tenga la voluntad política y la prioridad económico- social para salir de la actual indigencia nacional.

2.- La DICTADURA organiza una elección parlamentaria para perpetuarse, para no cambiar. 

La organiza de manera fraudulenta, eliminando toda posibilidad de perderla. Lo fundamental es quitar a los demócratas la AN legítimamente electa y eliminar a su presidente Guaidó que -a pesar del desgaste- es legítima referencia principal para los demócratas de América y Europa y para la oposición nacional.

Esta elección dictatorial y usurpadora ha tomado decenas de decisiones, violando la ley y la Constitución y cambiando todo lo que le convenga. Hasta eliminó el voto indígena universal, libre y secreto y ha establecido una elección comunal a mano alzada y con candidatos filtrados. **Claramente, la próxima elección parlamentaria es una BURLA y no un camino hacia la Democracia* . Entre la pandemia y esta mueca electoral lo sensato sería aplazar unos meses la elección y crear condiciones.

3.- El punto político más débil del régimen es LA NECESIDAD Y DESESPERACIÓN DE LA GENTE aplastada por la pobreza y las carencias económico-sociales cotidianas. Es el mayor potencial político para salir de la usurpación. 

En EE.UU., Alemania o España, en la actual crisis la economía (producción, empleo, ingresos de decenas de millones…) premia a los gobiernos o los derrota. Mucho más en Venezuela donde la pobreza extrema llega al 80%, la mayoría de las empresas están semiparalizadas debatiéndose entre el cierre y la sobrevivencia, y la agonía de todos los servicios públicos deja en evidencia el desastre de la gestión pública. Al malestar vital políticamente explosivo le falta expresarse en miles de puntos del país de manera descentralizada y no fácilmente reprimible y convertirse en el centro de la protesta política. La economía social y la activación empresarial productiva se han convertido en factores políticos de máxima prioridad. El mal común impuesto por la tiranía reinante no se podrá revertir sin la salida del dictador y sin una enorme y excepcional unidad nacional e internacional para la reconstrucción. El dictador no quiere cambiar el modelo impuesto, ni podría lograr el imprescindible apoyo nacional e internacional.

Cuando las instituciones políticas se prostituyen y violan la Constitución, todos los ciudadanos tenemos “el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia” (Constitución art. 333) Sin excluir a los partidos, todos los factores no político-partidistas como las iglesias, universidades, gremios, asociaciones, jóvenes, trabajadores, empresarios… que constituyen la sociedad civil organizada que asumen su responsabilidad del bien común y crean la unidad superior nacional e internacional. Por eso la Iglesia católica, los universitarios de las diversas casas de estudios, los socialcristianos, las academias en conjunto van coincidiendo en sus lúcidos y dramáticos comunicados… No vale decir “no nos metemos en política”, pues la Sociedad Civil es fundadora y responsable de la República.

4.- Los POLÍTICOS de todos los colores, junto con los diversos liderazgos de la sociedad civil organizada y los militares, necesitamos RECENTRARNOS en torno a la tragedia económico-social de la gente. Sufrirla y nutrir de ella las propuestas, la acción política y la unidad superior para reconstruir el país cambiando el régimen. Unidad muy inclusiva de partidos, grupos de la sociedad civil y líderes de diversas instituciones sociales. Unidad excepcional – aun de quienes no se hablaban- y sorprendente, que sacuda al país desalentado y lo ponga de pie.

Cada sector desde su especificidad, cada comunidad desde su lugar geográfico e identidad tenemos que decirnos y decirle al mundo que este infierno no puede continuar. Sin esta conversión y movilización nacional de todos nosotros superando límites de instituciones, barreras y diferencias legítimas, el inmenso apoyo democrático internacional será impotente y quedará en buenas e inoperantes declaraciones. Al igual que los buenos manifiestos internos.

La ética de la reconstrucción nos exige trascender las restrictivas togas, sotanas, gorras militares y franelas partidistas, para encontrarnos bajo la única bandera tricolor del renacer nacional. Esfuerzo superior sostenido, uno y múltiple, para que Venezuela regrese a la vida en Democracia.

Luis Ugalde